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miércoles, 6 de noviembre de 2024

Descubren una molécula clave en la regulación del metabolismo y la prevención de la obesidad

 En el mundo biológico, los ritmos circadianos sincronizan los procesos internos del cuerpo con el ciclo de 24 horas y marcan el momento ideal para funciones como dormir, comer y combatir infecciones. Además, no solo regulan estos patrones básicos, sino que también influyen en la actividad de las células inmunitarias. Ahora, un reciente estudio desentrañó cómo estas fluctuaciones afectan al equilibrio de la temperatura corporal y al metabolismo, además de la capacidad de procesar y almacenar grasa.El hallazgo más relevante del trabajo es el papel de la molécula inmune IL-17A, presente en el tejido adiposo y reguladora del almacenamiento de grasa. El equipo de científicos, liderado por la profesora Lydia Lynch de Trinity College Dublin y publicado en Nature, descubrió que esta partícula cumple un rol esencial en la función metabólica, influenciada por un reloj molecular que controla su producción de forma circadiana. Es decir, que su presencia en las células de grasa ayuda a regular cómo el cuerpo gestiona sus reservas de energía y sigue un ciclo diario que coordina sus funciones.

Esto lo detectaron mediante experimentos en ratones, que demostraron que la falta de genes del reloj molecular en estas células afecta la capacidad de procesar y almacenar grasa, además de alterar los patrones de regulación de la temperatura corporal. Estos resultados abren la puerta a avances prometedores en el tratamiento de la obesidad y otros trastornos metabólicos; ya que aunque la relación entre el sistema inmune y el metabolismo ya había sido explorada, este estudio destaca cómo un desajuste en los ciclos circadianos de moléculas impacta en el organismo. Un aspecto esencial para aquellas personas con rutinas diarias irregulares.Cuál es la relación entre los ritmos circadianos y la función inmune

Para entender cómo el sistema inmune y el reloj biológico están conectados, la investigación reveló que ciertas células inmunitarias, como las T γδ productoras de IL-17A, expresan genes del reloj molecular de forma elevada. Estos genes, como BMAL1CLOCKPER1–PER3 y CRY1–CRY2, sincronizan la actividad celular con el ciclo diario, una coordinación que permite que el tejido adiposo, donde están estas células, mantenga un equilibrio en la producción de energía y la regulación de la temperatura, fundamentales para la salud. En otras palabras, ayudan a que funcionen de forma organizada y eficiente, adaptándose al ciclo de 24 horas para realizar sus tareas correctamente.

Lynch, autora principal y es profesora de Biología Molecular en el Ludwig Cancer Research Institute en la Universidad de Princeton, aseguró en un comunicado de prensa de Trinity College Dublin, que “nuestro descubrimiento de que una molécula inmune en el tejido adiposo regula el almacenamiento de grasa es particularmente interesante, ya que ofrece posibles vías terapéuticas para abordar la obesidad y prevenir enfermedades metabólicas, especialmente en poblaciones afectadas por el trabajo por turnos”.Cuando estos ritmos se alteran, como ocurre en estas personas, que cuentan con patrones de sueño irregulares, la función inmune y el metabolismo se ven afectados. Asimismo, estos estudios indican que la alteración de los genes del reloj molecular en las células inmunitarias causa problemas en la homeostasis metabólica y en la regulación de la temperatura.

Es decir que quienes no mantienen un ritmo circadiano estable tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos metabólicos como sobrepeso o caquexia, una condición de pérdida extrema de peso y músculo. “La obesidad es una condición cada vez más prevalente con efectos extensos y perjudiciales en la salud y el bienestar, y representa una carga considerable para los sistemas de salud en todo el mundo”, afirmó Lynch.

Para conocer su funcionamiento, los investigadores exploraron este vínculo en profundidad, mostrando cómo las células T γδ productoras de IL-17A mantienen un ritmo circadiano que favorece la homeostasis del tejido adiposo y el equilibrio metabólico. El objetivo, conocer cómo estas células se coordinan podría permitir desarrollar intervenciones terapéuticas para mejorar la salud metabólica en personas con ritmos alterados por las demandas de la vida moderna.“Este descubrimiento abre numerosas vías para futuras investigaciones. Una pregunta clave es si las células T ayudan a regular los ritmos circadianos en otros tejidos y, de ser así, si esto impacta de manera similar los ritmos de esos tejidos de manera esencial”, añadió Aaron Douglas, investigador en el Trinity Biomedical Sciences Institute.


Descubrimiento de la molécula IL-17A: una revolución

El descubrimiento de la IL-17A como regulador en el tejido adiposo revoluciona la comprensión del papel del sistema inmune en la homeostasis metabólica. Esta molécula es clave para la regulación del almacenamiento de grasa y la temperatura corporal. La investigación dirigida por Lynch reveló que estas células tienen una expresión elevada de genes del reloj circadiano, lo que permite que sus funciones estén coordinadas con los ciclos de actividad y descanso.Los resultados mostraron que la IL-17A tiene un pico de producción durante la noche, coincidiendo con el momento en que el cuerpo de los ratones (utilizados en el estudio) almacena energía en forma de grasa. “Nuestro descubrimiento de que una molécula inmune en el tejido adiposo regula el almacenamiento de grasa es particularmente interesante, ya que ofrece posibles vías terapéuticas para abordar la obesidad y prevenir enfermedades metabólicas”, enfatizó Lynch.

Cuando los investigadores eliminaron los genes del reloj circadiano en estas células, los ratones mostraron una capacidad reducida para procesar y almacenar grasa adecuadamente, lo que provocó disfunciones en la regulación del metabolismo y la temperatura corporal. Este hallazgo subraya la importancia de un ritmo circadiano bien sincronizado para mantener la salud metabólica y deja en evidencia cómo la alteración de este ritmo puede llevar a trastornos metabólicos que van desde la acumulación de grasa en exceso hasta dificultades para mantener la temperatura adecuada del cuerpo.

La IL-17A no solo es vital para el metabolismo en condiciones normales, sino que también juega un papel en situaciones donde la homeostasis se ve amenazada, como en la exposición al frío o en la falta de nutrientes. En estos casos, su producción por parte de las células T γδ ayuda a promover la lipogénesis de novo, el proceso de conversión de carbohidratos en grasas para almacenarlas como energía.“Este descubrimiento abre numerosas vías para futuras investigaciones. Una pregunta clave es si las células T ayudan a regular los ritmos circadianos en otros tejidos y, de ser así, si esto impacta de manera similar los ritmos de esos tejidos de manera esencial”, señaló Aaron Douglas, investigador en el Trinity Biomedical Sciences Institute.



La investigación sobre la IL-17A abre nuevos horizontes para posibles tratamientos. La idea de regular la producción de esta molécula podría llevar al desarrollo de terapias para condiciones como la obesidad o la caquexia. Pero eso no es todo, ya que también podrían tener implicaciones importantes para enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos generalizados.

Además, los expertos señalan que si se logra modular la actividad de las células T productoras de IL-17A o intervenir en los genes del reloj circadiano que controlan su producción, se podrían desarrollar estrategias para quienes trabajan en horarios irregulares o enfrentan factores ambientales que perturban sus ritmos naturales, protegiéndolos de desarrollar condiciones como la obesidad y la diabetes tipo 2, entre otros trastornos metabólicos asociados. De todas maneras, advirtieron que se necesita estudiar más profundamente los efectos secundarios y las implicaciones de modificar la actividad de esta molécula.https://www.infobae.com/salud/2024/11/06/descubren-una-molecula-clave-en-la-regulacion-del-metabolismo-y-la-prevencion-de-la-obesidad/

martes, 3 de septiembre de 2024

Qué es la neofobia alimentaria en niños y cuáles son las 6 claves para superarla

 Una dieta equilibrada es fundamental para el crecimiento de los niños, ya que asegura la ingesta adecuada de vitaminas, minerales y otros nutrientes esenciales. Sin embargo, muchos enfrentan neofobia alimentaria, que es el temor a probar comidas nuevas o desconocidas. Esta aversión limita un plan alimentario saludable, por lo que afecta su bienestar a corto y largo plazo.Según datos del PROFENI (Profesionales Expertos en Nutrición Infantil), los estudios indican que esta condición afecta alrededor del 77% de los niños.La falta de nutrientes en las primeras etapas de la vida puede tener efectos negativos en la creación de defensas del sistema inmune y en el desarrollo cognitivo, además del tamaño corporal.“El rechazo es una estrategia adaptativa para evitar alimentos nuevos potencialmente peligrosos, pero es algo que los seres humanos resuelven observando y copiando las dietas de otros, lo que sugiere la existencia de un componente de aprendizaje social en las preferencias alimentarias y la posibilidad de intervenir para reducir ese rechazo a alimentos nuevos, en tanto y en cuanto esto contribuya a mejorar los patrones alimentarios en la infancia”, explicó la doctra Noelia Rodrigues Cambao, especialista en medicina familiar y psiquiatría, integrante del servicio de psiquiatría del Hospital Posadas.

¿Cómo son los patrones alimentarios en los niños y niñas?

El aprendizaje de los sabores es un proceso que se lleva a cabo incluso desde antes de que los infantes prueben sus primeras comidas. Los expertos destacan que al principio suele existir una mayor inclinación a lo dulce, y que la incorporación de nuevos alimentos se da gracias a la exposición repetida a lo largo del tiempo.

“Las primeras experiencias con la comida, incluyendo la lactancia materna, impactan en las futuras preferencias de sabor, pero el sabor es una construcción de la que participan los sentidos del gusto, del olfato y del tacto; la textura del alimento cumple un rol preponderante en la infancia, así como su color. Es fundamental que el momento de la comida sea placentero para ellos y que vean que los nuevos alimentos son de consumo habitual para el resto de la familia”, manifestó la doctora Cecilia Araujo, pediatra especialista en nutrición pediátrica de la sección Nutrición y Diabetes del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez.

En la actualidad, los infantes con neofobia alimentaria poseen una dieta con alto contenido de grasas. A su vez, presentan poca variación en el consumo de verduras y frutas, tan solo el 20% de las cantidades recomendadas, según señalaron en un informe reciente de la Fundación Interamericana del Corazón y UNICEF. Estos alimentos contienen fibra, esencial para una buena digestión y absorción de nutrientes ya que contribuye al buen funcionamiento de la microbiota intestinal.Además, se observó que no incorporan las porciones de lácteos requeridas para mantener niveles saludables de calcio vitamina D. Los especialistas destacan que el yogur, en específico, aporta probióticos, que son microorganismos que también sirven para promover el desarrollo de las bacterias del intestino. Por ende, al no ingerir estos alimentos cruciales, es posible que el sistema digestivo no cuente con este beneficio.

“Es crucial entender que las preferencias alimentarias se desarrollan desde una edad muy temprana, a partir de las primeras experiencias con los diferentes sabores. Los padres, madres y/o cuidadores deben ser pacientes y persistentes en la exposición de sus hijos a una amplia variedad de alimentos para fomentar hábitos saludables a largo plazo”, resaltó Mariana Raspini, licenciada en Nutrición, especialista en Nutrición Pediátrica de la Universidad de Buenos Aires.Debido a esto es que los hábitos alimentarios de las personas del entorno del bebé son de suma importancia. Si los adultos muestran un consumo limitado de alimentos, puede impactar de manera directa en el infante y en su grado de aceptación a las nuevas comidas.



Las tendencias que se muestran entre los 2 y 3 años de edad marcan las características de la alimentación en la adultez, y pueden generar complicaciones de salud debido a la falta de nutrientes. Es fundamental comprender la personalidad de los niños y, sobre todo, sus primeras experiencias con la comida para saber de qué manera abordar una diversificación de los alimentos que forman parte de sus dietas.

¿Cuáles son las mejores estrategias para superar la neofobia alimentaria?

Desde el equipo médico especializado en nutrición infantil, PROFENI, recomiendan técnicas para mejorar la predisposición en niños y niñas a probar e incorporar alimentos nuevos a sus dietas:

  1. Se debe asegurar un entorno social positivo a la hora de comer. Es vital el evitar situaciones de tensión en la mesa, en especial aquellas vinculadas a la aversión del infante hacia las comidas, ya que podría empeorar la situación a largo plazo. En su lugar, tiene que prevalecer el disfrute y la alegría, además de la garantía de un entorno seguro.Para que la transición hacia un menú más amplio sea gradual y amena, se pueden combinar nuevos alimentos con las comidas preferidas del niño o niña. De esta manera es más probable que sean aceptados.Un aspecto clave es la exposición repetida. Al agregar un alimento en pequeñas cantidades, y cocinado o preparado de distintas formas, se puede aumentar la probabilidad de aceptación por parte del infante. “La aceptabilidad de una nueva fruta o verdura aumenta tras 8 a 10 exposiciones a ésta”, comentaron desde el grupo de profesionales.
  2. Incluir a los niños y niñas en la preparación de los alimentos. “Involucrarlos en la preparación puede hacer la diferencia en su disposición a probar y aceptar nuevas opciones; siempre garantizando que la cocina sea un lugar seguro (sin elementos cortantes a mano, priorizando el encendido de hornallas posteriores y asegurándose de que se alejen del horno prendido)”, aclaró la doctora Ana María Tamagnone, pediatra, diplomada en neurodesarrollo e intervención temprana en niños pequeños.
  3. Comer alimentos variados en frente de los infantes puede incrementar su aceptación, ya que los estimula a consumirlos al observar que son seguros.
  4. Por último, los expertos recomiendan proporcionar 3 alimentos nuevos 3 veces cada uno. Es importante alternarlos a lo largo de los días, ya que se notó una mayor efectividad.
  5. https://www.infobae.com/salud/2024/09/02/que-es-la-neofobia-alimentaria-en-ninos-y-cuales-son-las-6-claves-para-superarla/

jueves, 29 de agosto de 2024

Cuál es el mejor ejercicio para ganar masa muscular a partir de los 60 años

 La Organización Mundial de la Salud (OMS) define envejecimiento saludable como el proceso de fomentar y mantener la capacidad funcional que permite el bienestar en la vejez.

Para construir ese futuro los expertos cada vez más recomiendan entrenar la fuerza muscular, para enfrentar a una de las amenazas del paso de los años, la sarcopenia. Según el Instituto de Envejecimiento de Estados Unidos (NIA en inglés), este término deriva de las raíces griegas sarx (carne) y penia (pérdida) y se define como una disminución de la masa, la fuerza y la función muscular.La sarcopenia se relaciona con debilidad, fatiga, niveles más bajos de energía y dificultad para estar de pie, caminar y subir escaleras.La buena noticia es que un nuevo estudio encontró que el entrenamiento de fuerza, también llamado entrenamiento de resistencia (RT) puede mejorar esta condición al promover cambios beneficiosos en la fuerza muscular, la masa muscular esquelética (SMM) y la calidad muscular.De acuerdo al NIA, a menudo se asocia la sarcopenia con adultos mayores, pero algunas formas también pueden afectar a personas de mediana edad. “Es más probable que se presente en personas con enfermedades crónicas y puede contribuir al riesgo de caídas, fracturas, otras lesiones graves y mortalidad prematura. La mala nutrición y la falta de ejercicio pueden aumentar las probabilidades de desarrollar sarcopenia”, afirmó la institución.

Cómo se hizo el estudio

El estudio comparó los efectos de 12 semanas de RT realizadas en dos grupos: uno que entrenaba 2 veces por semana (G2X) y el otro 3 sesiones por semana (G3X). Los investigadores estudiaron la composición corporal, la fuerza muscular, la calidad muscular y los biomarcadores metabólicos en mujeres mayores con sarcopenia antes y después de la intervención. El programa incluyó 8 ejercicios con una serie única de 10-15 repeticiones.n conclusión, “nuestros resultados sugieren que 12 semanas de RT realizadas a una frecuencia semanal más baja son tan efectivas como una frecuencia más alta para mejorar la fuerza muscular, la SMM y la calidad muscular en mujeres mayores con sarcopenia”, dijeron los investigadores.



Este hallazgo es importante para la planificación de programas de ejercicio en poblaciones mayores y para la prevención de la sarcopenia, la gran culpable de la pérdida de masa y fuerza muscular relacionada con la edad.“Por lo general, la masa y la fuerza muscular aumentan de manera constante desde el nacimiento y alcanzan su punto máximo alrededor de los 30 a 35 años de edad. Después de eso, la potencia y el rendimiento muscular disminuyen lenta y linealmente al principio, y luego más rápido después de los 65 años para las mujeres y los 70 para los hombres. Estos hallazgos provienen del Estudio Longitudinal de Envejecimiento de Baltimore (BLSA) del NIA , el estudio de más larga duración sobre el envejecimiento humano”, explicó el Instituto de Envejecimiento de Estados Unidos.

Si bien no hay forma de “detener el reloj” por completo, muchos adultos mayores pueden aumentar su fuerza muscular con ejercicio, lo que puede ayudar a mantener la movilidad y la independencia en etapas posteriores de la vida, afirmó el NIA.

El científico del NIA Eric Shiroma, ha estudiado la ciencia del ejercicio durante años y es un defensor de las actividades que añaden un desafío extra a las rutinas diarias, como usar un chaleco o una mochila con peso mientras se hace ejercicio.El entrenamiento de fuerza o de resistencia es diferente a los ejercicios aeróbicos, como correr, andar en bicicleta o caminar. El levantamiento de pesas, ya sea con máquinas o con pesas libres, es un tipo de entrenamiento de resistencia.



Otros tipos incluyen el uso de balones medicinales o bandas de resistencia, o ejercicios con el peso corporal, como flexiones, sentadillas o yoga. El entrenamiento de resistencia requiere que los músculos se contraigan para levantar un objeto pesado contra la fuerza de la gravedad.

“Cuanto más peso cargamos, más rápido nuestro cuerpo quema las reservas de trifosfato de adenosina (ATP), una molécula que transporta energía a las células. Cuando levantamos pesas o hacemos otros ejercicios exigentes, nuestras reservas de ATP se reponen mediante una respuesta química y metabólica compleja y coordinada que se transmite por todo el cuerpo, lo que incluye la activación de cambios químicos a corto plazo en el ADN del tejido muscular que lo hacen más apto para proteínas específicas que favorecen el metabolismo del azúcar y la grasa” destacó NIA.

El científico doctor Roger A. Fielding, director asociado del Centro de Investigación sobre Nutrición Humana y Envejecimiento Jean Mayer del Departamento de Agricultura (USDA) en la Universidad Tufts, y sus colegas han descubierto que la mejor receta para mejorar la función física y evitar la discapacidad es una combinación de caminatas y entrenamiento de resistencia.

Lo ideal es usar diferentes tipos de pesas para tobillos y mancuernas, o adaptar los ejercicios según sea necesario para usar el propio peso corporal.Si bien entrenar la fuerza es excelente para adultos mayores, ¿qué sucede con si tienen sobrepeso obesidad? El doctor Dennis T. Villareal, profesor del Baylor College of Medicine en Houston, apoyado por el NIA, ha descubierto que incorporar el levantamiento de pesas a una intervención de dieta y ejercicio para adultos mayores con obesidad produce mejores resultados que la dieta o el ejercicio aeróbico por sí solos.

Recomendaciones para el entrenamiento de fuerza

  • Practicar taichi y yoga. Los ejercicios que incorporan la atención plena con el equilibrio y el movimiento pueden mejorar la fuerza y ayudar a prevenir las caídas y las fracturas relacionadas con ellas.
  • Hacer caminatas y moverse más. Los expertos de NIA recomiendan caminar por la casa o salir a hacer las compras. En la oficina se pueden hacer breves pausas para practicar ejercicio o estiramientos cada 15 o 20 minutos.
  • Realizar toda la actividad física que se pueda. Hay muchas cosas que cuentan como ejercicio: no tiene por qué ser correr, ir al gimnasio o andar en bicicleta estática. Puede ser también bailar, hacer jardinería o las tareas del hogar.
  • Salir en grupo. Hacer ejercicio con otras personas resulta más motivante, ya que produce una mayor adherencia a la actividad. Sin embargo otras personas prefieren una rutina solitaria para despejarse. Elegir la opción que haga sentir más cómodo.
  • Establecer metas realistas. “Una buena meta es hacer unos 150 minutos semanales de ejercicio de nivel moderado , pero se ven beneficios incluso con niveles más bajos. Los adultos mayores deberían intentar realizar entrenamiento de fuerza una o dos veces por semana”, expresó Fielding.
  • Lo fundamental es empezar a moverse.

    https://www.infobae.com/salud/2024/08/29/cual-es-el-mejor-ejercicio-para-ganar-masa-muscular-a-partir-de-los-60-anos/

miércoles, 28 de agosto de 2024

¿Cuál es la mejor forma de comer huevos para absorber sus proteínas?

 La mejor forma de comer huevo para absorber proteínas

El desayuno, ese primer encuentro del día con los alimentos, es mucho más que un simple acto de nutrición. Sienta las bases para el bienestar y el rendimiento a lo largo de la jornada. En este contexto, el huevo se alza como un verdadero protagonistaes una opción que seduce por su versatilidad y aporta valiosos beneficios nutricionales.Cómo cocinar el huevo para absorber sus nutrientes, ingrediente sumamente versátil en la cocina, que aporta proteínas tanto en platos principales como en guarniciones. Puede integrarse como complemento en ensaladas al incorporar trozos de huevo duro, o bien ser el protagonista en platos como tortillas para almuerzos o cenas, o mismo revuelto para meriendas y desayunos.



Sin embargo, la Academia Española de Nutrición y Dietética informa que no es necesario acumular huevos en todo el menú ni sobredimensionar la presencia de proteínas. Por ejemplo, si el plato fuerte es pescado, no hace falta “cargar” la ensalada con huevo duro.Y lo mismo ocurre con una hamburguesa, donde el huevo frito sería un agregado por preferencias gustativas, como para aportar jugosidad, pero no por una necesidad nutricional específica.

¿Qué parte del huevo tiene más proteínas?

En su sitio web, la Academia Española de Nutrición y Dietética indica que la cantidad de nutrientes que contiene el huevo es directamente proporcional a su tamaño. Tomando como referencia un huevo de tamaño mediano, entre 53 y 63 gramos de peso total, se estima que la parte comestible es de aproximadamente 50 gramos.Con estas cantidades, el contenido proteico sería de 6,4 gramos por unidad. Por lo tanto, en una ración diaria de dos unidades, se estaría consumiendo alrededor de 12,8 gramos de proteína proveniente de los huevos, resaltan los expertos.

En el huevo pueden encontrarse diferentes tipos proteínas:

  • Albúmina: es la proteína con mayor concentración del huevo (55-60%), y se encuentra en la clara.
  • Ovotransferrina: también llamada conalbúmina, se encuentra en la clara en una concentración del 13%.
  • Ovomucina: está presente en la clara en una concentración del 2-4%.
  • Ovomucoide: se encuentra en una concentración aproximada de un 11%. Es una de las proteínas con mayor alergenicidad, por lo que los pediatras no recomiendan dar huevo a los bebés hasta después del año.
  • Lisozima: se trata de una proteína conservante, que aunque está en pequeña concentración, actúa como agente bacteriolítico.
  • Avidina: se encuentra en una concentración mínima del 0,05 % de las proteínas totales que impide a las bacterias su desarrollo.
  • Cistatina: es otra de las proteínas minoritarias del huevo.
  • Ovostatina: también conocida como ovomacroglobulina, ofrece propiedades antibacterianas. Solo representa un 0,5% del total de las proteínas del huevo.
  • https://www.infobae.com/salud/2024/08/28/cual-es-la-mejor-forma-de-comer-huevos-para-absorber-sus-proteinas/

lunes, 12 de agosto de 2024

La dieta y el ejercicio físico reducen el riesgo de la diabetes en personas con antecedentes familiares

 (HealthDay News) -Las personas pueden superar su riesgo genético de diabetes tipo 2 mediante una dieta saludable y el ejercicio regular, según un estudio reciente. Un estilo de vida saludable redujo el riesgo de diabetes tipo 2 en un 70 por ciento entre un grupo de personas con una alta probabilidad genética de desarrollar el trastorno metabólico, encontraron los investigadores.Una dieta saludable y el ejercicio tuvieron un impacto estadísticamente insignificante en el riesgo de diabetes de los que tenían una genética de riesgo bajo, encontraron los investigadores. Sin embargo, “estos hallazgos animan a todo el mundo a hacer cambios en el estilo de vida que promuevan la salud”, señaló la investigadora principal, Maria Lankinen, profesora de nutrición de la Universidad de Finlandia Oriental.Esto se debe a que todos los participantes tendían a lograr un mejor control del azúcar en la sangre y a perder peso si seguían un estilo de vida saludable, apuntaron los investigadores. En el estudio de tres años participaron casi 1.000 hombres de 50 a 75 años de edad en el este de Finlandia. Más de 600 de los hombres recibieron orientación sobre un estilo de vida saludable, mientras que el resto sirvió como grupo de control.



El riesgo genético se determinó en función de 76 variantes genéticas que se sabe que aumentan el riesgo de diabetes tipo 2, apuntaron los investigadores. Sin embargo, durante el estudio, ni los participantes ni los investigadores sabían a qué grupo de riesgo pertenecía cada individuo. Los hombres que recibieron la orientación sobre el estilo de vida mejoraron significativamente la calidad de su dieta, según muestran los resultados. Comían más fibra, frutas, verduras y grasas saludables.Los hombres también mantuvieron buenos hábitos de ejercicio y tendieron a perder peso, muestran los resultados. Entre los que recibieron asesoramiento sobre el estilo de vida, alrededor del 7.7 por ciento de los hombres de bajo riesgo genético y el 7.9 por ciento de los hombres de alto riesgo terminaron desarrollando diabetes, casi la misma proporción. En comparación, el 8.2 por ciento de los hombres de bajo riesgo desarrollaron diabetes en el grupo de control frente al 14.1 por ciento del grupo de alto riesgo.https://www.infobae.com/salud/2024/08/09/la-diabetes-corre-en-tu-familia-la-dieta-y-el-ejercicio-aun-pueden-prevenirla/

miércoles, 7 de agosto de 2024

Los diez alimentos más adulterados y fraudulentos del mundo (y cómo identificarlos)

 Un video que se volvió viral en las últimas semanas revela presuntos fraudes en la producción de anacardos o castañas de cajú. En imágenes grabadas en India se puede ver a algunas personas preparando una masa que, cuando se fríe en aceite caliente, se parece mucho a estos frutos secos. Aunque este caso específico no constituye un fraude –varios medios indios confirmaron que el manjar, conocido como galleta kaju, es un tentempié común en algunas regiones del país–, existe una creciente preocupación por la adulteración de alimentos.

La FDA (la agencia reguladora de alimentos en los Estados Unidos) estima que el 1% de todos los alimentos producidos en el mundo sufre algún tipo de fraude o falsificación, lo que genera pérdidas de alrededor de US$40 mil millones cada año.Estos productos también plantean riesgos en términos de salud pública. Por ejemplo, si una persona alérgica a la soja come una hamburguesa de carne de res a la que le agregaron este ingrediente sin poner ninguna advertencia en el envase.Pero, entonces, ¿cuáles son los alimentos más propensos a esos fraudes? Una encuesta publicada en 2024 por expertos en certificación de cadenas productivas analizó más de 15 mil registros públicos sobre el tema, identificados entre los años 1980 y 2022.

Los datos revelan que los diez alimentos más fraudulentos del mundo fueron:

  • Leche de vaca
  • Aceite de oliva virgen extra
  • Miel
  • Carne de res
  • Chile en polvo
  • Aceite de oliva sin especificación de calidad
  • Cúrcuma en polvo
  • Leche en polvo
  • Vodka
  • Ghee (mantequilla clarificada)


La encuesta comprende 20 alimentos en total. La lista la completan el jugo de naranja, leche de cabra, vino, carne de pollo, carne molida, whisky, otras bebidas alcohólicas, azafrán, aceite de oliva virgen y aceite de sésamo.Los hallazgos, recopilados por investigadores de las empresas estadounidenses FoodChain ID, Henry Chin and Associates y Moore FoodTech y el Ministerio de Agricultura y Ganadería de Brasil (MAPA), fueron publicados en la revista científica Journal of Food Protection en marzo de 2024.Los datos revelan que el 46% de los casos de adulteración representan algún riesgo potencial para la salud de quienes consumen estos productos. India, China, Estados Unidos, Italia y Reino Unido fueron los países con mayor número de fraudes detectados.

¿Qué es el fraude alimentario?

El fraude es “una acción de una persona o de una industria de la cadena agroalimentaria cuyo objetivo principal es el beneficio económico”, dice la investigadora Aline Silva Mello Cesar, profesora del Departamento de Ciencia y Tecnología de los Alimentos de la de la Universidad de Sao Pablo (USP).

Es decir, esta adulteración modifica determinados productos para aumentar el beneficio de quienes los fabrican o venden. No sorprende que los alimentos más atacados tiendan a ser aquellos con un alto valor agregado como la miel, el aceite de oliva y la carne de res.En estos casos, los estafadores pueden añadir jarabe de maíz (en el caso de la miel), otros tipos de aceites vegetales (en el aceite de oliva) o incluir cortes de diferentes especies, como carne de cerdo y aves (en el caso de la carne vacuna).

El fraude más común que conocemos es precisamente la adulteración, en la que el fabricante diluye el contenido original o añade ingredientes, como agua y almidón, para que el producto final rinda más”, explica Cesar. “Y lógicamente esta información no se pone en la etiqueta ni en el envase”.El almidón mencionado por la investigadora se utiliza, por ejemplo, en condimentos. El agua forma parte de la leche, los jugos y otras bebidas. Se mezclan con el ingrediente principal y normalmente no cambian el sabor cuando el consumidor elabora una receta. Pero, existen otras estrategias que comúnmente se detectan en inspecciones y estudios científicos.

En el artículo científico que analiza los alimentos más fraudulentos del mundo, los autores también mencionan:

  • El uso de aditivos artificiales para cambiar el color y apariencia de los alimentos, como aplicar gel para agrandar los camarones, por ejemplo.
  • La aplicación de biocidas (como pesticidas y antibióticos) prohibidos en algunos lugares.
  • Omisión o tergiversación del contenido nutricional: cuando la etiqueta dice que hay un ingrediente específico, no menciona la presencia de alimentos transgénicos, miente que el producto es orgánico o promete efectos milagrosos para la salud, por ejemplo.
  • La eliminación de sustancias y características originales de ese alimento, como los compuestos de sabor típicos de algunos pimientos.
  • La combinación de todas las técnicas mencionadas anteriormente.

“La venta de carga robada también representa un fraude porque quien lo hace no tiene autorización para esa actividad”, agrega Cesar.

Las implicaciones del fraude

Además de las cuestiones económicas, a los expertos les preocupan los impactos prácticos de estas adulteraciones en los alimentos. “El fraude tiene consecuencias muy graves en términos de salud pública”, señala la profesora de la USP.Imaginemos el caso de una persona alérgica a la leche de vaca que compra un queso supuestamente elaborado con leche de cabra. Si este alimento está elaborado con ingredientes de origen bovino, esto puede provocar una reacción alérgica grave que puede incluso ocasionar la muerte.Lo mismo ocurre con los alimentos que deberían ser libres de gluten. Si este compuesto está presente, puede crear un problema grave para alguien con enfermedad celíaca.Cesar recuerda un episodio ocurrido en China en 2008, cuando los fabricantes de una marca de leche en polvo agregaron melamina a la fórmula, con el objetivo de aumentar la cantidad de proteínas de la bebida. La melamina es una sustancia tóxica, no apta para el consumo humano, utilizada en la fabricación de plásticos y fertilizantes. La maniobra ilegal mató a seis bebés y enfermó a otros 300.000.

“Además, no podemos olvidar las cuestiones éticas y religiosas. Algunas personas no comen carne de cerdo porque profesan una determinada fe”, recuerda Cesar.

Se dieron casos de hamburguesas “100% de carne vacuna” que contienen carne de cerdo, por ejemplo. También hay episodios de productos vegetarianos o veganos elaborados con ingredientes de origen animal, o incluso aquellos que dicen ser orgánicos, pero no cuentan con ninguna certificación que acredite esta práctica agrícola específica. “Estos consumidores están siendo engañados y esto crea perturbaciones en sus vidas”, afirma la investigadora.

Cómo identificar el fraude alimentario

La mayoría de veces los cambios ilegales durante la fabricación son tan elaborados que es casi imposible notar algo diferente en la apariencia del producto final. Por lo tanto, queda confiar en los científicos y las instituciones responsables de realizar esta inspección.Sin embargo, Cesar reconoce que las agencias y los propios investigadores a menudo están por detrás de los avances en cuanto a la falsificación de alimentos. “Cada día hay un nuevo fraude o una forma de eludir los métodos analíticos que tenemos para detectar estos problemas”, afirma. Pero, la investigadora cree que es posible utilizar las nuevas tecnologías para reducir esta ventaja de los estafadores.Ella misma utiliza algunas herramientas de biología molecular y secuenciación genética en el laboratorio de la Esalq-USP para verificar el origen de diversos productos. A medida que la ciencia avanza y gana nuevas posibilidades, existen algunos consejos básicos que todo consumidor puede poner en práctica para evitar algunos fraudes.

“El primero de ellos es sospechar precios muy por debajo del mercado”, dice Cesar. Por ejemplo: si sabés que un aceite de oliva virgen extra de 500 ml cuesta entre US$7 y US$9, debés tener cuidado con las promociones demasiado buenas, que venden el mismo producto a US$3,50, por ejemplo. “También merece la pena buscar los sellos de inspección o fiscalización emitidos que aparecen en las etiquetas de muchos de estos alimentos”, añade la docente.Finalmente, en los casos en que una persona está acostumbrada a comprar un determinado alimento y nota algún cambio importante en el sabor, textura, aroma u otros aspectos, es buena idea ponerse en contacto con el servicio de atención al cliente de la empresa o con algún organismo de salud oficial. Según Cesar, “este tipo de comunicación con organismos oficiales es muy importante para detectar fraudes que puedan estar fuera del radar”.https://www.lanacion.com.ar/lifestyle/cuidado-cuerpo-belleza/los-diez-alimentos-mas-adulterados-y-fraudulentos-del-mundo-y-como-identificarlos-nid07082024/