Muchos argentinos están preocupados por el aumento de peso y los cambios en el cuerpo que notaron durante todos estos días de aislamiento por la pandemia del coronavirus que está atravesando el mundo entero.
Según la última estadística realizada por la Encuesta Nacional de Factores de Riesgo del Ministerio de Salud de la Nación, seis de cada diez personas (61,6%) mayores de 18 años están excedidas de peso, valor que se distribuye en un 36,3% con sobrepeso y 25,3% con obesidad, tendencia que viene en permanente aumento desde la realización del primer relevamiento en 2005. Además, más de la mitad (56,9%) admitió que ganó peso durante la cuarentena.“Se aumentó el consumo de harinas, golosinas, gaseosas, alcohol, y justamente disminuyó el consumo de frutas y verduras. Previo a la pandemia, ya teníamos un consumo por debajo de las recomendaciones y el COVID-19 lo acentúo aún más”, comenta la nutricionista Romina Pereiro (MN 7722) a Infobae. Lo que rescata de este aislamiento es que se aumentó el consumo de comida casera, ya que las personas se pusieron a cocinar más, y eso era un hábito que se había perdido en muchos hogares.
La nutricionista Daniela Lopilato detalló cuáles fueron los alimentos que más consumieron -y están actualmente siendo consumidos- por los argentinos durante estos días. “Son obviamente los que tienen más grasas, azúcares, y sodio. Entre ellos, los panificados, galletitas, facturas, tortas, snacks de todo tipo (papas fritas, chizitos, palitos), todo lo ultra procesado, lo que se come rápido y se picotea. Todo esto está lleno de grasas perjudiciales para la salud, grasas saturadas, azúcares por demás y sodio”.
¿Por qué subió de peso durante estos días?
“La causa principal del incremento de peso se debe a una ingesta de calorías en exceso por sobre los requerimientos diarios que necesita una persona para cubrir su gasto energético. Esto puede deberse al picoteo, que es la ingesta de alimentos por aburrimiento o antojos, por comer comidas más calóricas o por falta de ejercicio”, explicó a Infobae la nutricionista, Ivana Chinelli (M.N 9390).
Por su parte, Pereiro dijo que estos tipos de alimentos se consumieron por buscar el placer inmediato y está directamente relacionado con el comer emocional y buscar la satisfacción en el acto. “Muchas veces tapamos buscar emociones y lo hacemos con la comida. El tema de haber perdido las rutinas, que los horarios hayan cambiado, el aumento del estrés y la incertidumbre, hizo que desordenemos nuestra dieta y se aumente el picoteo y tener hambre todo el tiempo, y es ahí donde se recurre justamente a estos alimentos”.
Lopilato también está de acuerdo que los argentinos aumentaron de peso por el comer emocional, y dijo: “Hoy está más a flor de piel que nunca. El hambre está relacionado con la angustia, la incertidumbre, el aburrimiento, el encierro, el miedo, la inseguridad de no saber lo que va a pasar; son todas emociones que juegan un rol fundamental a la hora de alimentarnos correctamente”.
¿Cómo se pueden reemplazar estos alimentos?
Chinelli dijo que el hecho de hacerlos caseros no significa que sean menos calóricos, pero sí más saludables. Reemplazar harinas refinadas por harinas integrales lo hace más saludable por ese aporte extra de fibra y minerales, o reemplazar la salsa comprada por una de tomates natural hace que consumamos alimentos sin conservantes ni aditivos.
Por último, Pereiro sugirió aprender a controlar la porción. “Cuando hablamos de alimentación equilibrada, hablamos de alimentos mínimamente procesados, naturales, pero también la que sea posible para el bolsillo de la persona. Teniendo en cuenta sus gustos, hay que empezar a trabajar el vínculo-relación que se tiene con los alimentos”.
“No hay alimentos que estén prohibidos, o que sean malos. Sí hay algunos que son menos convenientes porque tienen mucha grasa, mucha azúcar y mucho sodio y está bueno consumirlo en baja cantidad, pero está bueno disfrutarlo y que no sea un atracón para tapar una emoción o porque no me puedo controlar”, concluyó Romina Pereiro.
10 recomendaciones para llevar una alimentación sana y variada durante estos días de cuarentena por Daniela Lopilato
- Mantener una buena hidratación es fundamental.
- Moverse más, obligatoriamente. Hacer algún tipo de actividad física. Ya hay disponibles varias plataformas virtuales para esto y muchas son gratuitas.- Exponerse al sol de 20 a 30 minutos por día al menos 3 veces por semana. Esto es importante para obtener la cantidad de vitamina D que necesitamos. El resto podemos obtenerla a través de los lácteos, huevos y alimentos fortificados.
- Consumir al menos 5 porciones de entre frutas y verduras por día. Ahora que tienen más tiempo realicen preparaciones básicas con distintos vegetales y/o verduras como tortillas, budines, soufflés, pasteles.
- Seleccionar alimentos “integrales” y legumbres. Para cocinar tratar de reemplazar harinas de trigo común x integrales, de avena, de arroz, de legumbres, etc.
- Incluir el consumo de frutos secos, semillas y aceites vegetales en crudo.
- Consumir lácteos “descremados” con moderación.- Consumir carnes en general de 3 a 4 veces por semana (1 a 2 veces carnes rojas, el resto blancas, como pollo y pescado y huevos). Huevos: 4 veces por semana aproximadamente y claras libres.
- Evitar alimentos ultraprocesados y comidas rápidas que contienen más grasas perjudiciales, sodio y azúcares. Reducir el tamaño de las porciones: esto se logra haciendo todas las comidas del día estableciendo horarios y rutinas.
- Evitar el alcohol. En el caso de que les cueste mucho hacerlo y más aún en estos tiempos: no sobrepasarse de 2 copas de vino o cerveza al día los hombres y 1 copa las mujeres.
No previenen ni curan el virus:
- Los probióticos o prebióticos, nutracéuticos, hierbas, megadosis de vitamina C, Sueros, etc.
- No hagan compras exageradas. No es sostenible, solidario, ni ético en estos momentos. Traten de organizarse para comprar sólo lo necesario de acuerdo a las comidas que planifiquen en base a esto.
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