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martes, 24 de diciembre de 2013

La conmovedora historia del perro que salvó a su dueño ciego

Se llama Orlando, es un labrador negro de casi 11 años, y evitó que su dueño -ciego desde 1995- muriera luego de caer a las vías del subte en Nueva York. Tierna e impactante, una historia con final feliz. ¡Emocionate!Orlando, un hermoso perro lazarillo labrador negro, se lanzó con mucha valentía a las vías en una estación del subte de Manhattan después que su amo se desmayara y cayera frente a un tren que se acercaba.
Cecil junto a Orlando, su perro lazarillo
Cecil Williams (61) y Orlando salvaron sus vidas luego de que el tren les pasara por encima a ambos. Un final milagroso para una odisea aterradora que se inició cuando Williams se dirigía al dentista y comenzó a sentirse débil.
“El trató de sostenerme”', le dijo emocionado Williams en su relato a la agencia AP, desde su cama en un hospital y con la voz que se le quebraba por momentos.
Los testigos dijeron que Orlando comenzó a ladrar frenéticamente y trató de impedir que Williams cayera del andén. Matthew Martin contó al diario New York Post que el perro saltó y trató de levantar a su dueño incluso cuando el tren se aproximaba. “Lo besaba, tratando de hacer que se moviera”, dijo Martin. Los testigos del hecho pidieron ayuda y el maquinista del tren redujo la velocidad mientras Williams y Orlando yacían en la fosa entre los rieles.
“El perro me salvó la vida'”, comentó Williams. Cuando recobró la conciencia, relató que oyó que alguien le decía que se quedara quieto. El personal de emergencia lo colocó en una camilla, lo rescató y se aseguró que Orlando no estuviera malherido.
“Me siento asombrado”, dijo Williams. “Siento que Dios y los poderes que reinan, tienen algo deparado para mí. No me llevaron esta vez. Estoy aquí por una razón”.
Luego del incidente, Williams fue trasladado a un hospital donde se espera que se recupere, con Orlando a su cabecera. El hombre tiene un vendaje grande en la frente, dijo que no está seguro de por qué perdió la conciencia, pero que se le aplica insulina y otros medicamentos.
Williams, que vive en Brooklyn, es ciego desde 1995 y Orlando es su segundo perro. El labrador cumplirá 11 años el 5 de enero y pronto se “jubilará”. El problema es que el seguro de salud no cubre el mantenimiento de un perro que no trabaje, por lo cual, su idea era buscar una buena familia que lo cuide. Si tuviera dinero, dijo Williams, “definitivamente me quedaría con él”.
Y acá llega la buena noticia. Gracias a la solidaridad de la gente, en los últimos dos días se recaudaron más de 100.000 dólares en donaciones para que el amor entre el perro y su amo continúe. La asociación caritativa “Guiding Eyes For The Blind” (“Ojos para guiar a los ciegos”), que crió y entrenó al animal, destacó la “conexión entre Cecil y Orlando, lo que les permitió probablemente permanecer en calma en un momento tan aterrador”. “Se ha recaudado más que suficiente para que Cecil pueda conservar a Orlando”, dijo a la agencia de noticias AFP, Michelle Brier, directora de comunicaciones de la institución.http://entremujeres.clarin.com/mi-mascota-y-yo/perro-salvo-dueno-ciego-metro-subte-nueva-york-lazarillo-labrador-negro-conmovedora-historia_0_1051094965.html

sábado, 26 de enero de 2013

Gonzo, el perro ciego que tira de trineos con la ayuda de su hermano

Es un Husky de Alaska que perdió la vista de golpe. Se apoya en su hermano Poncho para correr a la misma velocidad y saber hacia dónde ir. La primera señal apareció cuando Gonzo empezó a tropezarse con su plato de comida. Sus cuidadores en el criadero de perros de trineo se dieron cuenta de que algo estaba mal. Muy pronto, el animal, de raza Husky de Alaska, dejó de ver la blancura de la nieve que lo rodeaba y todo se volvió oscuridad. Preocupados, lo llevaron al veterinario quien confirmó lo peor: Gonzo se había quedado ciego tan rápido como era capaz de correr. Ese diagnóstico podría haberlo jubilado, pero Gonzo no estaba dispuesto a aflojar y su veterinario tampoco. "Háganlo correr", les ordenó a los cuidadores. Gonzo, uno de los 120 perros que tiene la empresa de paseos en trineo Muddy, estaba feliz de poder seguir corriendo entre la nieve del Estado de New Hampshire donde nació. Los cuidadores pusieron a Gonzo al fondo de la línea de perros que arrastra los trineos y le dieron una ayuda especial: su hermano Poncho. Juntos, volvieron a correr y siguieron sacando de paseo a los turistas que lo volvieron una celebridad. El perro es un boom y todos quieren verlo y acariciarlo. "A pesar de ser ciego, se da cuenta de lo que está sucediendo", dijo el gerente Muddy, Ben Morehouse. Su ceguera no es ningún un obstáculo. Mientras la mayoría de los perros corre mirando hacia adelante, Gonzo levanta su cabeza o la mueve hacia los costados, valiéndose de su sentido del oído y el olfato para orientarse. Karen Tolin, que empezó como voluntaria y ahora es socia de la empresa, asegura que cuando Gonzo se quedó ciego, Poncho lo trataba como siempre. Pero de pronto se dio cuenta de que algo había cambiado y que su hermano necesitaba ayuda. "Al principio, Poncho se ponía un poco nervioso cuando Gonzo se apoyaba sobre él mientras tiraban de los trineos, pero de alguna manera, no sé cómo se comunican los perros, se dio cuenta de su hermano lo estaba utilizando para guiarse y saber hacia dónde tenía que girar y lo rápido que debía correr. Ahora Poncho, deja que Gonzo se apoye en él y ya no se pone tan molesto como lo hacía al principio". Según publican el Daily News y el The Huffington Post, el dueño de Muddy, Neil Beaulieu, aseguró: "Nunca he visto algo así con perro. Definitivamente hay un vínculo y la comunicación más allá de lo que hacemos con los dos perros, es entre ellos dos". Un día de primavera, cuando Beaulieu salió a dar un paseo por un camino de nieve profunda. Gonzo tropezó y se hundió. Mientras la jauría seguía avanzando, Poncho se detuvo, metió la cabeza en la nieve y buscó el arnés de su hermano con los dientes hasta sacarlo. "Básicamente lo sacó del polvo ... lo puso de nuevo en el camino y nunca dio marcha atrás", recordó Beaulieu. "Me he encontrado perros en un montón de lugares, en todo el país, y fue lo más increíble que he visto hacer a perros de trineo", dijo.Beaulieu, un profesor de secundaria, vivía en Alaska hace 10 años cuando se presentó como voluntario para ayudar en la famosa "Carrera de 1.000 millas en trineo de perros de Iditarod". Allí, se decidió a darles refugio a los perros que debían retirarse o incluso eran abandonados tras perder la competencia. No sabía nada acerca de estos animales, pero con tiempo y amor se volvió todo un experto. Se mudó a Nueva Hampshire y mientras ayudaba a un amigo a montar un hotel, dio los primeros pasos para tener su propia empresa de paseos en trineo. "Se ha convertido en mucho más que un criadero de perros de trineo", dijo Beaulieu. Muddy es "una segunda oportunidad" para estos perros. Algunos fueron rescatados de situaciones difíciles. "Muchos de los refugios para animales consideran a los perros de trineo como no adoptables y no los admiten. Para mí y para todo el equipo aquí, eso es falso. Son muy adoptables", explicó. "Cada vez que salgo con los perros, ya sea Gonzo u otro, todavía me asombro de la capacidad que tienen", destacó Beaulieu. "Es simplemente increíble". Cuando Gonzo, Poncho y sus compañeros tienen que salir, el criadero se vuelve una locura. Ladran desenfrenados hasta que les dan la orden de arrancar. A toda velocidad, deslizan en la nieve al trineo y a los turistas que -de pronto- notan que los perros se han callado y que todo a su alrededor es una belleza total. La nieve, los árboles, el cielo. Todos, Gonzo incluido, se desplazan en silencio y al mismo ritmo. Protegido por la jauría, pero sobre todo por su hermano, es uno más. Sólo él nota que a su lado la nieve blanca se ha vuelto oscuridad. http://www.clarin.com/sociedad/Gonzo-tirando-trineos-ayuda-hermano_0_853714817.html