Vistas de página en total

Mostrando entradas con la etiqueta mate. Mostrar todas las entradas
Mostrando entradas con la etiqueta mate. Mostrar todas las entradas

jueves, 21 de mayo de 2015

Por qué desde la Organización Mundial de la Salud ubican al mate entre los probables cancerígenos?

La polémica suscitada por el caracter cancerígeno del glifosato no es la única y los defensores del agroquímico aseguraron que otros productos de consumo diario también fueron categorizados de la misma forma por la OMS.En particular, resaltaron que el mate caliente está entre los probables cancerígenos, un dato que sorprendió a muchos.Sin embargo, y aunque poco se sepa, en 1991 la Agencia Internacional para la Investigación sobre Cáncer (IARC, por sus siglas en inglés) puso al mate caliente en el grupo de riesgo 2A.En esa categoría, la IARC –la agencia de la OMS que determina el peligro cancerígeno de alimentos y productos- incluye todo aquello que es "probablemente cancerígeno para humanos".El mate es una infusión que toman millones de personas, especialmente en América del Sur.La Argentina es el mayor productor mundial de la planta que se usa para hacer el mate, declarada en nuestro país "infusión nacional" por ley.Uruguay es también otro gran país mateador y, en menor medida, la infusión también es popular en Paraguay, partes de Brasil, Bolivia y Chile, y en el Líbano y Siria, país que es el principal importador de yerba mate del mundo.En su informe de 1991, al que tuvo acceso BBC Mundo, la IARC no aclara por qué el mate es potencialmente dañino.Simplemente enumera una serie de investigaciones que dan cuenta de un riesgo de cáncer para quienes consumen la bebida en su forma más tradicional, caliente.
videos
"Tres estudios de control en América del Sur investigaron la asociación entre tomar mate y el cáncer de esófago", señala el trabajo.Uno de los estudios, realizados en Uruguay, mostró que "quienes beben mucho mate tenían cerca de diez veces más posibilidades de desarrollar cáncer que personas que no toman mate", detalla."En reglas generales, las investigaciones sobre el consumo de mate y el cáncer del tracto gastrointestinal superior sugieren una fuerte asociación", concluye la IARC. Aunque agrega que "no se vieron evidencias de esta asociación en un estudio que se hizo sobre el cáncer de vejiga".El organismo aclaró que no podía distinguir si los hallazgos se debían "al contenido de la bebida o a la temperatura a la que es consumida".Su conclusión fue poner al "mate caliente" en la categoría 2A –la más seria después de "cancerígeno" - y poner a la planta misma en el grupo 3.Ahí se enumera a los productos "no clasificables según su carcinogenicidad en humanos".Una vocera de la IARC dijo a BBC Mundo que "hay sugerencias de que la temperatura de la bebida, más que la planta misma o la forma en que es procesada, podría explicar la asociación que se observó entre tomar mate y ciertos tipos de cáncer".Sin embargo, la portavoz no explicó por qué el organismo no incluyó a otras bebidas calientes, como el té y el café, en la misma categoría de riesgo que el mate.Ambas infusiones, que fueron analizadas en el mismo trabajo de 1991 en el que se estudió al mate, son consideradas menos dañinas por la IARC.La IARC informó a BBC Mundo que "en el futuro se reevaluará el mate" para determinar si debe seguir en la misma categoría de riesgo."Examinaremos la hipótesis de que es la temperatura del agua y no la planta o su preparación la que está asociada con el cáncer", dijo el organismo.Mientras tanto, la agencia y la OMS seguirán considerando al mate como un riesgo para la salud.http://www.lacapital.com.ar/informacion-gral/Por-que-desde-la-Organizacion-Mundial-de-la-Salud-ubican-al-mate-entre-los-probables-cancerigenos-20150521-0037.html

lunes, 4 de febrero de 2013

La higiene del mate, ese compañero lleno de bacterias


Es la infusión más popular entre los argentinos y nadie la pudo acusar de un brote infeccioso; no obstante, los especialistas dan algunos consejos de higiene para después de cada mateada
Por Florencia Gagliardi  | LA NACION
l mate tal vez sea el compañero más fiel de los argentinos. Y es, por sobre todo, un certificado de confianza. En estas tierras donde se desconfía de todo, nadie duda en compartir una bombilla. Pero este hábito tan natural entre nosotros despierta las alarmas de cualquier extraño.
¿Se transmiten gérmenes? ¿De qué manera hay que limpiar el mate? ¿Cómo hay que lavar la bombilla? ¿Qué ocurre cuando se forman hongos en el interior del recipiente? Nadie quiere hacerse estas preguntas, sobre todo cuando recibe un mate de un desconocido. Está claro que la infusión no desató ninguna epidemia, pero tal vez sea hora de averiguar las respuestas.
Para ello LA NACION habló con Daniel Stecher, subjefe de la División Infectología del Hospital de Clínicas, quien explicó: "El mate es una costumbre arraigada en nuestro país y hasta ahora no se han documentado casos de enfermedades transmitidas por vía respiratoria u otros materiales biológicos [como hepatitis B o VIH] en los cuales el compartir el mate haya sido el mecanismo de transmisión. Sin embargo y considerando el riesgo teórico, se sugiere que aquellas personas que tengan enfermedades transmitidas por vía respiratoria [por ejemplo, gripe] se abstengan de compartir el mate hasta que la enfermedad haya sido superada". "Es aconsejable tomar mate con personas conocidas o con familiares, no en grandes comunidades" La doctora Lilián Testón, coordinadora del área de Epidemiología de la Fundación Centro de Estudios Infectológicos (Funcei), del Grupo Stamboulian, precisó que -al compartir la infusión- es viable que exista transmisión de gérmenes, tanto de virus como de bacterias y enfermedades. E indicó: "Una vía de transmisión puede ser el agua, que no sea potable. Lo segundo es la bombilla, por la saliva". Y sugirió: "Lo recomendable es no compartir el mate, pero como es una cosa cultural en Argentina, Paraguay y Uruguay, es bastante difícil". Asimismo, puntualizó: "Es aconsejable tomar mate con personas conocidas o con familiares, no en grandes comunidades. Que la persona con la que se comparte esté sana, sin ningún síntoma respiratorio ni enfermedad. En las embarazadas sería restringido al máximo y que el mate sea de uso exclusivo para la persona". La especialista, a su vez, hizo hincapié en la necesidad de seguir "ciertos cuidados" a la hora de beber la infusión. Y señaló: "Es importante tomar precaución con la selección de la persona con quien se elige tomar mate. Luego el lavado del recipiente y la bombilla con agua caliente al terminar de utilizar. Y secarlo, porque si uno lo deja 24 horas a temperatura ambiente, dependiendo del clima comienza la formación de hongos por la humedad de la yerba".

Pasos para una mejor higiene del mate


 
Foto: LA NACION / Guadalupe Aizaga

Karla Johan, sommelier especialista en catas de yerba mate y autora de El libro de la yerba mate, señaló que para disfrutar de un buen mate, antes que nada hay que curarlo. E indicó: "Una vez que la calabaza está bien curada y se empieza a tomar en ese recipiente es conveniente al terminar de tomar tirar la yerba y enjuagarlo, escurrir y dejar secar boca arriba". "El error más grande que comete la gente es dar vuelta el recipiente y ahí es donde se forman hongos", señaló.
Según estimó la catadora, en la Argentina se consume un promedio de seis kilos de yerba al año por persona. Un estudio que realizó en 2009 el Instituto Nacional de la Yerba Mate (INYC), a través de la consultora Opinión Pública, Servicios y Mercados (OPSM), manifestó que un 98 por ciento de los hogares consumen yerba mate y que de todos ellos, un 92 por ciento lo hace con bombilla.

Según estimó la catadora, en la Argentina se consume un promedio de seis kilos de yerba al año por persona

"Dentro del ritual está muy arraigado a nuestra cultura compartir la bombilla", sostuvo Johan y al hablar sobre ello resaltó la importancia de que el consumidor utilice una de material de alpaca o acero quirúrgico, por ser productos que se adaptan fácilmente y su costo no es elevado. Y sugirió: "Al menos una vez al mes hay que sumergirlas en agua hirviendo durante 30 minutos con dos cucharadas de bicarbonato de sodio. Después con un cepillo limpiar adentro cualquier residuo que haya quedado de yerba".
Para un uso práctico y a la vez higiénico, la sommelier aconsejó utilizar mates de vidrio o cerámica. "Estos son los dos productos más neutros, más recomendables, tanto para la oficina o para un viaje, que si te olvidaste de sacar la yerba y no tenés tiempo de limpiar la calabaza, tirás, enjuagás y empezás de nuevo".

¿Cómo preparar un buen mate?

Según indica Karla Johan, para preparar un buen mate es conveniente respetar los siguientes pasos: tomar un recipiente "mate", y cargarlo tres cuartas partes, con la yerba a ser evaluada. Luego taparlo con la palma de la mano, darlo vuelta boca abajo y agitarlo enérgicamente. Esto nos permite mezclar todos los componentes y evitar que la bombilla se tape. Volvemos a la posición inicial, dejando un pequeño canal, en donde colocaremos el agua tibia (40º), es fundamental realizar éste proceso para evitar que la yerba se queme. Seguimos los pasos colocando la bombilla en el canal, bien al fondo. Luego cebamos con el agua del termo, que debería estar entre 80º y 85º..http://www.lanacion.com.ar/1549661-la-higiene-del-mate-ese-companero-lleno-de-bacterias

lunes, 15 de octubre de 2012

Cómo comemos (nos llenamos) los argentinos


La mitad de la población del país tiene sobrepeso y la mayoría piensa que comer mucho es sano, aunque luego se recurra a pastillas, yuyos y dietas varias. El picoteo, un pésimo hábito, y la resistencia a comer bien, un sello nacional. Comer bien es darle a nuestro cuerpo lo que necesita. Ni más ni menos. Cada persona tiene sus costumbres, que se fueron formando a lo largo de los años, fuertemente influenciadas desde el nacimiento por su familia y por los mensajes que la sociedad envía directamente o a través de todas las formas de expresión que existen.

Hay una forma de comer individual, pero fuertemente influenciada por una forma de comer social.
Los argentinos comemos mucho. Comer mucho no es comer bien, es comer mal. La mitad de la población tiene sobrepeso o es obesa. Y en muchos casos, además de sobrarnos calorías nos faltan nutrientes. Obesos desnutridos, una verdadera paradoja. Repartimos nuestras comidas de un modo curioso. No desayunamos o hacemos desayunos livianos. Almuerzos variables y cenas abundantes, más una cuarta comida típica: el picoteo. Nuestro cuerpo se adapta mejor a una distribución regular de las comidas. Tenemos incorporado el concepto del placer de "llenarnos", algo que los franceses llaman ser “gourmand”: comida poco elaborada pero abundante. Nos resistimos a ser refinados, a saborear cada bocado de un plato delicado. Los argentinos estamos peleados con los vegetales y las frutas. No las compramos; si las tenemos, no las preparamos y no las comemos. Somos los campeones de las excusas: “No me gusta”, “No me caen bien”, “Están caras”, “No tengo tiempo”. No sería mala idea empezar a ser positivos y preguntarnos cómo prepararlas para que nos gusten, elegir lo que nos caiga bien, lo que sea más económico y lo que se prepare rápido.
No nos esforzamos en estimular buenos hábitos a los chicos. Es difícil encontrar alguien que ofrezca frutas y verduras a sus hijos. Es importante limitar el consumo de golosinas y estimular horarios regulares para las comidas. En esa etapa nace el picoteo y se desarrollan las costumbres que se mantendrán durante toda la vida.
Cada tanto, nos acordamos de hacer dieta. Nada podría ser peor. Significa que comemos mal casi siempre, aguantamos hasta que nos asustamos y en ese momento intentamos hacer algo heroico que siempre dura poco. Tenemos resistencia crónica a aprender a comer. Los argentinos creemos demasiado en la magia. Nos dejamos seducir por las pastillas, los yuyos o las dietas de moda. Creemos que hay alimentos buenos y alimentos malos. Pensamos que la culpa es de los alimentos y que nosotros no somos responsables de la decisión.
Imaginamos que un alimento engorda y otro adelgaza. Suponemos que hay alimentos que curan y otros que enferman. El folclore alimentario puede llenar varios libros con creencias falsas que por algún misterioso motivo no consiguen competir contra un buen libro de nutrición.  La bebida también es parte de nuestra alimentación. Una buena parte de nuestra hidratación proviene de bebidas frías o infusiones, especialmente mate, con azúcar.
Los argentinos tomamos en promedio más bebidas azucaradas que los estadounidenses. Aunque sostenemos que el plato nacional es el asado, en realidad lo que más comemos son pan, pastas y papas con alguna que otra milanesa.
Nuestra cultura pasa por el trigo y la carne. Los pequeños olvidados son los lácteos y los grandes perdedores son los vegetales, las frutas, las legumbres y el pescado.
Aprender a comer es una tarea difícil. Quizá si nos enseñaran en la escuela, sería más fácil seguir aprendiendo de grandes. Pero mientras llega ese día, si es que alguna vez llega, sería lindo ir picoteando algo de lo que pueden transmitir los que saben, que son los nutricionistas y no los opinólogos. Seleccionar la fuente de la información puede ser el primer paso de un menú saludable para aprender a comer mejor.
Edgardo Ridner es presidente de la Sociedad Argentina de Nutrición y conduce el programa “Como comemos los argentinos”, que se emite por canal Metro, los jueves, a las 17.http://www.clarin.com/buena-vida/nutricion/comemos-llenamos-argentinos_0_790721152.html