Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta toxicologia. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta toxicologia. Mostrar todas las entradas

lunes, 12 de diciembre de 2011

Geología médica, por más salud sobre la Tierra



Hace más de 2.000 años, varios textos chinos ya describían 46 minerales diferentes de uso medicinal. Las aplicaciones terapéuticas de estas sustancias, y de muchas rocas, también eran conocidas para los antiguos griegos y egipcios. Incluso, los “libros de recetas” de medicinas de estas y otras numerosas culturas trataban en forma extensa sobre los minerales del arsénico, cuyos efectos sobre la salud Hipócrates (460-377 a.C.) describió como “corrosivos y causantes de quemaduras en la piel e intensos dolores”.
Hoy, estas publicaciones y especialistas se enmarcarían en una disciplina reemergente: la geología médica, que estudia el impacto de los materiales y procesos geológicos –ya sean naturales u originados por la acción del hombre– en la salud de los seres humanos, los animales y las plantas. De carácter claramente interdisciplinario, este nuevo campo acerca a geocientíficos e investigadores de la medicina y de la salud pública, para tratar problemas diversos, como las deficiencias nutricionales de ciertos minerales requeridos para el funcionamiento normal del organismo, los efectos tóxicos de la exposición a cantidades elevadas de elementos esenciales y no esenciales, y a polvos y materiales radioactivos presentes en el ambiente; así como las consecuencias de fenómenos naturales, como las erupciones volcánicas y los terremotos, y de actividades humanas, como la minería.
Con el fin de nuclear a los profesionales en el tema, tomar decisiones críticas para el beneficio de la disciplina y proporcionar una plataforma estable para intercambiar ideas, difundir información y promover investigaciones, en 2006 nació la Asociación Internacional de Geología Médica (IMGA, por sus siglas en inglés), una organización políticamente neutra a la que, cuatro años más tarde, se incorporó la Argentina. El actual presidente del capítulo local es el Dr. Eduardo Santini-Araujo, vicepresidente para Sudamérica de la Academia Internacional de Patología, y profesor de los Departamentos de Patología y de Anatomía Patológica de las Facultades de Medicina y Odontología, respectivamente, de la Universidad de Buenos Aires.
Bajo la nube de cenizas
Por los riesgos para la salud que pueden acarrear, los fenómenos volcánicos –como la erupción del Puyehue, que mantiene en jaque a la Patagonia y a la aviación argentina–, siguen siendo el eje de numerosas investigaciones geomédicas. Hasta el momento, se sabe que la mayoría de las emanaciones producen pocos efectos adversos sobre la salud.
En algunas circunstancias, la exposición prolongada puede producir enfermedades de pulmón serias, incluso en personas sanas. Por ejemplo, esto puede ocurrir cuando las cenizas –cuyo tamaño, color y composición varían según el tipo de volcán y de erupción– son muy finas y contienen sílice cristalina, lo que produce una condición llamada silicosis.
Las cenizas también pueden impactar en la salud mental, creando cuadros de estrés, ansiedad y depresión. Incluso son capaces de producir efectos indirectos, como lesiones en accidentes viales o por hundimiento de techos, o problemas relacionados a deficiencias en los servicios de saneamiento y abastecimiento de agua. Además, estos fenómenos naturales afectan la salud animal y vegetal, aunque a largo plazo, pueden redundar en beneficios para la fertilidad de los suelos.
Lo justo y necesario
Existen ciertos elementos naturales que son esenciales para la salud. El calcio, el fósforo, el magnesio y el flúor son imprescindibles para la estructura de los huesos, los dientes y las membranas celulares; el zinc, el cobre y el selenio son necesarios para el funcionamiento de ciertas proteínas; y el iodo es un componente fundamental de la hormona tiroidea. Estos micronutrientes se obtienen de una variedad de fuentes. Entre las más importantes se encuentran los alimentos que provienen de los suelos y el agua también.
Por su rol crítico para las funciones biológicas, la ingesta inadecuada de estos elementos puede ocasionar enfermedades. Por ejemplo, la deficiencia de iodo es capaz de causar diferentes desórdenes, como bocio, el aumento de tamaño de la glándula tiroidea, e hipotiroidismo. En muchas partes del mundo, el riesgo de padecer falta de iodo es muy alto, y se debe a una baja concentración de este elemento en las rocas basales y, por ende, en el agua. Para combatir este problema, Argentina posee desde 1967 una Ley Nacional que obliga a suplementar con este mineral la sal de mesa. Por otra parte, la ingesta excesiva de micronutrientes también puede ser nociva. Esto sucede con el flúor, que causa fluorosis dental (manchas en el esmalte) y esquelética.
Las bondades de los minerales.Pero como reconoce el Dr. Robert Finkelman, actual co-director de la IMGA, aunque la mayor parte de las investigaciones en Geología Médica se han enfocado más en las complicaciones, las rocas, los minerales y los procesos geológicos también aportan beneficios para la salud. Así, en una revisión que publicó en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health describe el uso en productos farmacéuticos y cosméticos, y el desarrollo de ciertas aplicaciones médicas sofisticadas –como algunos implantes–, que utilizan metales y micronutrientes. Además, menciona varios trabajos hechos en Japón que identificaron una variedad de afecciones, como dolores musculares y de articulaciones, hemorroides y quemaduras, o gota que podrían tratarse en fuentes termales.http://www.docsalud.com/articulo/2943/geología-médica-por-más-salud-sobre-la-tierra

martes, 25 de octubre de 2011

Los efectos nocivos del paco

Si alguna vez drogarse, para quienes lo hacían, llevaba implícito una ideología y un estilo vida que implicaba hasta un tipo de beneficio existencial, con la aparición del paco todos esos argumentos, cuanto menos no solo deben reformularse, sino que también ameritan la pregunta de si su gestación no fue consecuencia de esa misma visión alimentada por el marketing que hace el propio narcotráfico.La pasta base de cocaína es extraída de las hojas de coca, y el paco no es más que el residuo que queda cuando ésta es purificada a clorhidrato de cocaína a través de procesos químicos que utilizan sustancias altamente tóxicas para el cerebro. Su apariencia es de un polvo blanco o amarillento, dependiendo de la cantidad de sustancias que se le agregan para diluirla.El paco es más toxico para el organismo que la cocaína sola y que otras drogas. Es altamente adictivo y genera un alto compromiso, tanto físico como psicológico. Un consumidor de fin de semana fácilmente puede devenir adicto en poco tiempo.
Entre sus altos componentes tóxicos, que se emplean en su producción para abaratar costos, se encuentran el kerosene, el ácido sulfúrico, el talco, el vidrio molido de tubos fluorescentes, las anfetaminas y las aspirinas, entre otros.
Consecuencias neurológicas y secuelas para el desarrollo
Su consumo afecta nocivamente al cerebro, hasta el punto que lesiona el lóbulo frontal, donde se ubican los 18 milímetros de neuronas que distinguen nuestra vida de la de los chimpancés. Por ejemplo, como consecuencia de la aspiración del kerosén se disuelve el recubrimiento mielínico de los axones, lo que impide la transmisión de los impulsos eléctricos en las neuronas.
Las secuelas que generan tales lesiones impactan directamente en la conducta, con escasa capacidad de frenar los impulsos, de controlar la motricidad y la agresión, de pensar en las consecuencias de los actos, y de su conciencia moral.
Su consumo en etapas de desarrollo tales como la pubertad y adolescencia, deja secuelas que limitan el ulterior desarrollo de las funciones psíquicas tales como la memoria, la atención, laconcentración, y por ende, la capacidad de aprender y de desarrollarse tanto psíquica como emocionalmente. Así, quien lo ingiere hipoteca sus posibilidades de progreso en el futuro laboral como la posibilidad de constituir una familia funcional.
Impacto en el organismo.Según informes de centros toxicológicos, el efecto del ácido sulfúrico que contiene el paco produce enfisema y cáncer pulmonar a mediano plazo. A su vez, la combustión del kerosén genera monóxido de carbono, el cual substituye el oxígeno en los eritrocitos del plasma, lo que genera expectoración de sangre o mucosa sanguinolenta del tracto respiratorio. A su vez, su consumo durante el embarazo produce mutaciones severas en el feto.
Otros de sus efectos son la degradación progresiva de la piel, el debilitamiento de los músculos, la reducción acelerada del peso corporal (en algunos casos produce anorexia), el desgano y el insomnio, la midriasis (dilatación de la pupila por encima del diámetro normal de 4 mm), náuseas, vómitos, hipertensión arterial, migraña severa y taquicardia. Frecuentemente produce ulceraciones en los labios y la cavidad bucal y por último, su consumo sostenido produce muerte cerebral a muy corto plazo.Los efectos del consumo, distinguirlos en cuatro fases:Durante la primera, produce euforia, disminución de inhibiciones, sensación de placer. Hiperexcitabilidad, intensificación del estado de ánimo, aceleración de los procesos de pensamiento, además de sensación de ser muy competente y capaz. También ocasiona disminución del hambre, el sueño y la fatiga, además de cambios en los niveles de atención. Por último, ocaiona aumento de la presión sanguínea, la temperatura corporal y el ritmo respiratorio. En una segunda etapa es capaz de producir malestar, seguido de fuerte sensación de angustia, depresión brusca, inseguridad, deseo incontenible de consumir para buscar los efectos de la primera fase, tristeza y apatía. La tercera fase es la de consumo compulsivo, donde se empieza usar paco de manera interrumpida, aún cuando hay dosis en sangre para evitar la disforia.
La cuarta etapa es la de la psicosis y las alucinaciones, donde el consumo puede provocar la pérdida del contacto con la realidad, que puede darse después de días o semanas de fumar con frecuencia. Estas alucinaciones pueden ser visuales, auditivas, olfatorias o cutáneas.
El fuerte poder adictivo del paco radica en la sensación de euforia que siente solo al ingerir las primeras dosis. Ese estado suele ser tan intenso como la angustia que sobreviene luego.
Durante la fase de euforia, que dura entre uno a cinco minutos, el aspecto del consumidor es similar al de los zombis que aparecen en la ficción: sus movimientos son torpes, se quedan sin habla, y se le abren los ojos mas de lo normal. Tras este estado sobreviene una intensa y aguda sensación de angustia, acompañada por un deseo de ya no existir y volver a consumir.
Consecuencias sociales
Estos altos niveles de angustia conducen a acciones desesperadas para conseguir la droga, deviniendo problemas de índole familiar, social, judicial y de seguridad. Con tal de conseguir dinero para las dosis, engañan primero a sus padres y amigos y después terminan por robar o vender lo que tienen a mano.Como dato relevante, de la población de policonsumidores que tenía hábitos de ingerir diversas sustancias psicotóxicas como marihuana, alcohol, psicofármacos, una vez que comenzaron con el paco, quedaron fijados en su consumo sin siquiera probar las otras sustancias que la precedieron a su consumo.Otro aspecto significativo es que si bien, su consumo comenzó en los estratos bajos e indigentes, y se la consideraba como la “droga de exterminio” de las poblaciones vulnerables, en la actualidad su consumo se registra en todo el arco social, en clases medias y altas.Su ingesta dejó de ser económica, dado las cantidades de dosis que se requieren para poder alcanzar los estados mencionados en la primera fase. Se observa que sus hábitos de consumo está desplazando al uso de las otras sustancias y sus consecuencias forman parte del denominador común que hacen a las condiciones sociales de inseguridad, como robos, delitos, accidentes y violencia.
http://www.docsalud.com/articulo/2782/los-efectos-nocivos-del-paco

martes, 23 de noviembre de 2010

Los peligros de la “jarra loca”


La previa comenzó temprano. Los de siempre nos juntamos en la casa de Vero porque los padres no estaban. En el balde pusieron todo tipo de bebidas y al rato no quedó nada. Yo no estaba convencida pero también tomé, como todos. No me animé a decir que no. Cuando llegué al boliche estaba pasada”, declaró Agustina, de 15 años
Es que en un balde, también conocido como “jarra loca” se mezclan, jugos, alcohol, gaseosas y psicofármacos. La práctica de este consumo se ha convertido en costumbre entre adolescentes de distintos niveles socioculturales. Antes del boliche, o durante la fiesta combinan los sobrantes de bebidas y medicamentos.
El principal objetivo, según se desprende de su discurso es “volcar”, lo que se traduce en “lograr una sensación cercana a la muerte”. Al mezclar, muchas veces los comprimidos no se disuelven en forma homogénea, motivo por el cual no todos los que la comparten el brebaje presentan los mismos efectos.
Los adolescentes constituyen un grupo de riesgo, atraviesan períodos de labilidad emocional, se sienten omnipotentes e invulnerables. Estas características junto con el entorno sociocultural, hacen que fácilmente busquen experimentar nuevas conductas con sus pares, como fumar, tomar bebidas alcohólicas e incursionar en el mundo de la droga. Las cifras son alarmantes: este año la subsecretaría de Atención a las Adicciones bonaerense anunció que el 90% de los jóvenes a partir de los 13 años ya consume alcohol. A su vez, en la Unidad de Toxicología del Hospital Fernández, el 70% de las consultas por guardia son por intoxicaciones agudas por consumo de alcohol, psicofármacos o ambos.La ingesta abundante de bebidas espirituosas produce una pérdida gradual del control, con progresiva disminución de la conciencia que por último puede llegar a producir la muerte por depresión respiratoria. Esta evolución puede darse con solo con tomar alcohol, pero el empleo simultáneo con otras sustancias puede modificar el cuadro.En la actualidad existe una tendencia a la automedicación y al abuso de remedios de prescripción, dado el fácil acceso a ellos. En los hogares es habitual que haya disponibilidad de psicofármacos; benzodiacepinas y neurolépticos son los más usados por los jóvenes, pero también echan mano a otras drogas.
Las recetas de la jarra más populares son con el agregado de sustancias psicoactivas, incluyendo cafeína (de las mal llamadas bebidas energizantes) o medicamentos. Las bebidas que solo contienen alcohol deprimen el sensorio, pero si se mezcla con un estimulante puede permitir que se siga consumiendo hasta niveles mucho más elevados y por lo tanto más peligrosos. Por el contrario, cuando las mezclas se realizan con otros depresores del sistema nervioso central, como las benzodiacepinas, opioides, antihistamínicos, etc. se suman o potencian los efectos, por lo que se llega antes a etapas de depresión respiratoria.
En el Centro Nacional de Intoxicaciones del Hospital Posadas se trataron a cinco jóvenes entre 17 y 27 años con depresión del sensorio e hipoglucemias graves. Todos habían ingerido una mezcla de alcohol con hipoglucemiantes, que provenían de la llamada “jarra loca”. Dos de ellos fallecieron y los tres restantes quedaron con secuelas neurológicas.
¿Cómo frenar esta epidemia? Algunas características de la personalidad pueden ayudar a que un adolescente evite el consumo de alcohol y drogas:
• Imagen personal positiva
• Confianza en sí mismo, seguridad personal.
• Capacidad crítica para resistir a las presiones del grupo.
• Manejo de información clara y precisa sobre los efectos y consecuencias del consumo de drogas.
• Buenas relaciones interpersonales.
• Presencia de una escala de valores.
• Proyecto de vida.
http://www.docsalud.com/articulo/1502/los-peligros-de-la-jarra-loca