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lunes, 21 de enero de 2019

Los efectos de Tuci, "la nueva cocaína" que consumen los jóvenes en Argentina

"La droga de moda", reveló Cristian, un joven de 30 años, cuando se le preguntó por el "tuci", o el polvo rosa al que también definió como "la nueva cocaína". Esta sustancia se comercializa y expande en los boliches más caros y en las fiestas más exclusivas de Buenos Aires."En los boliches de Palermo no la vas a encontrar ni en pedo", indicó Cristian a Infobae, quien prefirió no revelar su apellido por "miedo a cortarle el negocio a gente complicada". "Yo suelo ir a fiestas electrónicas y ahí la ves con naturalidad. La mueven ahí. Las veces que voy a un boliche en donde pasan cumbia o 'cachengue' no la veo.Pertenece a la high society, como decimos entre amigos", agregó.El doctor Carlos Damín, jefe del área de Toxicología del Hospital Fernández, le explicó a Infobae que el tuci "es la 'cocaína rosa' o 2 CB cuyo nombre químico es 4-bromo-2,5-dimetoxifeniletilamina. Es una sustancia sintética, cuyo efecto es similar al del éxtasis y el LSD".De allí surge su nombre: "tuci" o "tu-ci-bí", como también lo mencionan, por la denominación en inglés (two cb). "No sé el valor con exactitud, pero sí me han contado que 5 gramos del tuci pueden costar casi 10 mil pesos. Es una droga muy cara", sostuvo Cristian.
En 2017, la droga fue incluida dentro de la lista de estupefacientes ilegales en el país. En el decreto 722/91, el tuci se exhibe en un listado de sustancias prohibidas.El joven le explicó a este medio que sí la ha probado y que las experiencias fueron diversas. "Por la segunda la dejé de consumir. La primera vez me sentí igual que con otras sustancias de este tipo. Extasiado por decir de alguna manera. Cuando volví a hacerlo me di cuenta de lo tóxica que es esta droga: estuve varios días con vómitos, temí lo peor. Me hizo dejar todas las demás"."Actualmente está de moda y, según algunos consumidores, esto les genera una sensación de status. Tras consumir 2C-B, el resultado puede variar de acuerdo con el rango de la dosis. Se dice que a los 15 minutos de haber sido inhalada, empiezan efectos psicodélicos parecidos a los del éxtasis. Se experimentan desde tics o movimientos espasmódicos involuntarios hasta alucinaciones visuales", explicó a Infobae Geraldine Peronace, médica psiquiatra y especialista en adicciones.A diferencia de la marihuana o la cocaína, las cuales encuentran sus orígenes en plantaciones vegetales, el tuci es el resultado de varios procesos químicos. Finalmente, se comercializa en forma de pastillas o en polvo color rosado.
"Los efectos suelen durar entre 4 y 8 horas y, en total, suelen transcurrir unas 8/10 horas desde la ingesta hasta que se retorna al estado inicial, siempre dependiendo de la dosis y de la persona", agregó Peronace. El doctor Damín, quien también preside Fundartox, aseguró: "El consumo de tuci produce arritmias cardíacas y cuadros de psicosis tóxicas. Son complicaciones graves, las cuales pueden producir la muerte dependiendo de la dosis y la adulteración de la sustancia".
De Estados Unidos hacia América Latina
La "droga de la alta sociedad" encuentra su origen en 1974 en un laboratorio de California, Estados Unidos, el cual encabezaba el farmacéutico Alexander Shulgin. Sustancia de diseño, su base radica -como ya se ha mencionado- en los elementos químicos y no en los naturales.Su auge latinoamericano comenzó con la llegada del nuevo siglo. En 2004, tras haber sido consumida en México, ingresó a Colombia, más precisamente a la ciudad de Envigado, cercana a Medellín. Allí, un hombre perteneciente a la clase baja colombiana comenzó a fabricarla. Lo llamaron "Alejo Tucibí". Su nombre real es Jorge Alejandro Arboleda, a quien en el departamento de Antioquia lo llamaron "el Pablo Escobar de la droga rosa". Su relación con esta sustancia, según los medios colombianos, se dio luego de que éste creara la versión criolla del tuci. La preparaba en forma artesanal y la vendía en Medellín, con la ayuda de sus amigos.La envió a Bogotá pero antes a Cali, ciudad en la que tuvo que radicarse luego de ser amenazado por los narcotraficantes de Medellín. Volvió a ocurrirle lo mismo en Cali y así fue como viajó hacia Bogotá, en donde continuó el "negocio". Fue capturado en 2016 luego de que se pusiera un marcha un granoperativo.
https://www.infobae.com/sociedad/2019/01/21/los-efectos-de-tuci-la-nueva-cocaina-que-consumen-los-jovenes-en-argentina/

jueves, 17 de enero de 2019

Cuáles son las cinco sustancias más adictivas que existen y el daño que producen

La heroína, la cocaína, la nicotina, los barbitúricos y el alcohol son las sustancias más adictivas en el mundo, según una lista realizada por el medio independiente The Conversation, en base a un estudio realizado en 2007 por el experto David Nutt.
La clasificación, según los expertos, fue realizada en base a varios factores como: daño a quien lo consume, precio, grado en que la sustancia activa la dopamina –neurotransmisor–, placer que produce la droga, entre otros.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) también señala que la dependencia de sustancias es multifactorial. En ese caso también influyen factores biológicos y genéticos, psicosociales, culturales y ambientales. Además menciona que “las sustancias psicoactivas interfieren en el funcionamiento cerebral normal alterando el almacenamiento, la liberación y la eliminación de los neurotransmisores”.
Estas son solo algunos rasgos que caracterizan a estas drogas, y que pueden ayudar a entender por qué las cinco que se mencionarán a continuación son las más adictivas.
La heroína es la sustancia más adictiva.
1. Heroína
La heroína puede producir una intensa euforia inicial, unida a una sensación de calidez y relajación. Con frecuencia, también hace olvidar el malestar emocional o físico, el dolor y la ansiedad. Siempre que se consume, se corre el riesgo de una sobredosis, la cual puede ocasionar un estado de coma y la muerte, puntualiza la Organización Mundial de la Salud.
2. Cocaína
La Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) estima que unos 205 millones de personas consumen algún tipo de sustancia ilícita. Entre las más común está la cocaína. Según lo mencionado por The Conversation, esta droga interfiere directamente con el proceso de transmisión de dopamina de una neurona a otra. Además se estima que entre 14 y 20 millones de personas en todo el mundo usan cocaína.
3. Nicotina
El peligro que se esconde tras la nicotina, principal sustancia adictiva en los cigarrillos, la coloca en tercer lugar. La OMS indica que el tabaco mata cada año a más de 7 millones de personas, de las que más de 6 millones son consumidores del producto y alrededor de 890 mil son no fumadores expuestos al humo de tabaco ajeno.En los adultos esto causa graves trastornos cardiovasculares y respiratorios. Entre los niños pequeños, el humo del cigarrillo pude resultar en una muerte súbita.
4. Tranquilizantes
Los medicamentos utilizados para combatir la ansiedad o inducir el sueño, que contengan barbitúricos, están en el puesto número cuatro.The Conversation señala que estos “interfieren con la señalización química en el cerebro, cuyo efecto es cerrar varias regiones del cerebro. En dosis bajas, los barbitúricos causan euforia, pero en dosis más altas pueden ser letales porque suprimen la respiración”.
5. Alcohol
El alcohol, señala el panel de expertos en el documento, tiene muchos efectos en el cerebro, pero en lo que tiene que ver con los mecanismos de recompensa del cerebro está probado que puede elevar los niveles de dopamina entre un 40 y un 360%, según demostraron algunos experimentos en el laboratorio.https://www.rosario3.com/noticias/Cuales-son-las-cinco-sustancias-mas-adictivas-que-existen-y-el-dano-que-producen-20190116-0015.html

viernes, 10 de marzo de 2017

“Bloodtooth”: una letal forma de drogarse

En las cárceles de Sudáfrica se comenzó a usar una nueva manera de drogarse llamada “bloodtooth”, un derivado de la palabra bluetooth -relacionado al intercambio de contenido entre dispositivos, y con el agregado del término blood –sangre–.El concepto da nombre a un método que intercambia dosis de sangre entre personas. "Una persona se inyecta la dosis, luego la otra persona extrae la sangre de la primera y se la inyecta a sí mismo”, dijo Solomon Legodi, del centro de tratamiento Second Chance, según un informe de elmundo.es.
Un nuevo método para drogarse intercambia dosis de sangre
Las consecuencias para quienes utilicen esta nueva modalidad de drogarse pueden ser letales. “Van desde la transmisión de enfermedades a la muerte. Puede provocar ataques al sistema inmunológico y una coagulación sanguínea severa, lo que puede causar el colapso del sistema circulatorio, el fallo de los órganos y la muerte", explicó la portavoz del Servicio Nacional de Sangre Sudafricano, Jackie Thomson.El Bloodtooth fue concebido para abaratar los costos y la composición de la droga sienta precedente en el Nyaope, una mezcla múltiple de heroína con efedrina, detergente, arsénico y antidepresivos. Entre sus efectos se cuentan  la ralentización de los procesos mentales y las náuseas, además de la supresión del dolor, el riesgo de ataques al corazón y de abortos espontáneos. Con el tiempo se pueden producir complicaciones circulatorias, de pulmones, hígado y del riñón, además de problemas mentales. https://www.rosario3.com/noticias/Bloodtooth-una-letal-forma-de-drogarse-20170309-0024.html

domingo, 11 de octubre de 2015

Las nuevas tendencias se prueban en las disco

La luz blanca del flash ilumina a un pibe flaquito de unos 20 años, que tiene puesta una remera con la figura de “Heisenberg”, el héroe maldito de la serie “Breaking Bad”. La música electrónica rebota en el pecho de todos, por momentos se vuelve insoportable. El pibe de la remera de “Heisenberg” intenta seguir la melodía, los bajos, los climas, pero no hay caso. La escena no termina de cerrar, porque el pibe parece un recién llegado a este mundo de las fiestas electrónicas. Usa esa remera para intentar pertenecer, se le notan las ganas de entrar a un mundo que le es ajeno. A su lado hay un muchacho musculoso, de unos 30 años, remera blanca y anteojos negros. Muy transpirado, muy conectado con la música. Baila torpe pero con ritmo. Robótico pero coordinado. No hace falta ser un experto en drogas para advertir que uno tomó éxtasis y el otro –el pibe con la remera de “Heisenberg”– no. Esto es lo primero que llama la atención en una fiesta electrónica. Como en ninguna otro ritual nocturno, el que no consume siente la distancia, se ve afuera de una celebración que parece perfecta. Los que están en trance derrochan empatía, amor, abrazos, colores. Bailan como si el mundo estuviera en juego ahí, en esta noche, en cada paso. Y no hay manera de romper esa barrera, de quebrar esa distancia. No hay remera de “Heisenberg” que funcione como pasaporte. Como si el único modo de decodificar la melodía frenética de la música electrónica fuera a través de ciertas drogas.
Según los médicos consultados por Clarín, las drogas de diseño tienen cada vez más preponderancia en la noche porteña. Si los ‘80 y los ‘90 fueron los años de la cocaína, las primeras fiestas “raves” en Parque Sarmiento a finales de los ‘90 son también el punto inicial de la convivencia entre música electrónica y nuevas drogas como el éxtasis (antes “bicho”, hoy “rola”), pero también de toda la familia de estimulantes, anfetaminas, cristal, lanzaperfume y ketamina, entre muchas otras. 

La globalización también implica la posibilidad de producir en Argentina las drogas que están de moda en Europa. Según la doctora Hilda Montrull, históricamente había una división geográfica del consumo de drogas: en Europa predominaban las drogas derivadas del opio, como la morfina o la heroína, por una cuestión de cercanía con los centros de producción. En América, predominaba la cocaína y la marihuana, por la misma razón de cercanía y costo. Esa frontera se derribó para siempre”. 
Argentina es el segundo país consumidor de éxtasis de América Latina, solo detrás de Chile, según la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Crimen (ONUDC). Y esa cifra viene en constante ascenso: desde un 0,2% hasta un 2,6% de la población, según estadísticas de 2009. De todas maneras, los ingresos a la guardia del Hospital Fernández por intoxicación siguen siendo mayoritariamente por sobredosis de alcohol (53%). 
Esta noche, la del pibe de la remera de “Heisenberg”, es en un boliche de la Costanera, uno de los tantos que tiene una guardia médica en la puerta. En ese ámbito, con un famoso DJ italiano que es tratado como una estrella de rock (y que tiene la edad de las estrellas de rock; o sea, más de 50 años), la fiesta es hasta las seis de la mañana, pero sigue en el “after”. Estos lugares abren casi todos los fines de semana (“Pachá”, “ClubOne”, “Club69”, “Crobar”, “Bahrein”). Pero hay también eventos más grandes, comparables a recitales, como el “Ultra Music Festival”, “Moonpark” o “Buenos Aires Trance”. Esa temporada alta de fiestas se corona con la “Creamfields”, el próximo 14 de noviembre.No hay humo de cigarrillo. No hay (tanto) alcohol. Tampoco hay clima de levante. La noche se vive con frases cortas: “¿Qué tomaste?”, preguntamos. “Qué te importa?”, responden, sin dejar de bailar. Hay una sonrisa en la cara, hay movimiento todo el tiempo. Una suerte de sensualidad pero no sexualidad. Diferente al histeriqueo clásico. Según Victor Lenarduzzi, autor de la tesis doctoral (y luego libro) “Placeres en movimiento. Cuerpo, música y baile en la escena electrónica”, “la pista de baile, al menos la electrónica, en algún punto se desexualiza porque el baile se vuelve eje de la escena. Antes estaba subordinado a la conquista, se sacaba a bailar, incluso se acosaba a las chicas, porque se iba a bailar para tratar de tener sexo. Diría que es post-sexual más que asexuada”. El consumo dura mucho más que estas horas bajo techo. El consumo empieza antes, en las “previas”, cuando se toma alcohol o algún protector hepático para atenuar los efectos de la pastilla. O quizás el consumo empieza aun antes de la “previa”, en la logística para conseguir nuevas drogas (unos 150 pesos el precio promedio de una “pasti”). O incluso antes de eso, en la información al alcance de la mano que está en los foros (Ver recuadro “El debate...”). Las experiencias de consumo con las diferentes pastillas, las preguntas que un chico le puede hacer con confianza al moderador de un foro al que nunca vio en su vida, pero que jamás podría hacerle a su padre: “¿Recomiendan tomar pasti dos días seguidos?”. Nada demasiado diferente a googlear los síntomas, en lugar de llamar al médico. En los foros se incita a no comprar droga en los boliches y a consumir únicamente pastillas que hayan sido testeadas, a través de un método muy sencillo, conocido como “marquis”, en donde se mide la presencia de la droga a partir de la reacción química. También, los comentarios en el foro dan muestra de lo que Carlos Damin, jefe de Toxicología del Hospital Fernández, denomina policonsumo. Un ejemplo: “Tomé esta ‘yingyang’ en la bat también, y tuve los efectos que dicen todos, pero pensé que fue por la keta (probé keta por primera vez). La pase muy mal, me sentia muy volado, incomodo, de mal humor, no tenia noción del tiempo, se me venían imágenes a la cabeza, me sentía apagado, sin sentimientos. Supongo que no me dormí porque antes de la ‘yingyang’ había tomado un dedaso de cristal. Al otro día tuve muchos temblores. No las recomiendo”. La validez de los foros como garantía del consumo responsable encuentra equivalencias con la presencia de las guardias médicas en los mismos boliches. Para algunos, es una incitación al consumo. “Me parece dramático, es como darles vía libre para el consumo porque saben que de última hay un médico en la puerta”, dice Damin. 
La prohibición del consumo o la venta de drogas dentro de la disco parece una utopía: atentaría contra el propio negocio y una “pasti” es más chica que una aspirina.
Termina el set del DJ y hay aplausos desde la pista, que no muestra signos del cansancio de una noche en la que nadie dejó de moverse. Hay abrazos y promesas de seguir la noche –ya la mañana– en un after cercano. Del pibe con la remera de “Heisenberg”, ni noticias.whttp://www.clarin.com/opinion/Fiestas_electronicas_pastillas_drogas_de_diseno_policonsumo_0_1446455760.html

viernes, 30 de agosto de 2013

Drogas: marihuana es la más popular y heroína, la más mortal

El cannabis es la droga más difundida en el mundo, la heroína es la que genera más muertes y las anfetaminas las que crean mayor adicción, según un estudio científico. Este "primer análisis de la preponderancia mundial" sobre las cuatro grandes categorías de drogas ilegales, anfetaminas, cannabis, cocaína y opiáceas (heroína), confirma que la adicción a la heroína es la que acarrea mayores consecuencias para la salud a escala mundial. Sobre 78.000 muertes atribuibles directamente a las drogas en el año 2010, más de las mitad (55%, es decir 43.000) están relacionadas con las opiáceas, según el estudio que publica el semanario médico británico The Lancet.
La adicción a las drogas inyectables como la heroína constituye además un factor muy importante de exposición y de infección a los virus del sida y las hepatitis, señala el documento. Globalmente, las opiáceas son las que más pesan sobre la salud humana, una situación que "podría evitarse multiplicando los programas de distribución de agujas y jeringas, los tratamientos de sustitución de las opiáceas y las terapias antirretrovirales", explica el estudio realizado por un equipo australiano y estadounidense. Aunque es el estupefaciente de mayor consumo en el mundo, el cannabis tiene un impacto mucho menor sobre la salud, en particular porque la adicción es menor, con 13 millones de personas dependientes contra 17,2 millones de adictos a las anfetaminas y 15,5 millones a las opiáceas. Las consecuencias sanitarias de la cocaína son igualmente limitadas a escala mundial con respecto a la heroína, aunque el estudio da cuenta de niveles de adicción más elevados para esta droga en América Latina y del Norte. Globalmente las consecuencias a nivel sanitario causadas por las cuatro grandes drogas estudiadas, han aumentado un 50% en el mundo entre 1990 y 2010 particularmente a raíz del alza del número de consumidores. Pero las consecuencias sanitarias de estas drogas son muy inferiores a las del tabaquismo y del alcohol, subraya el estudio. Tabaco y alcohol son "responsables en conjunto de casi un 10% de la mortalidad total" contra 1% de las drogas. Hay que tomar en cuenta que el número de personas dependientes de las drogas es muy inferior que las adictas al alcohol y el tabaco. "Es evidente que la utilización de drogas ilegales provoca relativamente más daños a nivel individual", indica el estudio del equipo dirigido por la australiana Louisa Degenhardt (Universidad de New South Wales).http://www.docsalud.com/articulo/5010/drogas-marihuana-es-la-m%C3%A1s-popular-y-hero%C3%ADna-la-m%C3%A1s-mortal

viernes, 25 de junio de 2010

Reclaman rehabilitación universal mientras crece consumo de drogas sintéticas


Unos 20 millones de drogadependientes en el mundo no pueden ser atendidos en los centros de salud, por lo que las Naciones Unidas reclamaron acceso universal para los que padecen esta enfermedad, al tiempo que aumenta el consumo de medicamentos bajo receta y anfetaminas.
La oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), en su informe anual, advirtió que la quinta parte de los consumidores de drogas en el mundo, que comprende alrededor de 20 millones de personas, no accede a tratamiento alguno contra esta adicción por lo que relamó "acceso universal".
Antonio Costa, director ejecutivo de la UNODC, resaltó que "la drogadependencia es una enfermedad que se trata y no una condena a cadena perpetua. Los toxicómanos deben ser enviados a centros de tratamiento y no a la cárcel", a la par que agregó que estos procesos de recuperación “deben formar parte del marco general de la atención de salud", para que se respeten los derechos humanos de los drogadependientes que están entre rejas.
El titular de la UNODC advitió que los países pobres "se ven confrontados a gravísimas consecuencias sanitarias al carecer de instalaciones para el tratamiento de los toxicómanos".
El Informe Mundial pone el acento en el aumento del consumo de estimulantes de tipo anfetamínico (ETA) y de medicamentos bajo receta debido a que se expanden "a un ritmo muy superior a las leyes que los reglamentan".
Este tipo de sustancias "tienen una comercialización altamente ingeniosa, ya que se fabrican por encargo de manera de satisfacer las preferencias concretas en cada situación", explicó Costa.
Entre 30 y 40 millones de personas en el mundo consumen ETA y medicamentos bajo receta y esa cifra "probablemente no tarde en superar el número total de consumidores de opiáceos y de cocaína", destaca el informe.
"No habremos resuelto el problema mundial de las drogas si simplemente trasladamos la adicción de la cocaína y de la heroína hacia otras sustancias adictivas", dijo Costa y aseguró que "existen cantidades ilimitadas de drogas sintéticas producidas por laboratorios de mafias producidas a un costo insignificante".
La expansión acelerada de la producción de estas drogas está asociada además a que las materias primas "son lícitas y fáciles de obtener" por lo que los fabricantes "comercializan rápidamente los nuevos productos (como la ketamina o las piperazinas) y explotan los nuevos mercados".
A manera de prueba, el informe menciona que "el número de laboratorios clandestinos de estimulantes de tipo anfetamínico aumentó un 20%, inclusive en países en donde nunca antes se había registrado su existencia".
En términos generales, el reporte asegura que "el consumo de drogas se estabilizó en el mundo desarrollado y se observan indicios de aumento en los países en desarrollo", mientras que existe "una tendencia de reorientación de consumo de nuevas drogas en mercados nuevos".
"La producción de opio, cocaína y heroína disminuyeron entre el 2007 y el 2009. El consumo de cocaína cayó en los Estados Unidos unas dos terceras partes y la violencia en México se debe a que los cárteles se disputan un mercado que se contrae", destacó Costa.
No obstante, aseguró que en forma paralela "creció la demanda de consumidores de cocaína en Europa, pasando de 2 millones en 1998 a 4,1 en el 2008.
El documento manifiesta que la marihuana sigue siendo al droga ilícita mas consumida en el mundo y se calcula que entre 130 y 190 millones de personas en el mundo la han fumado al menos una vez al año.
"La disminución que se ha notado de la adicción a esta droga en ciertos mercados como América del Norte y algunos países europeos es otro indicio de la reorientación de las pautas de consumo", expresó el titular de la UNODC
http://www.docsalud.com/articulo/738/reclaman-rehabilitación-universal-mientras-crece-consumo-de-drogas-sintéticas