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martes, 4 de mayo de 2010

Niños mal comidos y mal dormidos, niños con más dolores de cabeza


Médicos y especialistas muestran su preocupación por la mayor aparición de cefaleas en niños y preadolescentes. Apuntan contra inadecuados hábitos de sueño y mala alimentación, además de stress y abusos en la automedicación.
El aumento de casos de dolor de cabeza en niños y preadolescentes preocupa a los especialistas médicos ya que existe una correspondencia con la suba de otros malestares físicos y psiquiátricos que normalmente se darán en su vida adulta.
Según un trabajo elaborado por la doctora Noemí Tinetti, coordinadora General del Área de Diagnóstico y Tratamiento de Cefaleas Infanto Juveniles del Centro Médico del Sol y miembro de la Asociación Argentina de Cefaleas, las cefaleas en la infancia tienen una alta frecuencia de aparición dado que es un síntoma que acompaña a un amplio espectro de patologías.
En este contexto hizo mención a aquellas cefaleas que se presentan junto a un proceso infeccioso simple de vías respiratorias hasta aquellas consideradas graves como las que acompañan a un tumor cerebral.
Sin embargo, para la doctora Tinetti "en un punto intermedio se encuentran las cefaleas primarias, siendo la migraña y la cefalea tipo tensión las más prevalentes en los niños, dolencias aun subdiagnosticadas y subtratadas".
Un estudio realizado en Estados Unidos sobre 27.000 casos reveló que entre el 37 y el 51% de los niños de 7 años había presentado episodios de significativa cefalea y que a los 15 años, ese porcentaje había aumentado al rango de entre 57 y 82%.
La doctora Tinetti también explicó la sintomatología de las cefaleas y describió que "en los menores de 6 años suelen predominar los síntomas gastrointestinales, y podemos encontrar cuadros de intensos vómitos, que en ocasiones puede llevar al niño a un estado de deshidratación".
También dijo que en otros pacientes pueden darse episodios de importante dolor abdominal y llanto o la presencia de vértigos que se acompañan de vómitos y miedo.
"Todos ellos exigen descartar previamente otras patologías para recién entonces pensar en que el pequeño sufre migraña", agregó Tinetti.
De acuerdo con el estudio, entre los 6 años y el inicio de la pubertad suele ser difícil hacer un diagnóstico diferencial entre migraña y cefalea tipo tensión, ya que las características son muy similares en este grupo etáreo.
En estos casos, el dolor de cabeza es frecuentemente bilateral, de carácter opresivo, acompañándose con fotofobia – sonofobia (molestia a la luz y el sonido) y vómitos, con duración breve, comúnmente menos de una hora.
"Si la intensidad es severa pensaremos en una migraña -explicó la especialista-, pero si es leve o moderada podríamos estar frente a una cefalea tipo tensión".
A partir de la pubertad las características clínicas son, en forma progresiva, cada vez más semejantes a los cuadros que presentan los adultos con dolor de un solo lado de la cabeza, pulsátil (que late), severo, con duración mayor a 2 horas, sono y fotofobia, aumento de la intensidad del dolor con los movimientos y náuseas y/o vómitos. Entre los factores desencadenantes del dolor de cabeza en niños, los más frecuentes son los malos o inadecuados hábitos de sueño y de alimentación y el stress, el cual puede ser generado por exigencias académicas o por dificultades familiares, por desorganización de las actividades y también por la realización de deportes competitivos. Pero por otra parte, los padres no deben administrar analgésicos a sus hijos sin mediar la indicación de un especialista, ya que la automedicación suele derivar en abuso de fármacos, lo que a su vez exacerba las cefaleas.
http://www.26noticias.com.ar/ninos-mal-comidos-y-mal-dormidos-ninos-con-mas-dolores-de-cabeza-109360.html

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