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miércoles, 12 de octubre de 2016

Oxitocina: ¿nueva arma contra la obesidad?

La oxitocina es una hormona que se produce naturalmente en el cuerpo humano, e interviene en el parto y la lactancia. Sin embargo, investigaciones recientes han descubierto funciones adicionales: es importante para el comportamiento social, la relación con los amigos,la confianza y el vínculo madre-hijo. De hecho, cuando una madre amamanta a su bebé, su cerebro libera oxitocina para consolidar la conexión entre ambos. Por eso se la llama la "hormona del amor". Además interviene en las funciones cognitivas y en diversos trastornos psiquiátricos como los del espectro autista, la depresión y los trastornos de ansiedad. Las personas tomamos alrededor de 150 decisiones diarias relacionadas con los alimentos y el comer.
Uno de los principales problemas es la dificultad para la mayoría de nosotros para manejar las porciones de los alimentos consumidos. Detener el impulso de continuar comiendo es una tarea demasiado compleja para la mayoría. Esta es una de las causas de la epidemia de obesidad. Diversos factores intervienen. Por un lado está nuestro “genotipo ahorrativo”, que nos dirige a comer todo lo que tenemos delante, con el objetivo de almacenar para tiempos adversos. Por el otro, un entorno que ofrece porciones hipertróficas que a los humanos nos dejan atrapados quizás por nuestra intensa aversión al derroche. Además de los mencionados, recientemente se le sumaron a la oxitocina otros efectos fisiológicos muy importantes sobre la salud: el control del apetito y la regulación del balance energético. En efecto, se ha observado que la reducción del nivel de oxitocina se asocia con obesidad.
Un genotipo ahorrativo nos lleva a comer de más con el objetivo de almacenar para tiempos adversos.
Estudios en ratas y monos, y más tarde en humanos, muestran que el aerosol nasal de oxitocina proporciona efectos terapéuticos contra la obesidad y los trastornos metabólicos relacionados. La razón es que disminuye la conducta compulsiva en personas con sobrepeso y obesidad. En estos estudios la utilización de oxitocina por vía nasal reducía la cantidad de calorías y de grasa que la gente comía.En un estudio se entrenó a un grupo de hombres utilizando spray nasal de oxitocina 15 minutos antes de cada decisión. Los hombres que recibieron oxitocina mostraron un mayor autocontrol después de recibir la oxitocina. Aprender nuevas funciones acerca de la implicación de las hormonas en la regulación del apetito es ciertamente valioso.De todas formas, ¡no salgan a buscar soluciones mágicas! Las personas consumimos lo que el mercado, el restaurante o la familia nos ofrece. De hecho, entre todos instalamos una norma de consumo de cada tipo de alimento que luego es una guía de comportamiento que ya nadie discute.Pero los humanos poseemos errores mentales sistemáticos. Uno de ellos es el llamado “sesgo de unidad”, concepto que se refiere a la sensación de que una porción de alimento en particular es la apropiada o suficiente. El sesgo de unidad proporciona la base para comprender por qué el tamaño de una porción influye en la cantidad de alimento que se consume. Al menos por ahora, la solución a la obesidad no dependerá de una hormona. Sin embargo, nuevas funciones de hormonas conocidas y nuevas vías de administración, la intranasal, por ejemplo, pueden ofrecer estrategias alternativas para abordar esta pandemia de muerte lenta.Afrontar la epidemia de obesidad requiere cambios sustanciales dentro de los paradigmas de tratamiento que en su mayoría solo hacen foco en la estigmatización de alimentos, la prohibición, la demonización, y por supuesto, en cambios en la industria alimentaria que puede aportar soluciones ofreciendo alimentos más saludables reformulándolos y empaquetándolos en la “porción justa” para que la decisión saludable sea la fruta más a mano. Mónica Katz es médica especialista en nutrición de la Universidad Favaloro/Centro Dra. Katz. http://www.clarin.com/buena-vida/nutricion/Oxitocina-nueva-arma-obesidad_0_1666633398.html

viernes, 17 de abril de 2015

El vínculo entre un perro y el dueño se compara con el de madre e hijo

Dicen que el perro es el mejor amigo del hombre, y ahora ese vínculo tan fuerte encontró una mejor explicación científica. En Japón, un equipo de investigadores realizó experimentos y descubrió que durante la mirada entre los perros y sus dueños se activa un proceso hormonal similar al que se da entre madres e hijos.El trabajo es publicado en la revista Science, de la Asociación Estadounidense para el Avance de las Ciencias, de esta semana. Lo llevó adelante el equipo liderado por Miho Nagasawa, de la universidad japonesa Azabu. Y detectó cómo la mirada entre el perro y su dueño dispara en ambas especies los niveles de oxitocina en el cerebro, que es una hormona relacionada con los patrones sexuales y la conducta paternal y maternal.La oxitocina -conocida popularmente como “hormona del amor”- actúa también como neurotransmisor en el cerebro y se considera que tiene un papel importante en el reconocimiento y establecimiento de vínculos sociales, así como en la formación de relaciones de confianza entre las personas.Para realizar esta investigación, los científicos pusieron en una habitación a varios perros con sus dueños y documentaron cada interacción entre ellos durante 30 minutos. Después, midieron los niveles de oxitocina tanto en la orina de los perros como en la de sus dueños y descubrieron que el contacto visual sostenido entre ellos elevó los niveles de la hormona en los cerebros de ambas especies.
Contacto. La mirada entre el perro y su dueño dispara oxitocina en el cerebro de ambas especies.
En un segundo experimento, los investigadores rociaron oxitocina en los hocicos de algunos perros y los colocaron en una habitación con sus dueños y algunos desconocidos. ¿El resultado? Los animales aumentaron el tiempo en que miraban a sus dueños y, después de media hora, los niveles de oxitocina crecieron en los dueños de los perros tratados.Ya se sabía que los perros descienden de los lobos, a partir de un proceso de domesticación que se habría dado primero en Asia, posiblemente en China, y luego en Europa hace entre 18.800 y 32.100 años. Los perros ya estaban integrados con los humanos hace 15.000 o 20.000 años, antes de que se desarrollara la agricultura. Ese vínculo de tantos años explica también por qué ya hay 800 razas de perros (más que de cualquier otro animal en el mundo).Otra parte de la investigación de los japoneses consistió en averiguar qué pasa con los lobos y los niveles hormonales. Se encontró que los lobos no tienen la misma respuesta de activación de la hormona oxitocina. Por lo cual, los investigadores sugieren que este mecanismo de conexión entre el hombre y el perro se desarrolló durante el proceso de domesticación. “El mismo mecanismo de conexión, basado en el aumento de la oxitocina al mirarse, que fortalece los lazos emocionales entre las madres y sus hijos, ayuda a regular también el vínculo entre los perros y sus dueños”, aclararon.En investigaciones anteriores se había descubierto que la oxitocina estaba involucrada en el reconocimiento y las interacciones sociales. Ahora, se sabe que cuando un perro y su amo se miran a los ojos, disfrutan de una descarga de oxitocina. Esto explica por qué los perros se han familiarizados con gestos humanos que resultan mucho más difíciles de aprender para los grandes simios o para los lobos.http://www.clarin.com/sociedad/perros-duenos-hormonas-ciencia-Science-oxitocina_0_1340865957.html