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viernes, 3 de junio de 2016

Localizan en el cerebro la clave para combatir trastornos alimenticios

Científicos de EEUU localizaron la clave para combatir los trastornos alimenticios, como la obesidad, en un receptor en el cerebro humano, según un estudio publicado por la revista especializada Science Translational Medicine.Al localizar el lugar exacto del cerebro que desencadena los desórdenes alimenticios, los investigadores de la Escuela Icahn de Medicina de Mount Sinai, Nueva York, abren una nueva puerta para el tratamiento de los trastornos.El aumento y la pérdida de peso en el cuerpo humano es consecuencia de un mecanismo en cadena. El hipotálamo, la parte del cerebro que controla el apetito y la masa corporal, se ve afectado por una pequeña molécula que activa ciertos receptores que desencadenan la sensación de hambre.
Una vez comprendieron este mecanismo, los expertos se dedicaron a buscar el compuesto farmacéutico adecuado para estimular esa parte del hipotálamo.Tras probar con más de 10.000 compuestos químicos, los científicos encontraron un fármaco que efectivamente generó apetito en unos ratones, que comieron en grandes cantidades y aumentaron su masa corporal.Los investigadores de Nueva York confían en que se pueda activar esta misma molécula en el cerebro humano mediante el suministro de los fármacos adecuados y así combatir no solo la obesidad, sino también la anorexia y la bulimia.El mayor avance de este estudio es que señala la parte del hipotálamo al que los compuestos químicos farmacéuticos deben dirigirse.Este descubrimiento abre una nueva línea de investigación para el tratamiento de trastornos alimenticios tan comunes como la obesidad, que afecta a más de 600 millones de adultos y a más de 42 millones de niños menores de cinco años, según los datos más recientes de la Organización Mundial de la Salud (OMS). http://www.docsalud.com/articulo/7325/localizan-en-el-cerebro-la-clave-para-combatir-trastornos-alimenticios

miércoles, 1 de octubre de 2014

Casi el 10% de las adolescentes sufre trastornos alimentarios

Un estudio realizado en más de mil adolescentes reveló que los trastornos alimentarios en esta población se presentan en todos los matices de peso y en especial en aquellos con un pesaje considerado adecuado. A su vez mostró que casi el 10% de las chicas los sufre. Los datos fueron difundidos en el XIV Congreso Argentino de Obesidad y Trastornos Alimentarios organizado por la SAOTA, que se realizó a principios de mes en la Ciudad de Buenos Aires.El sondeo, que evaluó a 725 chicas y a 433 varones de entre 13 y 19 años que asisten a  escuelas medias en Capital Federal y el Gran Buenos Aires,mostró que este problema no sólo alcanza a las mujeres sino también a los hombres de esta edad, en concreto, al 1,6% de ellos. Por otra parte, casi la totalidad de las voluntarias encuestadas quería verse más flaca.La encargada de liderar el sondeo, realizado por la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA) y con un subsidio de UBACyT fue la doctora  Guillermina Rutsztein, quien junto con su equipo adaptó instrumentos del exterior, los tradujo y le incorporó términos adoptados al contexto sociocultural de los adolescentes de nuestro país.“El estudio fue de doble fase. La primera constó de cuestionarios autoadministrados a los alumnos, con los que se buscó evaluar el riesgo de la población de sufrir algún trastorno. En la segunda, con entrevistas personalizadas, se confirmaron los porcentajes de jóvenes con estos problemas”, destacó la experta.Pero el trabajo no sólo buscó calcular qué cantidad de jóvenes sufre bulimia, anorexia u otros trastornos similares, sino también evaluar la efectividad de las herramientas empleadas para este fin. 
En diálogo con DocSalud.com, Rutsztein reconoció que la mayoría de ellas están pensadas para el cuerpo femenino, sin tener en cuenta que los varones también sufren estos problemas.
Fallas de percepción
En el trabajo se detectó que el 9,9% de las mujeres y el 1,6% de los varones presentaban trastornos alimentarios no identificados (TANE), que son aquellos que, aunque similares, no cumplen con todos los criterios de la anorexia y la bulimia nerviosa. Pero sí se detectó que el 0,4% y el 0,3% sufrían de estos desórdenes respectivamente.Por otra parte, durante la fase de los cuestionarios se detectó que el 25% de la población relevada estaba en riesgo de sufrir este tipo de problemasLa experta compartió que cerca del 70% de los participantes presentaba un peso normal, pero sólo el 54% consideraba que tenía un peso adecuado. Por otra parte, si bien sólo el 20% de los jóvenes relevados presentaba sobrepeso y obesidad, el 30% se consideraba gordo.“Estas cifras demuestran que existe una distorsión de la imagen corporal entre los adolescentes”, indicó Rutsztein. Por otra parte, la doctora en Psicología detalló que los jóvenes, al ver sus pesajes, pensaban que habían engordado, “pero en realidad lo que no registraron es que habían crecido en estatura y creían que tenían un promedio de cinco centímetros menos”.Por otra parte, según detalló la experta, todos los relevados buscaban verse más delgados. Quienes sufrían trastornos alimentarios querían pesar 9 kilos menos, quienes estaban en riesgo de padecerlos  querían adelgazar 5 kilos, mientras que los que no tenían riesgos querían bajar 4 kilos.Para lograr estos objetivos, casi 1 de cada 4 adolescentes encuestados haría ejercicio excesivo para bajar de peso, lo que equivale a una actividad más de dos veces por semana sólo para lograr este fin.La misma proporción de jóvenes estaría dispuesto a hacer dieta a pesar de presentar un peso corporal considerado normal según los parámetros establecidos por la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP).
Cómo prevenirse
A cambio del permiso para realizar el relevamiento, las autoridades de las escuelas solicitaron a las profesionales que dictaran talleres de prevención. Según detalló la psicóloga, en ninguno de estos encuentros  se deben difundir características de la bulimia y la anorexia, ya que esta conducta podría aportar ideas a adolescentes  en riesgo. “En su lugar, se debe trabajar en el ideal de belleza, y recalcar el mensaje de que este patrón cambió con los años”, remarcó.En relación a la cantidad de participantes, indicó que los grupos deben ser de hasta 10 personaa  Su equipo coordinó talleres de cuatro encuentros destinados a adolescentes mujeres en los que hubo asistencia perfecta.“Acabamos de completar talleres con 50 chicas, pero buscamos llegar a más establecimientos, en especial los públicos”,  indicó Rutsztein.Por otra parte, se repartió folletería sobre imagen corporal y auoestima, además de material que ofrecía una visión crítica sobre el ideal de belleza contemporánea y que advierta sobre el uso indiscriminado de los retoques fotográficos.http://www.docsalud.com/articulo/6113/casi-el-10-de-las-adolescentes-sufre-trastornos-alimentarios

martes, 5 de agosto de 2014

La bulimia y la anorexia afectan cada vez más a los adolescentes varones

Un informe elaborado recientemente por la Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (Aluba) reveló ese incremento basado en un relevamiento de más de 100.000 casos en varias provincias, únicas cifras existentes en el país sobre la temática.
"En el 2004 se registró un nivel de patologías del 2% en el total de adolescentes varones encuestados, mientras que en el último informe el índice llegó al 9%", explicó Mabel Bello, fundadora y directora médica general de Aluba. Bello recordó que hace 30 años, cuando nació la Asociación, "las estadísticas y las consultas mostraban que del total de afectados por desórdenes alimentarios un 95% eran mujeres y el 5% restante varones, mientras que hoy hay un número proporcional muchísimo mayor". "Hay también un cambio cultural importante que justifica eso: los jóvenes se depilan, prestan más atención al propio cuerpo, tienen más dificultades para integrarse socialmente o para conseguir trabajo y eso puede generar conductas adictivas en personalidades predispuestas", advirtió.
Existen dos grupos importantes de "población de riesgo, uno formado por niños o niñas perfeccionistas, rígidos, obsesivos, generalmente estudiosos o abanderados de escuela y con pocas habilidades sociales", explicó Bello.
La patología alimentaria es la que presenta más mortalidad entre las enfermedades psiquiátricas
El otro "es un grupo mayor de chicos que presenta por lo general desórdenes de conductas y emociones, altibajos emocionales, irritabilidad, enojo, dificultades en el estudio o para concentrarse", señaló.Para Bello "lo más importante es conectar los cambios sociales y culturales con este aumento notable en las cifras; vivimos una cultura muy visual, que hace énfasis en la belleza y la estética, y eso hace que los adolescentes o los jóvenes se interesen extraordinariamente por sus propios físicos".
"En estas patologías, que por lo general comienzan en la etapa adolescente, la de mayor vulnerabilidad, el 40% es genético y el 60% restante es cultural", afirmó. La especialista subrayó que "si la enfermedad se cronifica puede acompañar al individuo toda la vida", por lo que es "sumamente importante" prevenirla.
"La patología alimentaria es la que presenta más mortalidad entre las enfermedades psiquiátricas en la adolescencia a nivel mundial, por eso es tan importante prevenirla", precisó.
"Habitualmente la prevención está dirigida a explicarle a los chicos cómo está conformada la pirámide alimentaria y cuántas calorías tienen los alimentos, pero creemos que se debería empezar por educar o alertar a padres y profesores para que detecten a estos chicos que son objeto de burlas o les cuesta integrarse socialmente", consideró.http://www.rosario3.com/salud/noticias.aspx?idNot=150156

Fuente: Telam

miércoles, 15 de junio de 2011

Afirman que en el país, el 29 % de la población sufre patologías alimentarias

La Asociación de Lucha contra la Bulimia y la Anorexia (ALUBA) difundió estudios internacionales que revelan que tanto en Argentina como en Japón la anorexia afecta a cerca de 1 cada 100 mujeres. El documento también indica que, al igual que en Italia, el 29% de la población de nuestro país sufre algún tipo de patología alimentaria.La investigación pertenece a Mervat Nasser, especialista en psiquiatría, especializado en investigación en temas de salud y desarrollo del instituto de psiquiatría de Kings College, Londres. Su informe revela que el país con más incidencia de trastornos alimentarios es Japón, con un 35% de la población afectada. Otras naciones de Asia - incluyendo Corea, Singapur y Hong Kong- poseen la mayor cantidad de mujeres adolescentes con estos desórdenes, ya que una de cada 10 sufre de bulimia o anorexia. En EEUU, cerca de 10 millones de personas padecen hoy en día de desordenes alimentarios. De ese total, el 90 % corresponde a mujeres y el 10 % a hombres.Mientras que Italia comparte los valores argentinos, con un 29 % de la población afectada. Con cifras similares, el Reino Unido revela un 27 % de impacto en la sociedad de estas patologías.La situación localEn Argentina particularmente, las enfermedades vinculadas a la alimentación entre las adolescentes ha registrado en el último decenio un incrementos de 50 %, cifra que representa poco más de 100.000 casos. Las únicas cifras nacionales disponibles fueron comparadas con el último estudio difundido por ALUBA. Aquí, las conclusiones:• En el año 2000 se registró un nivel de patologías del 9 % en el total de adolescentes mujeres encuestadas, en tanto en el último informe el índice llega al 12 %.• En el año 2000 se detectó un 26 % de la población encuestada con desordenes alimentarios, en tanto que en el estudio más reciente este guarismo alcanza el 37 %.• Las patologías tienen mayor incidencia en la adolescencia aunque la edad de comienzo es cada vez más temprana. Si la enfermedad se vuelve crónica, puede acompañar al individuo toda la vida.• Se detectó que la presencia en la familia de patologías del espectro bipolar, es la más frecuente entre las jóvenes que presentaron trastornos alimentarios.http://www.docsalud.com/articulo/2262/afirman-que-en-el-país-el-29--de-la-población-sufre-patologías-alimentarias

viernes, 26 de noviembre de 2010

Ya hay casos de anorexia y bulimia en chicos de 9 años

/11/10 Antes sólo afectaban a adolescentes y adultos Son parte de un fenómeno que preocupa a los expertos. Lo atribuyen a que los patrones de consumo y modelos estéticos de estos años provocan que los nenes se vuelvan cada vez más vulnerables.
PorValeria Román
Anorexia y bulimia Algunos chicos se niegan a comer completamente. Otros sólo se alimentan con hamburguesas y gaseosas, y le dicen no a las verduras. O también están los que se dan atracones compulsivos. Estos comportamientos, que antes eran propios de adolescentes y de adultos, hoy se manifiestan en chicas y chicos que ya a los 9 años presentan síntomas de trastornos alimenticios, como la bulimia y la anorexia.
“Hay un corrimiento en las edades de los trastornos alimenticios hacia edades más tempranas”, dice Mario Elmo, a cargo del comité de pediatría ambulatoria de la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP), que días atrás realizó un congreso e incluyó el problema en el programa. “Hay una preocupación en la comunidad médica –reconoció el doctor Elmo–, porque estos desórdenes de los chicos con la comida dan cuenta de una impronta social muy fuerte. Hay patrones de consumo y modelos estéticos que hacen que los niños se vuelvan más vulnerables”. Agregó: “No se trata de trastornos psicopatológicos individuales. Los chicos expresan una problemática social”.
En la Asociación de Lucha contra la Bulimia y Anorexia (ALUBA), están recibiendo más casos de nenes con problemas. Igual situación se da en las instituciones infantiles como el Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez o en el Elizalde, de Capital. “No todos son casos de bulimia y anorexia ya configurada como la que se puede diagnosticar en adolescentes y adultos, pero vemos más niños con trastornos en su relación con la comida ”, afirmó Mabel Ferraro, jefa de nutrición y diabetes del Hospital Elizalde.
En la explicación del fenómeno de los desórdenes en los chicos, hay varias razones. “Antes de que se produzcan los cambios físicos que hacen que los niños pasen a ser adolescentes, hay un aumento del peso. Principalmente se nota en la pancita”, señala Marcela Paz, pediatra del Hospital Italiano de Buenos Aires y disertante en el congreso de la SAP. Generalmente, los chicos transcurren esos cambios sin conflicto con el aumento del peso. Pero ahora hay más niños que lo viven con disconformidad, y disgusto.“En esos casos suelen no querer comer, quieren hacer más ejercicio o también vomitan en un intento por bajar de peso”, comenta Paz. A esto se le puede sumar un entorno que se encarga de “destacar” los rollitos. “Las generaciones de padres que tienen entre 25 y 45 años se criaron en un contexto que valora en exceso el cuerpo delgado, y es común que ahora hagan comentarios a los chicos como “estás rellenita” o se burlen”, según la doctora Ferraro.El error de los padres es trasmitir la idea de que “el éxito se consigue por la delgadez” . Los cuadros de los trastornos alimenticios en chicos adquieren ciertas diferencias con los adolescentes y los adultos. “No van a comprar laxantes como los grandes. Generalmente, son chicos que comen menos, que seleccionan qué van a comer, y que tienen cambios de carácter –detalla la pediatra Paz–. Están más tristes y retraídos. Pueden estar deprimidos. Quizá les vaya bien en la escuela, pero pierden contacto con sus amigos y evitan situaciones donde intermedia la comida o donde tengan que mostrar sus cuerpos”.Tampoco suelen decir “quiero estar más flaco”, sino que sencillamente no quieren la comida. Un componente común en los casos de los chicos afectados –advierte Marcelo Bregua, coordinador general de ALUBA y psicólogo clínico– es que formen parte de familias poco comunicativas y afectuosas. “Por eso, en el tratamiento para atenderlos, recomendamos a los padres que les digan palabras agradables, que los alienten en las tareas que hacen, y que los abracen. Esto parece obvio, pero la realidad es que algunos padres ponen mucha distancia con sus hijos. Por ejemplo, tenemos casos de padres que vienen supuestamente a acompañar el tratamiento, pero se ponen a leer y no le prestan atención a los nenes ”. En la mayoría de los casos, los especialistas señalan que el problema debe ser enfocado incluyendo a la familia. “Lo que hacemos es que los chicos formen parte de un grupo y jueguen, acompañados por pediatras y psiquiatras. También la familia participa a través de charlas con los profesionales y con otras familias. Si no evoluciona adecuadamente, el chico suspende las clases”.
En casos graves, se llega a la internación , pero lo fundamental es que se identifique qué está pasando en la familia”.