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lunes, 25 de marzo de 2019

¿Hay que ponerle límites a la producción de bebés editados genéticamente?

El escándalo por el nacimiento de bebés editados genéticamente
en China "gatilló" la propuesta de medidas urgentes para controlar
 el uso de esa tecnología por el riesgo que implica para la
 especie humana.Varios de los científicos que la desarrollaron
están preocupados y pidieron que se establezca una 
moratoria internacional para que no utilice la edición 
genética en embriones durante los próximos cinco años.
Mientras que un panel de expertos de la Organización Mundial
 de la Salud consideró esta semana que hoy la aplicación de
 la edición genética en embriones es "irresponsable". Para
 controlarlo, quieren un marco regulatorio fuerte y un
registro de las investigaciones en curso y futuras.
La cascada de propuestas se produce a raíz del escándalo
 por el anuncio del nacimiento de las primeras bebas
 por edición genética en noviembre pasado en la 
China. El científico He Jiankui pasó por alto las normas
 habituales para llevar a cabo un ensayo clínico,
alteró embriones y produjo las primeras bebas por
edición genética, de acuerdo con sus propios anuncios
 por YouTube. En ese momento, He Jiankui
argumentó que hizo la experimentación para que las
 bebas nacieran con una modificación que les
impidiera desarrollar la infección por virus del sida
 que tiene uno de sus padres. Pero encendió las 
alertas mundiales: el riesgo de usar la edición 
genética en embriones es hoy mucho mayor
 que su potencial beneficio, porque la tecnología
 podría conducir a secuelas inesperadas en los 
descendientes. Por el uso de la edición genética
en embriones, por su falta de transparencia
 y por no informar adecuadamente a los padres
 de las bebas sobre la experimentación, He
Jiankui fue duramente cuestionado por la comunidad
 científica mundial. En febrero pasado, fue despedido
 de la universidad donde investigaba. 
El llamado a la “moratoria global” fue publicada en la prestigiosa revista Nature y realizado por un grupo de científicos que impulsaron la tecnología y expertos en bioética para evitar la producción de bebés genéticamente editados.
El Ministerio de Salud de China publicó directivas
 para frenar el uso no aprobado de tecnologías
 biomédicas en la clínica.Como reacción ante el
 escándalo, varios de los científicos que impulsaron
 la tecnología y expertos en bioética pidieron ahora
 que se adopte una moratoria global para evitar 
la producción de bebés genéticamente editados.
 Son la francesa Emmanuelle Charpentier, el
estadounidense Eric Lander, el chino-estadounidense
 Feng Shang, la canadiense Françoise Baylis,
 y otros catorce investigadores que representan a
siete países, y están preocupados por el riesgo de
que se use la edición genética en espermatozoides,
 óvulos y embriones cuando aún la tecnología no
brinda seguridad ni eficacia.Hicieron el llamado a través
 de un artículo que se publicó el 14 de marzo en la
revista Nature. "Por moratoria global no entendemos
 una prohibición permanente", aclararon en el segundo
 párrafo. Hacemos un llamado para el establecimiento
 de un marco internacional en el que las naciones,
mientras retienen su derecho a tomar sus
propias decisiones, voluntariamente se comprometan a
no autorizar el uso de la edición genética de línea
germinal clínica hasta que se cumplan ciertas condiciones"
.Pidieron que los gobiernos de las naciones se
comprometan a que al menos durante los próximos
 cinco años no permitan la oferta de la edición genética
 con embriones humanos en centros de salud u
hospitales.En cambio, el panel de expertos de la
 OMS no estaría tan de acuerdo con una moratoria
 transitoria, sino con una acción global de regulación
 de la tecnología. Margaret Hamburg, una de las
 integrantes del panel que también es parte de la
 Academia de Medicina de Estados Unidos, consideró
 que "una moratoria vaga no es la respuesta a lo que
 se necesita hacer ahora". El panel difundirá lineamientos
 sobre el uso de edición genética en embriones y en
 pacientes en los próximos 18 meses. Sugirieron hacer
 el registro de investigaciones que incluyan la edición
genética para dar más transparencia.Desde 2012 
en adelante se empezaron a debatir las implicancias
 de la tecnología de edición genética. En 2015, un
equipo de científicos editaron el ADN de embriones en
 China y se sembró la polémica. En 2018, el anuncio del
 nacimiento de las bebas editadas, que se dio en el
marco de una cumbre sobre la tecnología en Hong Kong,
 rompió los titubeos de la comunidad científica para tomar
decisiones más firmes.En el texto que ahora publican los
 científicos en Nature, como Lander y Charpentier , se
menciona que ya hay 30 naciones que tienen normas que
limitan el uso de la edición genética en embriones, y que
 podrían dejar la moratoria de manera indefinida o
 establecer su prohibición. Pero ellos llaman a un marco
 global, y no se olvida de personas que no son científicas
 pero que sí pueden estar interesados en el
desarrollo de la tecnología.Uno de los potenciales riesgos
 es que su aplicación en embriones genere aún más
desigualdad entre los grupos sociales que accedan a la
tecnología si fuera segura y eficaz en el futuro.
Consultado por Infobae, Hugh Whittall, director 
del Consejo de Bioética Nuffield, una prestigiosa 
organización no gubernamental con sede en Londres,
 que investiga y analiza los dilemas éticas que se plantean
 con la actividad científica, opinó: "Aunque se haga o no
 una moratoria global, apoyamos fuertemente la conclusión
 de que ningún intento más en el uso clínico de la edición
 del genoma debería hacerse antes de que haya
realizado un amplio debate en la sociedad sobre su
aceptación. Tampoco debe usarse la técnica en embriones
 hasta que la investigación haya reducido la incertidumbre
 considerable sobre los riesgos del uso clínico a un nivel
 aceptable. No sabemos todavía si la edición del
genoma brindará seguridad suficiente para el uso clínico,
 o cuáles uses podrían ser adecuados. Pero no deberíamos
 esperar hasta que eso esté listo para movernos
antes de que consideremos si deberíamos hacerlo de
todos modos".Con respecto a la regulación de la
tecnología, el doctor Whittall, puntualizó que "en muchos
 países, el uso clínico de la técnica de edición 
genética no está legislado hoy. Diferentes países
están teniendo sus propios debates sobre la edición
genética. En nuestro último reporte del año pasado,
recomendamos una acción internacional para
garantizar que la política sobre este tema pueda
desarrollarse en todos los países en modos en
que se respeten los derechos humanos".En la
Argentina, todavía no hay normas sobre la tecnología
 de edición genética de embriones humanos para
prevenir enfermedades o para mejorar la especie.
Sí, fue el primer país en el mundo que reguló el uso
 de edición genética en la experimentación con
animales y vegetales. Desde setiembre de 2018,
 rige una norma para evaluar terapias por edición de
 células del cuerpo de un ser humano después
del nacimiento como medicamentos biológicos.
En diciembre del año pasado, se hizo un encuentro
 de divulgación pública por expertos, en el Centro
Cultural de la Ciencia, en Buenos Aires, organizado
 por la Secretaría de Gobierno de Ciencia,
Tecnología e Innovación Productiva, la Secretaría
 de Agroindustrias, el Conicet, el Instituto
Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y la
 Administración Nacional de Laboratorios e Institutos
 Nacionales de Salud (ANLIS). En cambio, la edición
 genética en células germinales humanas todavía no
 está regulada por el Congreso, ni por algún
organismo del Poder Ejecutivo.Como parte de la
 Asociación para la Investigación Responsable e
Innovación en Edición genética, la abogada
argentina Fabiana Arzuaga sostuvo que "la UNESCO
 debería modificar la declaración sobre el uso del
 genoma humano y aclarar que el uso de la edición
genética en embriones no debe ser permitido hasta
 tanto no demuestre seguridad y eficacia, y
después de un
amplio debate".https://www.infobae.com/
america/ciencia-america/2019/03/25/hay-que-
ponerle-limites-a-la-produccion-de-bebes-editados
-geneticamente/



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