Estudios médicos demostraron que más allá del aporte al sistema óseo, la
ingesta de calcio y vitamina D puede colaborar en la prevención de la obesidad,
y la hipertensión, informaron especialistas en nutrición de Argentina, Uruguay y
Chile.
Actualmente las dos terceras partes de la población en estos países no
ingiere la cantidad mínima esperable de vitamina D, advirtió Esteban Carmuega,
director del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil (CESNI).
El experto explicó que si bien hasta ahora "siempre se asoció al calcio con
la salud ósea, en los últimos 30 años la evidencia epidemiológica derivada de
estudios permitió revalorizar su rol".
"Hipertensión arterial, complicaciones del embarazo por esta causa y por
albúmina en la orina (preeclampsia y eclampsia), el cáncer de colon y
probablemente el riesgo de obesidad pueden prevenirse con la ingesta apropiada
de calcio y vitamina D", aseguró Carmuega.
El calcio debe ser consumido diariamente, en tanto que, como la vitamina D
se encuentra en escasos alimentos (pescado, lácteos y huevo), si se requiere su
suplementación puede hacerse con dosis diarias o intermitentes según lo
prescriba el médico.
Ambos nutrientes están íntimamente relacionados porque la vitamina D, que
se obtiene también con la exposición al sol durante 10 minutos diarios,
participa activamente en el metabolismo del calcio.
Beatriz Oliveri, investigadora del CONICET, responsable del Laboratorio
Enfermedades Metabólicas Óseas del Hospital de Clínicas de la Universidad de
Buenos Aires (UBA) aseguró que "existe una alta incidencia de déficit de
vitamina D a nivel mundial".
"En el Cono Sur, la escasa luz solar en las latitudes más meridionales de
nuestro continente, como la Patagonia y el sur de Chile, ocasiona déficit en
todas las edades: tanto en el adulto mayor -al disminuir un 70% la formación en
piel de vitamina D comparado con jóvenes-, como en el neonato, las embarazadas y
otros grupos de riesgo.
José Belizán, investigador en Salud de la Madre y el Niño del Instituto de
Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) dijo que "alcanzar el aporte diario de
calcio no debería representar un desafío muy difícil".
"La ingesta necesaria de calcio es de alrededor de 1 gramo diario, lo que
es fácil de lograr a través de una alimentación que incluya leche, yogur, quesos
y derivados, que son la mayor fuente natural de este mineral", sostuvo el
especialista.
Belizán indicó que "la mujer argentina ingiere en promedio 400 miligramos
por día, menos de la mitad de lo recomendado". Es por eso que "es preciso
implementar estrategias alimentarias en estos tres países para aumentar el
consumo de lácteos".
La Organización Mundial de la Salud (OMS) señaló que diversos estudios
clínicos confirmaron que a mayor ingesta de calcio en la mujer embarazada,
menores son los trastornos relacionados con la hipertensión en el
embarazo.
La hipertensión representa una complicación en aproximadamente el 10% de
los embarazos en todo el mundo, mientras que la preeclampsia y la eclampsia son
las principales causas de la morbimortalidad materna y perinatal, produciendo
hasta 40 mil muertes al año.
Belizán explicó que "este hallazgo surgió a partir de una observación
original que hicimos hace más de 30 años en Guatemala, donde las mujeres tenían
baja frecuencia de hipertensión en el embarazo, así como de
preeclampsia-eclampsia, y una alta ingesta de calcio".http://www.rosario3.com/salud/noticias.aspx?idNot=128575
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