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miércoles, 14 de noviembre de 2018

Alarmante: el 30% de los niños en edad escolar tiene sobrepeso y el 6% es obeso

Los niños, niñas y adolescentes están expuestos a una amplia
 oferta de alimentos de alto contenido calórico y bajo valor 
nutricional en las escuelas. En paralelo, y tal como señala
 la última Encuesta Mundial de Salud Escolar realizada en la
Argentina (año 2012), se redujeron las oportunidades de
realizar actividad física y aumentó el tiempo dedicado
a actividades sedentarias durante los recreos. En un contexto
 de aumento del sobrepeso y la obesidad infantil como el
que transita la Argentina, los datos resultan alarmantes.
Es que en la Argentina, según los últimos datos oficiales
disponibles, el 28,6% de los adolescentes tiene sobrepeso
 y obesidad, mientras que el 10,4% de los niños de seis
meses a seis años tienen obesidad infantil. A su vez, la 
obesidad tiende a acentuarse en los grupos de 
menor nivel socio-económico: un análisis de la
Encuesta Mundial de Salud Escolar 2012 realizado
por la Fundación Interamericana del Corazón (FIC)
 Argentina en colaboración con Unicef en 2015 mostró que
 el sobrepeso es 31% más frecuente entre los
chicos de nivel socioeconómico más bajo."Los cambios en
el estilo de vida, el ritmo acelerado y las condiciones
socioeconómicas fomentan el consumo de alimentos
industrializados e hipercalóricos. Con muchas grasas
y azúcares, pero escasos en nutrientes necesarios
para el desarrollo, crecimiento y un correcto funcionamiento
 del organismo, estos alimentos contribuyen al sobrepeso
 y obesidad en los niños". Así lo consideró la directora
 de la carrera de Nutrición de Fundación Barceló,
 Norma Isabel Guezikaraian.Según la Organización Mundial
 de la Salud (OMS), la causa de la obesidad infantil 
no se centra únicamente en comidas inadecuadas y en la
 disminución de la actividad física, sino que existen
también factores socioeconómicos que impulsan esta
 enfermedad. "Algunos de ellos son la educación, el
 procesamiento, distribución y comercialización de los
alimentos, e incluso la planificación urbana, el medio
 ambiente y el transporte", aseguró Guezikaraian,
quien enfatizó que "aquellos menores que la padecen
 tienen un mayor riesgo de aparición temprana
de las llamadas enfermedades crónicas no transmisibles
como hipertensión, diabetes, hipercolesterolemia,
hipertrigliceridemia, entre otras afecciones"En ese sentido,
 la especialista insistió en que "por esta razón, es
importante que la prevención de la obesidad infantil
comience en los primeros años de vida". "Correctos
 hábitos alimentarios y un estilo de vida saludable
son más fáciles de mantener durante la adolescencia
y la edad adulta si son inculcados desde la infancia,
 constituyendo las mejores armas para evitar el sobrepeso
 -señaló-. En este proceso, el rol de la familia es
fundamental, debiendo fomentar que el niño realice
ejercicio físico y cuide de su alimentación haciéndolo partícipe".
Según la OMS, la causa de la obesidad infantil no se centra únicamente en comidas inadecuadas (Getty)
Y recomendó algunas prácticas cotidianas para hacer
 esta tarea más sencilla:
– Incluir a los niños: sumarlos a la hora de comprar y
preparar la comida, dándoles más responsabilidad sobre
su alimentación.
– Mantenerlos informados: es importante que entiendan
para qué sirven los alimentos, sus funciones en el cuerpo
 y cuánto se necesita de cada uno.
– Jugar: cocinar los alimentos de diferentes maneras,
combinarlos y presentarlos en la mesa de forma atractiva.
 La familia puede jugar con las texturas, los colores y las
formas.

– Alimentación variada: es importante consumir todos
los grupos de alimentos, aumentando principalmente el
consumo de fruta, verdura, legumbres y cereales integrales
 y frutos secos o aceites en crudo.
– Respetar las cuatro ingestas diarias: los niños
están en edad de crecimiento y los alimentos deben
distribuirse a lo largo del día para que el cuerpo
obtenga de ellos los nutrientes que necesita.
(desayuno, almuerzo, merienda y cena)
– Conocer el menú de la escuela: para poder
complementarlo con el desayuno, la merienda y la cena.
– Realizar actividad física: no alcanza con la actividad
física que realizan en la escuela, son necesarios
60 minutos diarios.La Coalición Nacional para Prevenir
 la Obesidad en Niños, Niñas y Adolescentes, con
el apoyo de Unicef Argentina y FIC Argentina, lanzó
una publicación que brinda una serie de
recomendaciones y buenas prácticas para que
el Estado promueva políticas de entornos
escolares saludables. La promoción de estos
entornos, junto a otras políticas como las políticas
fiscales, el etiquetado frontal en los alimentos
y las restricciones a la publicidad de productos de
baja calidad nutricional, conforman un paquete 
de medidas que los Estados deben implementar
 para prevenir y controlar la epidemia de 
obesidad infantil.En la publicación, las organizaciones
 plantearon una serie de líneas de acción para favorecer
 la adopción de entornos escolares saludables. Estas
estrategias retoman recomendaciones de la OMS
y la Organización Panamericana de la Salud (OPS):
– Asegurar una oferta exclusiva de alimentos sanos
y naturales, tanto en kioscos como en comedores
escolares, y eliminar la oferta de alimentos y
bebidas altos en azúcar, grasas, grasas saturadas y sal.
– Garantizar el acceso al agua potable gratuita
(por ejemplo, bebederos y/o dispensers).–
Incorporar en la currícula escolar contenidos
sobre educación alimentaria y hábitos saludables;
clases sobre preparación de alimentos para niños,
niñas y adolescentes, padres y cuidadores; y, creación
 y manejo de huertas escolares.
– Fortalecer la educación física en las escuelas brindando
 recursos físicos y humanos para tal fin.
– Asegurar que la escuela sea un espacio libre de publicidad
 de alimentos y bebidas altos en azúcar, grasas y sal.
"Estos lineamientos pueden servir de base para
desarrollar una política federal de alimentación escolar
 que garantice un piso normativo mínimo que promueva
 medidas efectivas e integrales en todo el país y que
asegure la equidad para todos los niños, niñas y
adolescentes de diferentes niveles socioeconómicos",
señaló Belén Ríos, codirectora ejecutiva de FIC Argentina.
 Y agregó: "Luego, a los fines de su implementación,
las jurisdicciones locales deberán avanzar con la regulación
 de los entornos escolares dado que la normativa en materia
 de escuelas y currícula escolar está descentralizada".
"Estos lineamientos servirán para informar el camino
 de políticas públicas que protejan adecuadamente
 a los chicos y chicas desde una perspectiva 
de derechos. Es fundamental contar con herramientas
 basadas en evidencia y avaladas por la sociedad civil
para resguardar los derechos de niños, niñas y
 adolescentes, que son los más vulnerables y cuyo
 bienestar actual y futuro está en juego. En ese
camino, desde Unicef apoyamos el fortalecimiento de
 esta coalición porque creemos que la participación
 es fundamental para avanzar firmemente en políticas
 para la prevención de la obesidad infantil a nivel federal
 y, en este camino, la escuela merece un resguardo
especial, ya que es allí donde se sientan los cimientos
de la protección del derecho a la salud, que es, además,
una precondición para la consecución de otros
derechos", aseguró Fernando Zingman, especialista en
 Salud de Unicef.La Coalición Nacional para Prevenir la
 Obesidad en Niños, Niñas y Adolescentes es una red de
 organizaciones de la sociedad civil creada en
noviembre del año 2017 gracias a la iniciativa de
 FIC Argentina y Unicef Argentina. Actualmente,
está conformada por 30 organizaciones de todo
 el país. Su objetivo principal es promover políticas
 públicas que mejoren el entorno alimentario y, de
esta manera, contribuir a la prevención de la
obesidad en niños, niñas y adolescentes.

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