Vistas de página en total

martes, 11 de noviembre de 2025

Qué es el ARFID, el trastorno alimentario que se vincula con la selectividad extrema

 ARFID, siglas en inglés de Avoidant/Restrictive Food Intake Disorder (Trastorno de Evitación/Restricción de la Ingesta de Alimentos), es un trastorno alimenticio que ha recibido mayor atención en los últimos años. Los especialistas definen a esta condición como una afección en la que una persona evita o restringe significativamente el consumo de ciertos alimentos, lo que puede dar lugar a una nutrición insuficiente o a la falta de ingesta calórica adecuada.A diferencia de otros trastornos alimenticios más conocidos, como la anorexia nerviosa o la bulimia, Scientific American revela que ARFID no está motivado por preocupaciones sobre el peso corporal o la imagen física, sino por un escaso interés en la comida en general o elecciones alimenticias debido a ciertas características sensoriales: el olor, la textura, el color o el sabor.

Esta restricción alimentaria puede ocasionar déficits nutricionales importantes, retraso en el crecimiento (en el caso de niños y adolescentes), pérdida o falta de aumento de peso y dependencia de suplementos o alimentación médica. Especialistas consultados por la Scientific American destacan que ARFID puede pasar desapercibido por sus presentaciones sutiles y la falta de conciencia pública sobre el trastorno.Según Cleveland Clinic, el ARFID es un trastorno alimenticio en el que la persona evita o limita la ingesta de alimentos por, además de desinterés y experiencias sensoriales desagradables, miedo a consecuencias negativas como atragantarse o malestares físicos. Esta conducta, como se mencionó, puede generar deficiencias nutricionales, problemas de crecimiento, pérdida de peso y dependencia de suplementos alimenticios.

Los especialistas explican, además, que existen componentes neurobiológicos y psicológicos involucrados. Niños con ciertas condiciones del neurodesarrollo —como el trastorno del espectro autista— tienen una mayor predisposición a desarrollar ARFID debido a su mayor sensibilidad sensorial o dificultad para adaptarse a nuevas experiencias alimentarias. Además, el entorno familiar y las presiones sociales pueden influir en el mantenimiento del trastorno.Diferencias entre ARFID y otros trastornos alimenticios

A diferencia de trastornos como la anorexia nerviosa y la bulimia, ARFID no involucra una preocupación por la imagen corporal ni por el aumento de peso. La principal característica diferencial es la motivación detrás de la restricción alimentaria.

Los médicos consultados enfatizan que, mientras en la anorexia la persona busca la delgadez extrema por motivos estéticos o de autoimagen, en ARFID la selectividad o rechazo de alimentos responde a factores como el miedo a las consecuencias negativas de comer, experiencias sensoriales desagradables o la ausencia de interés por la comida.Otra distinción clave es la presentación clínica: las personas con anorexia generalmente muestran señales claras de insatisfacción corporal, mientras que quienes padecen ARFID a menudo muestran indiferencia por su peso o aspecto físico, focalizando su malestar en la experiencia alimentaria misma. Según los especialistas, esta diferencia puede hacer que ARFID sea erróneamente interpretado o no diagnosticado oportunamente.

En resumidas cuentas, las causas del ARFID incluyen antecedentes que van desde experiencias negativas vinculadas a la alimentación hasta condiciones del neurodesarrollo, según detalla Cleveland Clinic. Estos factores en combinación pueden desencadenar el trastorno en cualquier momento de la vida, aunque suele presentarse en la infancia.Diagnóstico, síntomas y presentaciones clínicas de ARFID

El diagnóstico de ARFID implica la evaluación de los patrones de alimentación y sus consecuencias en la salud física y psicosocial. Los síntomas principales identificados por expertos incluyen la ingesta limitada de alimentos, evitación persistente de ciertos grupos alimenticios y la presencia de consecuencias clínicas como pérdida de peso, deficiencias nutricionales, retraso en el crecimiento, uso dependiente de suplementos y problemas en el funcionamiento social o escolar.



Existen diferentes formas de presentación clínica. Algunos pacientes pueden comer solo un rango muy restringido de alimentos, otros pueden limitarse por la preocupación a atragantarse, vomitar o sufrir otras molestias físicas. Esta variedad de manifestaciones exige una evaluación cuidadosa por parte del equipo médico y psicológico, a fin de distinguir ARFID de otras condiciones psiquiátricas o médicas.En los últimos años, los especialistas han observado un crecimiento en el diagnóstico de ARFID, tendencia que genera inquietud en la comunidad médica. Los profesionales reportan que cada vez más niños, adolescentes e incluso adultos buscan tratamiento por síntomas compatibles con este trastorno.

Se atribuye este aumento en parte a una mayor conciencia y precisión diagnóstica, así como al reconocimiento de que antes podrían etiquetarse estos casos como “quisquillosos” o “selectivos” sin identificar el impacto en la salud general.

Las estadísticas recientes citadas en las investigaciones muestran que ARFID representa hoy un porcentaje significativo de los nuevos diagnósticos de trastornos alimenticios en clínicas especializadas, llegando a cifras superiores al 10% de los casos en algunos centros. Esta tendencia ha llevado a los especialistas a subrayar la importancia de prestar mayor atención a los signos tempranos del trastorno y su impacto potencial a largo plazo.El abordaje de ARFID requiere un enfoque interdisciplinario, que suele incluir intervenciones nutricionales, terapias psicológicas y, en ocasiones, apoyo médico. Entre las opciones de tratamiento, los profesionales señalan la terapia cognitivo-conductual adaptada, que busca modificar los pensamientos y comportamientos problemáticos asociados con la alimentación.

El apoyo nutricional especializado es fundamental para corregir déficit y lograr restablecer patrones alimentarios adecuados, mientras que el acompañamiento médico ayuda a prevenir o tratar complicaciones derivadas.

Uno de los grandes retos en el tratamiento de ARFID es la resistencia al cambio de los hábitos alimenticios, debido a las intensas reacciones sensoriales y emocionales que las personas pueden experimentar. Los especialistas apuntan también que existe una carencia de programas y recursos específicos para este diagnóstico, así como la necesidad de mayor formación para los profesionales sanitarios sobre las particularidades de ARFID.

Cleveland Clinic señala que el tratamiento para ARFID debe ser interdisciplinario e incluir intervención nutricional especializada, terapia psicológica individual o familiar —con especial énfasis en terapia cognitivo-conductual adaptada— y seguimiento médico. Mientras antes se detecte y trate, mejores son los resultados y menor el riesgo de complicaciones a largo plazo.nfobae.com/salud/2025/11/11/que-es-el-arfid-el-trastorno-alimentario-que-se-vincula-con-la-selectividad-extrema/

De mejorar la digestión a controlar el peso: los beneficios avalados por la ciencia de comer repollo a diario

 La versatilidad y riqueza nutricional del repollo lo convierten en una de las verduras más destacadas para mejorar la salud. Este vegetal, accesible y presente en mesas de todo el mundo, aporta mucho más que un simple acompañamiento.El repollo pertenece a la familia de las crucíferas, junto con el brócoli y la coliflor. Tanto el tipo verde como el morado ofrecen perfiles ricos en vitaminas y minerales. En una porción de 100 gramos, el repollo verde aporta solo 25 kilocalorías, 2,5 gramos de fibra y 36,6 miligramos de vitamina C.El repollo morado entrega 31 kilocalorías, 2,1 gramos de fibra y 57 miligramos de vitamina C. Ambos constituyen una fuente relevante de vitamina K, esencial para la coagulación sanguínea y la salud ósea, y de vitamina B6, importante para el metabolismo cerebral y energético. El repollo morado además es rico en vitamina A y antocianinas, pigmentos antioxidantes.Comer repollo a diario puede fortalecer las defensas, mejorar la digestión, regular el peso y proteger el corazón debido a su alto contenido de fibra, vitaminas, antioxidantes y compuestos protectores. Sin embargo, los expertos citados por Verywell Health y Cleveland Clinic, recomiendan priorizar el consumo variado, ya que un exceso podría ocasionar molestias digestivas, interferir con medicamentos anticoagulantes o afectar la función tiroidea.El repollo contiene polifenoles y flavonoides, compuestos antioxidantes que neutralizan radicales libres y fomentan un envejecimiento saludable. Estos antioxidantes también contribuyen a reducir la inflamación y pueden disminuir el riesgo de enfermedades crónicas como artritis, diabetes y ciertos trastornos neurodegenerativos, de acuerdo con expertos citados por Verywell Health.



Fibra para la digestión y control del peso

La fibra del repollo representa cerca del 10% de la recomendación diaria por cada 100 gramos, aumentando la sensación de saciedad y favoreciendo la regularidad intestinal. Esta fibra alimenta las bacterias beneficiosas del intestino, lo que contribuye al equilibrio digestivo y a la diversidad del microbioma. Los fitosteroles del repollo compiten con el colesterol durante la absorción intestinal, ayudando a reducir los niveles de colesterol LDL y fortaleciendo la protección cardiovascular.

Apoyo al sistema inmune y protección intestinal

La vitamina C refuerza las defensas, y la fibra mejora la salud intestinal. El consumo habitual sostiene tanto la función inmunitaria como la digestiva. Además, los compuestos vegetales del repollo ayudan a conservar la integridad de la barrera intestinal y pueden disminuir el riesgo de cáncer de colon, según puntualiza Verywell Health.El repollo morado destaca por su abundancia en antocianinas, pigmentos que pueden disminuir el riesgo de enfermedades cardiovasculares. Su contenido de vitamina B6 y folato ayuda a regular los niveles de homocisteína y contribuye a la producción de glóbulos rojos. El potasio, presente en el repollo, participa en el control del sodio y la presión arterial, lo que reduce el riesgo de hipertensión y accidentes cerebrovasculares.



Compuestos como el sulforafano y el kaempferol actúan como antiinflamatorios, disminuyendo el riesgo de enfermedades crónicas como la cardiopatía y la artritis. La combinación de fibra, fitosteroles y glucosinolatos puede mejorar la sensibilidad a la insulina y favorecer el control de la glucosa, lo que contribuye a reducir la posibilidad de desarrollar diabetes tipo 2.

Prevención potencial del cáncer

Los glucosinolatos presentes en el repollo, al cortarse o cocinarse, se convierten en indoles e isotiocianatos, compuestos que mostraron efectos protectores frente al cáncer en experimentos de laboratorio y en animales. Aunque la evidencia en humanos aún es limitada, estos hallazgos resultan prometedores.Existen diversas maneras de consumir repollo: crudo en ensaladas, cocido al vapor o en salteados, y fermentado en preparaciones como chucrut o kimchi. Estas opciones optimizan la conservación de sus nutrientes y pueden añadir beneficios probióticos. Cocinarlo brevemente y añadir jugo de limón o vinagre permite suavizar su sabor e intensidad.

Es fundamental que personas con alteraciones tiroideas o que reciben anticoagulantes consulten a un profesional de la salud antes de incrementar el consumo de repollo, por su elevado contenido de vitamina K y posible influencia sobre la función tiroidea.

El repollo, en sus variedades verde, morada, savoy o Napa, constituye una alternativa económica y disponible durante todo el año, que combina accesibilidad y densidad nutricional en cada plato, según destaca Verywell Health.https://www.blogger.com/blog/post/edit/4825368885531410760/4969378421346433187

Por qué los expertos sugieren comer legumbres diariamente y cuáles son las más saludables

 Incorporar legumbres a la dieta diaria recibe un respaldo creciente de expertos en nutrición y reconocidos chefs del Reino Unido. La campaña “Bang in Some Beans”, promovida por la organización benéfica británica Food Foundation, advirtió sobre un dato preocupante: las dietas bajas en legumbres se relacionan con hasta 9.000 muertes prematuras anuales en Reino Unido.Diversos estudios concluyeron que quienes incorporan frecuentemente legumbres muestran tasas reducidas de enfermedades cardíacas, diabetes tipo 2 y ciertos tipos de cáncer.

Investigaciones de la Universidad de Harvard, tras más de 30 años de seguimiento a 206.000 personas, acreditan que una dieta rica en productos vegetales, incluidos los porotos, disminuye la mortalidad prematura por múltiples afecciones.El consumo de legumbres sigue siendo insuficiente en muchos hogares, a pesar de la sólida evidencia que respalda sus beneficios nutricionales.Linia Patel, portavoz de la Asociación Dietética Británica y especialista en este grupo de alimentos, comentó a The Times que “La Salud Pública de Inglaterra incluye a las legumbres dentro de las porciones que conforman las cinco raciones diarias recomendadas de frutas y verduras”.

Más allá de ese estándar, la experta sostiene que existen fundamentos para promover su presencia cotidiana en la alimentación, dado que su ingesta habitual continúa siendo baja y no alcanza los niveles recomendados para obtener efectos significativos en la salud.Patel subrayó que aumentar la cantidad diaria de legumbres, idealmente duplicando el consumo habitual a 30 gramos, podría generar mejoras concretas gracias a su aporte en fibra, proteínas y micronutrientes esenciales.

Esta combinación favorece el control del peso, contribuye a reducir factores de riesgo asociados a enfermedades crónicas y ofrece una alternativa accesible y sostenible para incorporar más nutrientes de calidad a la dieta.

Ventajas nutricionales de las legumbres

Todas las legumbres concentran fibra y proteínas, elementos cruciales para estabilizar el azúcar en sangre y prolongar la saciedad. “Esto significa que pueden ayudar a controlar el peso”, recalcó Patel.



Datos publicados por la nutricionista en el European Journal of Clinical Nutrition demostraron que consumir apenas tres cucharadas semanales de legumbres cocidas reduce el riesgo de cáncer de colon en un 21% respecto de quienes no las incorporan.Recorrido por las legumbres más saludables

Entre la extensa variedad, los garbanzos destacan por fortalecer los huesos y aportar folato, manganeso y fósforo. Un análisis en Nutrients asocia su consumo con mayores niveles de fibra, vitaminas y minerales, mientras que datos de la Revista de la Asociación Médica Canadiense muestran que los garbanzos y las lentejas disminuyen el colesterol LDL.Los porotos blancos ofrecen proteína vegetal y fibra. Nutricionistas de la Universidad de Texas A&M comprobaron que agregar una porción diaria de estos porotos en personas con sobrepeso incrementa la diversidad microbiana intestinal, un indicador relevante en la prevención de afecciones del colon.

Las chauchas ofrecen un perfil nutricional destacado: son ricas en proteínas, fibra y micronutrientes como hierro, ácido fólico y zinc. Según los estudios dirigidos por la profesora de la Universidad de Reading y experta en nutrición, Julie Lovegrove ayudan a reducir el colesterol, mejorar la saciedad y regular el azúcar en sangre.

Por otro lado, los porotos negros se distinguen por su contenido en colina y antocianinas, pigmentos antioxidantes relacionados con propiedades antiinflamatorias y reducción de la ansiedad, según investigaciones publicadas en el American Journal of Clinical Nutrition.También se destacan en este conjunto los porotos colorados y los cannellini, conocidas por su aporte de proteínas, fibra, hierro y otros micronutrientes.

Los porotos colorados suman tocoferoles, antioxidantes vinculados con la protección celular y la reducción de la presión arterial, mientras que los extractos de porotos cannellini pueden limitar la absorción de carbohidratos y contribuir al control metabólico y del peso.

Beneficios especiales de la soja y otras alternativas

La soja y los edamames resultan valiosas por su proteína de alta calidad e isoflavonas, compuestos de origen vegetal similares al estrógeno.https://www.infobae.com/salud/2025/11/11/por-que-los-expertos-sugieren-comer-legumbres-diariamente-y-cuales-son-las-mas-saludables/


.

miércoles, 20 de agosto de 2025

19 alimentos respaldados por la ciencia para retrasar el envejecimiento

 Un puñado de maní podría ser la clave para mantener la juventud celular, según una recopilación reciente de investigaciones publicada por The Times. Diversos estudios internacionales han identificado 19 alimentos antienvejecimiento que, incorporados a la dieta diaria, pueden contribuir a retrasar el envejecimiento y mejorar la salud general.La importancia de la alimentación en la prevención del envejecimiento ha cobrado protagonismo en la comunidad científica. Según The Times, la selección de estos 19 alimentos se basa en estudios recientes realizados en universidades de España, Reino Unido, Estados Unidos, Australia, Irán, China, Brasil y Suiza.Los expertos coinciden en que una dieta rica en nutrientes específicos puede ralentizar el deterioro celular, reducir el riesgo de enfermedades crónicas y mejorar la calidad de vida a medida que pasan los años.

Maní, telómeros y longevidad: evidencia científica

Uno de los avances más llamativos proviene de la Universidad de Barcelona, donde investigadores analizaron el impacto del consumo diario de maní en la longitud de los telómeros, los extremos protectores de los cromosomas que se acortan con la edad y el estrés.En el estudio, 58 jóvenes sanos consumieron 25 gramos de maní o una porción equivalente de crema de maní durante seis meses. Los resultados revelaron que quienes comieron maníes enteros experimentaron una reducción en el acortamiento de los telómeros casi dos veces menor que el grupo que consumió crema de maní, lo que sugiere un efecto protector más pronunciado de los frutos enteros.Dado que la longitud de los telómeros se asocia con la longevidad y la salud celular, este hallazgo refuerza el papel de los maníes como alimento antienvejecimiento.

Eli Brecher, nutricionista registrada, subraya que no existe un único superalimento capaz de frenar el envejecimiento, pero destaca que los cacahuetes son una de las opciones que pueden incorporarse a la dieta para favorecer la salud.

“No existe un superalimento único para retrasar el envejecimiento, pero los maníes son una de las cosas que podemos añadir a nuestra dieta para mantenernos sanos”, afirmó Brecher en declaraciones recogidas por The Times.

Además, la experta resalta que los maníes aportan vitamina E, magnesio, cobre, grasas saludables, proteínas y fibra, y que su consumo regular, al igual que el de otros frutos secos y semillas, se asocia con un mejor control del peso y una menor incidencia de enfermedades crónicas como la diabetes tipo 2.Los 19 alimentos antienvejecimiento y sus beneficios

El listado de alimentos antienvejecimiento elaborado por The Times incluye productos de origen vegetal y animal, cada uno respaldado por estudios científicos que detallan sus beneficios específicos:

1. Verduras de hoja verde



Espinaca, col rizada, lechuga y repollo contienen nutrientes que favorecen la función cerebral. Investigadores del Centro de Investigación en Nutrición Humana sobre el Envejecimiento de la Universidad de Tufts hallaron que una porción diaria de estas verduras se asocia con un ritmo de deterioro cognitivo significativamente más lento, equivalente a 11 años menos de envejecimiento cerebral.

2. Frutas cítricas


Naranjas, pomelos y otros cítricos aportan vitamina C y fitoquímicos antioxidantes. Científicos de la Universidad Estatal de Londrina en Brasil demostraron que su consumo mejora la hidratación de la piel y reduce la pérdida de agua, contribuyendo a una apariencia más joven.

3. Maní

Además del estudio de Barcelona, investigaciones previas de la Universidad de Maastricht y del Biobanco del Reino Unido vinculan el consumo regular de maní y otros frutos secos con menor riesgo de enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y demencia.

4. Chocolate negro

Estudios de la Queen’s University Belfast, la Universidad Edith Cowan y la Universidad Médica de Viena indican que el chocolate negro, rico en flavonoides, puede reducir el riesgo de muerte prematura en un 16% cuando se consume junto con otros alimentos ricos en estos compuestos.

5. Yogur

Un estudio reciente publicado en Frontiers in Nutrition concluyó que el consumo habitual de yogur, fuente de calcio, proteínas, vitaminas B y probióticos, puede retrasar el envejecimiento y favorecer un peso saludable.

6. Pistachos

Investigadores españoles observaron que 57 gramos diarios de pistachos reducen el daño oxidativo al ADN y protegen los telómeros, además de aportar luteína, antioxidante que protege la vista.

7. Legumbres

Guisantes, alubias y lentejas, ricos en fibra y proteínas, han demostrado reducir el riesgo de cáncer de colon y mortalidad prematuraLiwei Gu, profesor de química alimentaria, lidera un estudio que evalúa su impacto positivo en la elasticidad y las arrugas de la piel.

8. Cúrcuma

El compuesto activo curcumina posee efectos antiinflamatorios y antioxidantes. Investigadores de la Universidad de Ciencias Médicas de Teherán señalan que la cúrcuma modula proteínas relacionadas con el envejecimiento y bloquea aquellas que lo aceleran.

9. Té

Un análisis publicado en The Lancet muestra que el consumo al menos de tres tazas diarias de té negro, verde o amarillo se asocia con un envejecimiento biológico más lento y mayor esperanza de vida, sin diferencias significativas entre los tipos de té.

10. Cereales integrales

Incorporar salvado, cebada, centeno y quinoa aumenta la ingesta de fibra y favorece un envejecimiento saludable, según un estudio de la Universidad de Harvard que siguió a más de 47.000 mujeres durante 30 años.

11. Bayas

Ricas en flavonoides, las bayas ayudan a reducir el estrés oxidativo y la inflamación, y mantienen la salud vascular y muscular. Investigaciones de King’s College London y la Universidad de Reading demostraron que el consumo diario de arándanos silvestres mejora la memoria y la función cerebral en adultos mayores.

12. Huevos

Fuente de luteína, carotenoides y colina, los huevos contribuyen a la salud ocular y cerebral. Un estudio de la Universidad de Loma Linda reveló que quienes consumen al menos un huevo y medio por semana presentan menor deterioro cognitivo.

13. Cerezas

Las cerezas ácidas Montmorency contienen polifenoles que combaten el daño celular y la inflamación. Investigadores de la Universidad de Delaware y otros centros han vinculado su consumo con mejoras en el sueño y la reducción de enfermedades asociadas al envejecimiento

14. Manzanas

Investigadores de la Universidad de Minnesota y la Clínica Mayo identificaron la fisetina, un flavonoide presente en manzanas, fresas y pepinos, como un compuesto eficaz para reducir células envejecidas y potencialmente prolongar la vida.

15. Remolacha


El jugo de remolacha, rico en nitratosmejora el flujo sanguíneo cerebral durante el ejercicioJack Rejeski, profesor emérito de ciencias de la salud, explicó que la combinación de remolacha y actividad física favorece la conectividad cerebral propia de personas más jóvenes.

16. Granadas

Científicos de la École Polytechnique Fédérale de Lausanne descubrieron que los elagitaninos de la granada, convertidos en urolitina A por la microbiota intestinal, estimulan la mitofagia, proceso que recicla las mitocondrias y mejora la función muscular.

17. Palta

El consumo diario de palta incrementa la elasticidad y firmeza de la piel, según un estudio dirigido por la doctora Zhaoping Li, jefa de nutrición clínica en la Universidad de California. Li destaca que las paltas aportan fibra, ácidos grasos y fitonutrientes beneficiosos para la salud cutánea y general.

18. Tomates

El licopeno, antioxidante responsable del color rojo del tomatecombate los radicales libres y previene el envejecimiento cutáneo. Cocinar los tomates y añadir aceite de oliva mejora la absorción de licopeno y luteína, compuestos que influyen positivamente en la edad biológica.

19. Ciruelas pasas

Ricas en minerales, vitamina K y fibra, las ciruelas pasas ayudan a prevenir la osteoporosis. Un estudio de la Universidad Estatal de Pensilvania demostró que consumir entre cuatro y seis ciruelas pasas al día ralentiza la pérdida ósea en adultos mayores.

Hidratación y hábitos saludables para frenar el envejecimiento

Además de estos alimentos, la hidratación adecuada se presenta como un factor esencial para frenar el envejecimiento. Investigadores de los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos analizaron datos de más de 11.000 adultos durante 30 años y concluyeron que quienes mantenían niveles óptimos de hidratación mostraban menos signos de envejecimiento biológico.El estudio recomienda consumir entre 1,5 y 2 litros de agua al día para preservar la salud celular y prevenir el deterioro prematuro.

Según la doctora Natalia Dmitrieva, autora principal de la investigación citada por The Timesmantener una hidratación adecuada podría ser determinante para disfrutar de más años con buena salud.

https://www.infobae.com/salud/2025/08/20/19-alimentos-respaldados-por-la-ciencia-para-retrasar-el-envejecimiento/



Cómo funciona la dieta flexible y por qué es más efectiva que las restrictivas, según un experto en nutrición

 La promesa de una dieta flexible que permita la pérdida de peso sin renunciar al placer de comer y sin caer en ciclos de restricciones fue durante años el anhelo de millones de personas. Sin embargo, la realidad es que la mayoría de quienes intentan adelgazar y mantener Según datos compartidos por Berry en ZOE podcastcerca del 50% del peso perdido con dietas tradicionales se recupera en los dos años siguientes, y el 70% en cinco años. “Sabemos que casi todas las dietas pueden funcionar a corto plazo, pero casi ninguna es sostenible en el tiempo”, afirmó la experta, quien es profesora en King’s College London.ese peso a largo plazo no lo lograEn este contexto, Aragon, con más de tres décadas de experiencia en investigación y asesoramiento en fitness, defendió la dieta flexible como un enfoque que prioriza la personalización, la calidad de los alimentos y la sostenibilidad.“La dieta debe estar compuesta principalmente por alimentos saludables que la persona realmente disfrute”, sostuvo en ZOE podcast. Para el educador en nutrición, la clave está en adaptar la alimentación a las preferencias individuales, permitiendo que cada persona elija entre opciones bajas en carbohidratos, altas en grasas o incluso cetogénicas, siempre que se ajusten a sus gustos y objetivos.

La calidad de los alimentos y el disfrute ocupan un lugar central en este modelo. Aragon subrayó que la adherencia a largo plazo solo es posible si la dieta resulta placentera y no se percibe como un castigo.

Berry coincidió y agregó que “no se puede ser bueno el 100% del tiempo. Eso es bastante aburrido”. Ambos expertos destacaron que la sostenibilidad depende de encontrar un equilibrio entre la salud y el placer, alejándose de la mentalidad de prohibiciones absolutas.Uno de los conceptos más llamativos de la dieta flexible es el “margen YOLO” (acrónimo de “You Only Live Once”, solo se vive una vez), que permite reservar entre el 10% y el 20% de las calorías diarias para alimentos indulgentes, como postres, chocolates o helados. “El margen YOLO es una forma de decir: es solo una galleta. Quita el poder a la comida y recupéralo tú”, explicó Aragon a Jonathan Wolf, conductor del podcast.

Esta estrategia, lejos de fomentar el descontrol, busca evitar la demonización de ciertos alimentos y reducir el riesgo de atracones. Berry respaldó este enfoque: “Si el 80% del tiempo lo haces bien, no te preocupes por el otro 20%. No se puede ser siempre perfecto”.Crítica a las dietas de moda


Durante la conversación también se abordó la popularidad de las dietas de moda, como la carnívora, la cetogénica o la alcalina, y por qué suelen fracasar a largo plazo.

Aragon fue tajante al señalar que, aunque algunas pueden ofrecer resultados iniciales, su nivel de restricción las hace insostenibles para la mayoría. “El problema es que la gente termina eliminando grupos enteros de alimentos por modas, cuando lo importante es la calidad y la variedad”, afirmó.Berry añadió que muchas de estas dietas se presentan como soluciones milagrosas, pero en realidad requieren un esfuerzo considerable y rara vez se mantienen en el tiempo.

Proteínas, ejercicio y hábitos sostenibles

En cuanto a la composición de la dieta, la proteína ocupa un lugar destacado. El investigador recomendó un consumo diario de entre 1,2 y 2,2 gramos por kilogramo de peso corporal.

“La proteína es crucial para mantener la masa muscular y controlar el apetito durante la pérdida de peso”, enfatizó. Berry complementó que añadir proteína a las comidas ayuda a estabilizar la respuesta metabólica y prolonga la sensación de saciedad, lo que facilita el control del consumo calórico.

El ejercicio, y en particular el entrenamiento de resistencia, es otro pilar fundamental. Aragon insistió en que la actividad física debe ser placentera y adaptada a las preferencias de cada persona, pero siempre incluyendo movimientos de empuje, tracción y sentadillas para preservar la funcionalidad muscular.Berry, por su parte, sugirió incorporar “snacks de ejercicio” en la rutina diaria, como sentadillas al hervir agua o el uso de bandas elásticas en el escritorio, para quienes no disfrutan de los gimnasios.

Más allá de la dieta y el ejercicio, los expertos subrayaron la importancia de factores como el sueño y la motivación. La falta de descanso incrementa el apetito y la preferencia por alimentos calóricos. Berry citó estudios que demuestran cómo mejorar la calidad del sueño reduce el consumo de azúcares y calorías.

Además, ambos recomendaron herramientas prácticas como comer más despacio, evitar las comidas nocturnas y considerar el ayuno intermitente temprano, siempre adaptando las estrategias a las necesidades individuales.



Medicamentos y acompañamiento nutricional

El auge de los medicamentos para perder peso, como los agonistas de GLP-1, también fue objeto de debate. Aragon reconoció que pueden ser útiles como “salvavidas” en casos de obesidad severa, pero advirtió sobre su uso indiscriminado y la necesidad de acompañarlos con una dieta de calidad.Berry coincidió en que, para quienes recurren a estos fármacos, es fundamental asegurar un aporte suficiente de proteína, fibra y micronutrientes, ya que la reducción del apetito puede llevar a descuidar la calidad nutricional.

La propuesta de la dieta flexible, respaldada por Aragon y Berry en ZOE podcast, se aleja de las soluciones rápidas y restrictivas para apostar por un enfoque realista, personalizado y sostenible.

La clave, según los expertos, está en priorizar la calidad de los alimentos, disfrutar de la comida, permitir indulgencias controladas y mantener hábitos que puedan sostenerse a largo plazo.https://www.infobae.com/salud/2025/08/20/como-funciona-la-dieta-flexible-y-por-que-es-mas-efectiva-que-las-restrictivas-segun-un-experto-en-nutricion/

miércoles, 6 de noviembre de 2024

Descubren una molécula clave en la regulación del metabolismo y la prevención de la obesidad

 En el mundo biológico, los ritmos circadianos sincronizan los procesos internos del cuerpo con el ciclo de 24 horas y marcan el momento ideal para funciones como dormir, comer y combatir infecciones. Además, no solo regulan estos patrones básicos, sino que también influyen en la actividad de las células inmunitarias. Ahora, un reciente estudio desentrañó cómo estas fluctuaciones afectan al equilibrio de la temperatura corporal y al metabolismo, además de la capacidad de procesar y almacenar grasa.El hallazgo más relevante del trabajo es el papel de la molécula inmune IL-17A, presente en el tejido adiposo y reguladora del almacenamiento de grasa. El equipo de científicos, liderado por la profesora Lydia Lynch de Trinity College Dublin y publicado en Nature, descubrió que esta partícula cumple un rol esencial en la función metabólica, influenciada por un reloj molecular que controla su producción de forma circadiana. Es decir, que su presencia en las células de grasa ayuda a regular cómo el cuerpo gestiona sus reservas de energía y sigue un ciclo diario que coordina sus funciones.

Esto lo detectaron mediante experimentos en ratones, que demostraron que la falta de genes del reloj molecular en estas células afecta la capacidad de procesar y almacenar grasa, además de alterar los patrones de regulación de la temperatura corporal. Estos resultados abren la puerta a avances prometedores en el tratamiento de la obesidad y otros trastornos metabólicos; ya que aunque la relación entre el sistema inmune y el metabolismo ya había sido explorada, este estudio destaca cómo un desajuste en los ciclos circadianos de moléculas impacta en el organismo. Un aspecto esencial para aquellas personas con rutinas diarias irregulares.Cuál es la relación entre los ritmos circadianos y la función inmune

Para entender cómo el sistema inmune y el reloj biológico están conectados, la investigación reveló que ciertas células inmunitarias, como las T γδ productoras de IL-17A, expresan genes del reloj molecular de forma elevada. Estos genes, como BMAL1CLOCKPER1–PER3 y CRY1–CRY2, sincronizan la actividad celular con el ciclo diario, una coordinación que permite que el tejido adiposo, donde están estas células, mantenga un equilibrio en la producción de energía y la regulación de la temperatura, fundamentales para la salud. En otras palabras, ayudan a que funcionen de forma organizada y eficiente, adaptándose al ciclo de 24 horas para realizar sus tareas correctamente.

Lynch, autora principal y es profesora de Biología Molecular en el Ludwig Cancer Research Institute en la Universidad de Princeton, aseguró en un comunicado de prensa de Trinity College Dublin, que “nuestro descubrimiento de que una molécula inmune en el tejido adiposo regula el almacenamiento de grasa es particularmente interesante, ya que ofrece posibles vías terapéuticas para abordar la obesidad y prevenir enfermedades metabólicas, especialmente en poblaciones afectadas por el trabajo por turnos”.Cuando estos ritmos se alteran, como ocurre en estas personas, que cuentan con patrones de sueño irregulares, la función inmune y el metabolismo se ven afectados. Asimismo, estos estudios indican que la alteración de los genes del reloj molecular en las células inmunitarias causa problemas en la homeostasis metabólica y en la regulación de la temperatura.

Es decir que quienes no mantienen un ritmo circadiano estable tienen mayor riesgo de desarrollar trastornos metabólicos como sobrepeso o caquexia, una condición de pérdida extrema de peso y músculo. “La obesidad es una condición cada vez más prevalente con efectos extensos y perjudiciales en la salud y el bienestar, y representa una carga considerable para los sistemas de salud en todo el mundo”, afirmó Lynch.

Para conocer su funcionamiento, los investigadores exploraron este vínculo en profundidad, mostrando cómo las células T γδ productoras de IL-17A mantienen un ritmo circadiano que favorece la homeostasis del tejido adiposo y el equilibrio metabólico. El objetivo, conocer cómo estas células se coordinan podría permitir desarrollar intervenciones terapéuticas para mejorar la salud metabólica en personas con ritmos alterados por las demandas de la vida moderna.“Este descubrimiento abre numerosas vías para futuras investigaciones. Una pregunta clave es si las células T ayudan a regular los ritmos circadianos en otros tejidos y, de ser así, si esto impacta de manera similar los ritmos de esos tejidos de manera esencial”, añadió Aaron Douglas, investigador en el Trinity Biomedical Sciences Institute.


Descubrimiento de la molécula IL-17A: una revolución

El descubrimiento de la IL-17A como regulador en el tejido adiposo revoluciona la comprensión del papel del sistema inmune en la homeostasis metabólica. Esta molécula es clave para la regulación del almacenamiento de grasa y la temperatura corporal. La investigación dirigida por Lynch reveló que estas células tienen una expresión elevada de genes del reloj circadiano, lo que permite que sus funciones estén coordinadas con los ciclos de actividad y descanso.Los resultados mostraron que la IL-17A tiene un pico de producción durante la noche, coincidiendo con el momento en que el cuerpo de los ratones (utilizados en el estudio) almacena energía en forma de grasa. “Nuestro descubrimiento de que una molécula inmune en el tejido adiposo regula el almacenamiento de grasa es particularmente interesante, ya que ofrece posibles vías terapéuticas para abordar la obesidad y prevenir enfermedades metabólicas”, enfatizó Lynch.

Cuando los investigadores eliminaron los genes del reloj circadiano en estas células, los ratones mostraron una capacidad reducida para procesar y almacenar grasa adecuadamente, lo que provocó disfunciones en la regulación del metabolismo y la temperatura corporal. Este hallazgo subraya la importancia de un ritmo circadiano bien sincronizado para mantener la salud metabólica y deja en evidencia cómo la alteración de este ritmo puede llevar a trastornos metabólicos que van desde la acumulación de grasa en exceso hasta dificultades para mantener la temperatura adecuada del cuerpo.

La IL-17A no solo es vital para el metabolismo en condiciones normales, sino que también juega un papel en situaciones donde la homeostasis se ve amenazada, como en la exposición al frío o en la falta de nutrientes. En estos casos, su producción por parte de las células T γδ ayuda a promover la lipogénesis de novo, el proceso de conversión de carbohidratos en grasas para almacenarlas como energía.“Este descubrimiento abre numerosas vías para futuras investigaciones. Una pregunta clave es si las células T ayudan a regular los ritmos circadianos en otros tejidos y, de ser así, si esto impacta de manera similar los ritmos de esos tejidos de manera esencial”, señaló Aaron Douglas, investigador en el Trinity Biomedical Sciences Institute.



La investigación sobre la IL-17A abre nuevos horizontes para posibles tratamientos. La idea de regular la producción de esta molécula podría llevar al desarrollo de terapias para condiciones como la obesidad o la caquexia. Pero eso no es todo, ya que también podrían tener implicaciones importantes para enfermedades neurodegenerativas y trastornos metabólicos generalizados.

Además, los expertos señalan que si se logra modular la actividad de las células T productoras de IL-17A o intervenir en los genes del reloj circadiano que controlan su producción, se podrían desarrollar estrategias para quienes trabajan en horarios irregulares o enfrentan factores ambientales que perturban sus ritmos naturales, protegiéndolos de desarrollar condiciones como la obesidad y la diabetes tipo 2, entre otros trastornos metabólicos asociados. De todas maneras, advirtieron que se necesita estudiar más profundamente los efectos secundarios y las implicaciones de modificar la actividad de esta molécula.https://www.infobae.com/salud/2024/11/06/descubren-una-molecula-clave-en-la-regulacion-del-metabolismo-y-la-prevencion-de-la-obesidad/