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viernes, 19 de octubre de 2018

Para adelgazar: cómo sentirte satisfecho con menos calorías

Si estás buscando bajar de peso, es probable que estés prestando más atención a lo que comés y a las porciones. En ese caso, conocer de qué se trata la densidad energética de los alimentos puede ayudarte a hacer mejores elecciones para sentirte satisfecho consumiendo menos calorías.Las dietas para adelgazar bien planificadas aplican el concepto de densidad energética para ayudar a adelgazar y a mantener ese peso a largo plazo, afirman especialistas de la Clínica Mayo (CM) de Estados Unidos. "Dicho en pocas palabras, la densidad energética es el número de calorías (energía) contenidas en una cantidad específica de comida. Alta densidad energética significa que una pequeña cantidad de ese alimento contiene muchas calorías y baja densidad energética significa que una porción grande de ese alimento contiene pocas calorías", explican.Las uvas y las pasas de uva son un buen ejemplo para entender de qué se trata. Mientras que las pasas tienen alta densidad energética, porque una taza tiene alrededor de 434 calorías; la misma porción de uvas tiene tan sólo 82 calorías, es decir, que su densidad energética es más baja.
"Si estás esforzándote por bajar de peso, el objetivo es que comas alimentos con baja densidad energética", sostienen los autores del artículo de la CM. ¿Cómo? Comiendo más volumen de comida con menos calorías, lo que te ayudará a sentirte satisfecho sin subir de peso.
Pastas integrales, al dente y con vegetales, una combinación perfecta.
Son tres los factores principales que determinan si un alimento contiene alto o bajo nivel de densidad energética:
✔️Agua. Las frutas y las verduras generalmente tienen alto contenido de agua y fibra que aportan volumen y peso, pero no calorías. Por eso son alimentos de baja densidad energética. Por ejemplo, el pomelo tiene un 90% de agua y medio pomelo tiene apenas 37 calorías; las zanahorias frescas y crudas tienen aproximadamente un 88% de agua y una zanahoria mediana tiene solo unas 25 calorías.
✔️Fibra. Los alimentos con alto contenido de fibra aportan volumen y tardan más en digerirse, lo que genera saciedad durante más tiempo, pero con menos calorías. Las verduras, las frutas y los cereales integrales contienen fibra.Los pochoclos son un buen ejemplo de un cereal integral que aporta volumen con pocas calorías, porque una taza de pochoclos hechos con aire caliente (sin aceite) tiene alrededor de 30 calorías.
Grasa. La grasa tiene alta densidad energética. Por ejemplo, una porción de manteca contiene casi la misma cantidad de calorías que 2 tazas de brócoli crudo. Los alimentos que contienen grasa naturalmente, como los lácteos y distintos tipos de carnes, o los alimentos con grasa agregada tienen mayor contenido de calorías que sus equivalentes magros o con menor contenido de grasa.

Pirámide nutricional

Cambiar los hábitos del estilo de vida nunca es sencillo y aplicar el concepto de densidad energética para crear un plan de alimentación no es la excepción. Por ello, el primer paso es saber qué alimentos son mejores opciones en cuanto a densidad energética.A continuación, se muestra la densidad energética según las categorías de la pirámide de la CM para un peso saludable.
Carnes magras, frutas y verduras: rico, fresco, saludable y con baja densidad energética.

Verduras

La mayoría de las verduras tienen pocas calorías, pero mucho volumen o peso. La mayoría de las verduras contiene agua, que aporta peso sin calorías. Algunos ejemplos incluyen ensaladas verdes, espárragos, chaucha, brócoli y zucchini.
Para incorporar más verduras en tu alimentación, acompañá los fideos con unas verduras sofritas, en lugar de carne o salsas. Disminuí la porción de carne en el plato y aumentá la porción de verduras. Agregá verduras a los sandwichs y consumí verduras crudas entre comidas.

Frutas

Prácticamente todos los tipos de fruta forman parte de una dieta saludable, pero algunas tienen menos calorías que otras. Las frutas enteras, sean frescas, congeladas o enlatadas sin almíbar, son buenas opciones; los jugos de fruta y las frutas deshidratadas, en cambio, son fuentes concentradas de azúcar natural y, por lo tanto, tienen alta densidad energética (más calorías) y no llenan tanto.Para incluir más frutas en tu alimentación, agregá arándanos azules al cereal durante el desayuno. Probá rodajas de mango o de durazno sobre tostadas integrales con un poco de manteca de maní o de miel, o  agregá unos gajos de mandarina o rodajas durazno a la ensalada. Tené a la vista un recipiente con frutas, o ponelas en el refrigerador, y comelas en cualquier momento.

Carbohidratos

Muchos de los carbohidratos son cereales o productos derivados de los cereales, como los cereales del desayuno, el arroz, el pan y los fideos. Los cereales integrales son la mejor opción porque tienen mayor contenido de fibra y otros nutrientes importantes.Optá por los cereales integrales: elegí pan de trigo integral, fideos integrales, avena, arroz integral y cereales integrales para el desayuno, en lugar de otros cereales refinados. Debido a que muchos carbohidratos tienen alta densidad energética, controlá el tamaño de la porción.

Proteínas y productos lácteos

Entre estos están los alimentos de origen animal y vegetal. Las opciones más saludables con bajo contenido de calorías son los alimentos ricos en proteínas y con bajo contenido de grasa y calorías, como las legumbres (porotos, arvejas y lentejas) que también son buenas fuentes de fibra, el pescado, la carne de ave blanca sin piel, los productos lácteos sin grasa y las claras de huevo.

Grasas

Si bien las grasas son alimentos con alto contenido energético, algunas grasas son más sanas que otras. Incluí en tu alimentación pequeñas cantidades de grasas saludables monoinsaturadas y poliinsaturadas. Los frutos secos, las semillas y los aceites (de oliva, de cártamo y de semillas de lino) contienen grasas saludables.

Dulces

Al igual que las grasas, los dulces suelen tener alta densidad energética. Las mejores opciones de dulces son aquellos que contienen poca grasa agregada e ingredientes saludables, como frutas, cereales integrales y productos lácteos con bajo contenido de grasa. Algunos ejemplos son las frutas frescas recubiertas con yogur de bajo contenido graso, las galletas dulces elaboradas con harina integral o una cucharada de helado con bajo contenido de grasa.La clave con los dulces es que la porción sea pequeña y los ingredientes sanos. Por eso, hasta un trozo pequeño de chocolate amargo puede ser parte de un plan para bajar de peso."Si tenés siempre presente el concepto de la densidad energética, no vas a tener hambre ni te vas a sentir restringido. Incorporar en tu alimentación abundantes frutas frescas, verduras y cereales integrales te hará sentir satisfecho con menos calorías y, ocasionalmente, hasta podrías añadir un postre", concluyen los especialistas.https://www.clarin.com/buena-vida/adelgazar-sentirte-satisfecho-calorias_0_dlaVPB_vC.html

viernes, 15 de mayo de 2015

El “snackeo” crece y ya se lo considera como una quinta comida

El ritmo de vida urbano y el comer apurado, de rato a rato, generó el nacimiento de la “quinta comida” del día. Así lo determinó una encuesta que se realizó entre 1.363 personas de grandes centros urbanos del país. El trabajo, del Centro de Estudios sobre Nutrición Infantil Dr. Alejandro O’Donell (CESNI), precisó que el 80% de los encuestados además de desayuno, almuerzo, merienda y cena, realizan “snacking”. ¿De que se trata? De cualquier alimento ingerido entre las hasta ahora comidas tradicionales, más allá de que se trate de alimentos de copetín o frutas. El fenómeno se da también entre los más chicos. Los tiempos y las actividades extraescolares aumentaron en las últimas décadas. Al mismo tiempo, la industria de alimentos desarrolló propuestas en porciones pequeñas para que se puedan consumir individualmente, incluso en la calle. Esos factores incidieron en la aparición de la “quinta comida”.La investigación concluyó que se trata de un patrón estable que se realiza a lo largo de toda la semana y que lo practica el 80% de la población de los centros urbanos, independientemente de su edad. Puede ocurrir a media mañana o a media tarde y en la mayoría de los casos fuera del hogar. ¿El alimento elegido? Según el caso, una manzana, un yogur o un poco recomendable paquete de palitos. El snack representa entre el 5 y 12% de la energía diaria, según la dieta de cada persona. Pero tiene una incidencia mayor en la alimentación diaria de los chicos que en la de los adultos. Mientras su aporte nutricional es bajo, representa el 9% de las grasas saturadas y el 23% de los azúcares agregados que se ingieren. La nutricionista María Elisa Zapata, investigadora adjuna del CESNI, señala que esta nueva comida “no tiene por qué asociarse con obesidad o con un hábito negativo. Biológicamente tenemos un estómago pequeño, por lo que está en la naturaleza humana la necesidad de comer varias veces al día”.La preocupación pasa por otro aspecto. Según el estudio, sólo un tercio de la población elige para “snackear” alimentos saludables. Otro tercio come los considerados poco saludables (en este segmento, prevalecen los adolescentes y adultos). 
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En las bebidas, eligen más gaseosas e infusiones dulces, en lugar de agua o infusiones sin azúcar. El último tercio practica un snacking mixto (mayormente, los chicos de entre 3 y 11 años). Una dieta rica en grasas, azúcares y sodio aumenta el riesgo de sufrir trastornos como obesidad, colesterol e hiperglucemia. “El snackeo puede disminuir la calidad de la dieta, pero también es oportunidad para mejorarla a partir del consumo de frutas, lácteos y otros alimentos de buena calidad nutricional”, señala el pediatra Esteban Carmuega, director del CESNI. En promedio, los alimentos que se consumen en el snackeo son infusiones con azúcar (19%), frutas (17%), panificados y galletitas (14%), bebidas e infusiones sin azúcar (13%), yogur (9%) y azúcares, dulces, golosinas y postres (9%). En conjunto, alrededor de la mitad de los alimentos que se ingieren en la llamada “quinta comida” son pobres en calidad nutricional (46%), pero la otra mitad se compone de frutas, lácteos y cereales, calificados como alimentos saludables, siempre que no se consuman en exceso. Las personas que tienen un patrón de snackeo menos saludable ingieren en esa quinta comida el doble de calorías, tres veces más cantidad de grasas totales, saturadas, azúcares libres y sodio, y menos de la mitad de vitaminas, que quienes snackean en forma saludable.Consultado por Clarín, el nutricionista de la UBA Sergio Brito explicó: “Es bueno incorporar el hábito de leer la información nutricional en etiquetas. Lo ideal es que una porción de snacking no supere las 100 calorías”. Hay que evitar alimentos industrializados como papas saladas, galletitas dulces o saladas –se pueden reemplazar por galletitas integrales– y golosinas, como los alfajores.http://www.clarin.com/sociedad/snackeo-alimentacion_0_1357664291.html