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lunes, 7 de septiembre de 2015

Polidieta: los 7 alimentos de la salud, el peso justo y la longevidad

No me gusta hablar de dietas, pero dado que se escucha permanentemente hablar de ellas, es oportuno hacer algunas aclaraciones sobre el tema. Si tomamos la palabra dieta como restricción será mal interpretada. Para los científicos y los nutricionistas, “la buena dieta” consiste en elegir alimentos de acuerdo con la patología que se tenga que tratar a través de la alimentación.Un grupo de científicos holandeses, liderado por Dr. Oscar Franco de la Universidad de Rotterdam, ideó la “Polidieta” con el objetivo de mejorar la calidad de vida de quienes la realcen, logrando una longevidad en los hombres en nueve años y en las mujeres de ocho.
Los ingredientes estudiados fueron: el vino, el pescado, el chocolate negro, las verduras, las frutas, las almendras y el ajo. Estos valiosos alimentos, tan recomendados, previenen enfermedades, entre ellas las cardiovasculares, cuando se consumen todos de manera fraccionada durante el día o en una comida. Se ha demostrado científicamente que disminuyen el riego cardiovascular en un 76%.
En los hombres, los resultados fueron sorprendentes. Se logró verificar que aquellos que se alimentaron con la “Polidieta” vivieron 9 años más sin padecer enfermedades cardiovasculares, en comparación con aquellos que no la seguían. Además, los varones que tuvieron diagnosticada alguna patología cardíaca, al seguir la polidieta obtuvieron mejorías significativas.En las mujeres, el resultado también fue positivo. Aquellas que seguían este modelo propuesto vivían hasta 8 años más sin riesgos cardiovasculares.Para llevar a cabo estos lineamientos nutricionales la sugerencia principal consistió en que el consumo de todos estos alimentos se realizara a diario, ya sea en una comida o fraccionado, con excepción del pescado, cuya recomendación fue establecida de cuatro veces a la semana.Resultados sorprendentesHicieron pruebas experimentales con los siete alimentos elegidos para descubrir el porcentaje de beneficio de cada uno de ellos y los resultados fueron los siguientes:
- Las personas que seguían la polidieta mejoraron su tensión arterial y su perfil lipídico y redujeron el riesgo de enfermedades cardiovasculares.
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- Tomando vino (no especificaban cuál, pero se sabe de los beneficios del vino tinto de buena cepa), 150 ml a diario, disminuyeron un 32% la probabilidad de desarrollar enfermedades cardiovasculares.
- El consumo de pescado (114 g cada vez) cuatro veces a la semana hizo bajar el riesgo en un 14%.
- La ingesta de 100 g de chocolate negro y el consumo de 400 g de verduras y frutas logró una reducción de la presión arterial, disminuyendo adicionalmente el riesgo cardiovascular en un 21%.
- El consumo de ajo (2.7 g por día; 1 ajo pesa entre 4 y 6 g) y de almendras (68 g; 1 almendra pesa aproximadamente entre 4 y 5 g) logró reducir el colesterol plasmático en un 25% y adicionalmente el riesgo de cardiopatías en 12.5%.
Desayunos y meriendas: 1 vaso de leche o yogur descremados
Infusión y edulcorante: cantidad suficiente
Pan integral multisemillado: 2 rebanadas

Almuerzo: salmón o caballa a la plancha sobre verduras con salsa de berro (tomate, cebolla y berro sin freír).
Vegetales crudos (lechuga, tomate, ají morrón, arvejas, zanahoria, pepino, etc.): 1 plato sopero.
1 papa o batata o arroz integral.
150 ml de vino.
1 fruta fresca.

Entrecomidas: mousse de chocolate negro o 1 chocolate negro de 100 g.
Almendras: 14 chicas o 17 medianas.
Té verde.

Cena: vegetales cocidos al vapor con garbanzos o porotos o lentejas.
1 fruta fresca.
Té verde.
http://www.clarin.com/buena-vida/nutricion/Polidieta-alimentos-salud-justo-longevidad_0_1424857691.html

lunes, 17 de diciembre de 2012

10 mil calorías en una noche


Si la ansiedad por comer y beber se desata, engordar entre dos y cuatro kilos en el festejo de Navidad o Año Nuevo puede ser posible. Cómo evitar caer en el gran atracón.

En nuestro país, Navidad y Año Nuevo están estrechamente ligados al exceso, a mesas donde la bebida y la comida abundan. Y a pesar de que en los últimos tiempos la tendencia es incorporar alimentos más cercanos a las temperaturas locales, las recetas de climas fríos, muy ricas en sabor y también en calorías, siguen vigentes.
Para muchos, el 24 y el 31 son de esos días en que todo está permitido en materia de comidas. Y así, al cabo de cada comilona de Navidad o Año Nuevo, se pueden llegar a consumir unas 10.000 calorías (el equivalente a unos cinco días de dieta normal) y ganar entre 2 y 4 kilos más en la balanza.
La cuenta es sencilla: una porción de lechón suma 750 calorías, una ensalada waldorf abundante tiene casi 800 calorías, una barra tipo mantecol aporta 530 y una rodaja de pan dulce suma 400, sin contar que por cada copa de vino se ingieren 145 calorías, y en cada copa de champagne hay que anotar 130 calorías, y la mitad cuando se bebe sidra o cerveza.
Pero dado que cerveza y sidra se toman generalmente en mayor cantidad que vino y champagne, se compensa el valor total. En síntesis, es un desborde total.
Pero los problemas que las comidas copiosas generan en épocas de altas temperaturas no se limitan al posterior aumento de peso. También pueden traer aparejados otras dificultades para la salud, que afectan a gordos y a flacos por igual.
“Durante esos días, las consultas por dolor abdominal son más frecuentes, y los excesos en la comida y bebida, dormir poco y cambiar el ritmo habitual son más riesgosos entre personas mayores de 60 años o con enfermedades como diabetes e hipertensión. Esto, para no hablar de las intoxicaciones con alcohol, que en las fiestas superan ampliamente la media”, explica la licenciada en Nutrición, María Florencia Destrée,
Los nutricionistas advierten que los extremos no sirven, comer sólo un yogur para después comer sin control no es lo indicado. Hay que darle a la comida el lugar que debe tener, ya que frente a la gran exposición de alimentos, se tiende a comer por disponibilidad, no por hambre.

Menú saludable Para evitarlo hay que aprender a manejar las tentaciones y tener en cuenta que “se puede combinar la comida, el disfrute y la alimentación saludable, sólo se trata de seleccionar los alimentos, cuidar sus combinaciones y elegir las formas de cocción menos agresivas”, destaca Mavi Díaz, directora de Mavi Díaz Delivery Diet y especialista en cocina gourmet Entre los alimentos que se recomiendan para iniciar la comida están los vegetales crudos y no sólo en ensaladas, sino también como crudites en bastones de zanahorias, pepinos y zuchini con limón y pimentón.
“A mayor dureza del alimento, mayor poder de saciedad, por eso es tan importante el corte”, aconseja Pedro Lambertini, chef de Natural Deli. Y un dato no menor para sentirse más saciado y comer menos durante la cena, es tomar un vaso de agua, de gaseosa Light o de un jugo diet antes de comenzar. No se debe empezar a tomar alcohol antes de la comida, ya que su exceso libera los frenos que uno se pone a la hora de comer.
Otro consejo que dan los profesionales tiene que ver con las cantidades. Si se consumen alimentos que no están en la lista de los permitidos, es importante moderar el tamaño de todas las porciones y comer despacio.
“El estómago necesita tiempo para decirle al cerebro que ya ha comido todo lo que necesita. Hay que tardar al menos 20 minutos en terminar el plato principal. Uno tiene que saber escuchar a su cuerpo y diferenciar cuándo come porque tiene hambre a cuándo lo hace porque hay comida en la mesa”, explica el doctor Adrián Jaime, presidente de la Academia Iberoamericana de Medicina Antienvejecimiento y Longevidad.
Incluso sugiere preparar la comida teniendo en cuenta que se puede transformar en ligth haciendo pequeños cambios. “Si algo lleva crema, se puede reemplazar por aderezos a base de yogur o queso crema y simples vinagretas”, ejemplifica el chef de Natural Deli. Otra opción es preparar un aderezo con aceite de oliva extravirgen y puré de zanahoria.
Además, la mayonesa es un peligro si uno la va a trasladar de una casa a otra. Para evitar la salmonella, conviene aderezarla con la mayonesa del dueño de casa. Medir el alcohol Pero no sólo la comida aporta calorías. Los expertos sugieren reemplazar las gaseosas comunes por dietéticas e ingerir mucha agua. Las bebidas alcohólicas también tienen una gran cantidad de calorías, por lo que habría que moderar el consumo si lo que se busca es no aumentar de peso.
A la hora de elegir el champagne, recordar quee una copa de extrabrut o seco suma 130 calorías; si es una variedad dulce, aumenta a 175. Y aquellos que prefieren brindar con sidra bajarán las calorías a la mitad.
La cerveza tiene la misma cantidad de calorías que el vino, pero se toma más cantidad. Y el clericó es el más peligroso. La gente cree que está tomando jugo de frutas, y en realidad toma muchísimo vino.
“Si decide tomar alcohol, hágalo lentamente, después de haber comido con moderación. Y agreguele hielo a su vaso para diluir un poco el alcohol y mantenerlo lleno con menos cantidad de bebida”, explica Destrée.
El tradicional brindis de medianoche también está en la mira de los especialistas. Se debe tener precaución cuando se toma champagne al final de las comidas. Además de tener una graduación alcohólica considerable, el gas puede complicar la digestión. Por eso se recomienda beberlo como aperitivo.
En cuanto al pan dulce, una rodaja mediana supone 400 calorías aproximadamente. El de  frutas abrillantadas tiene más hidratos de carbono de absorción rápida, por eso conviene reemplazarlo por los que tienen frutas secas, más saludables por su riqueza en antioxidantes, niveladores naturales de los valores de colesterol en sangre.
Y si prefiere frutas secas, debe saber que “las nueces aportan gran cantidad de omega 3 y mayor de fibra que las almendras y las frutas deshidratadas. Mientras que las avellanas tienen un valor nutricional similar al de las almendras, pero aportan más calorías y grasas.
Los turrones, el peligro mayor: una porción mediana del de almendras, 115 calorías. Confites de maní con chocolate: 20 gramos, 220 calorías; en garrapiñadas, 20 unidades totalizan 150. 
El día después Si a pesar de las recomendaciones no logra contenerse durante las fiestas, hay consejos para volver a la normalidad. Después de las Fiestas hay que seguir con el plan de alimentación habitual, respetando las cuatro comidas, aunque ya se aconseja que sean seis más livianas. No  hay que hacer ayunos, que resultan innecesarios y perjudiciales.
Si hay sensación de pesadez por la ingesta de alimentos grasos y dulces, conviene optar por un menú liviano y digestivo con frutas, lácteos descremados, verduras crudas y cocidas. Todo esto combinado con carnes blancas, atún o pollo.
El agua, la limonada y los jugos de frutas siempre están en las listas de los recomendados para estas casos. Y un elemento clave para evitar el aumento de peso es el ejercicio. Como objetivo de mínima, los médicos indican una caminata de 30 minutos diarios. http://www.clarin.com/buena-vida/nutricion/disfrutar-fiestas-engordar-enfermarse_0_828517350.html

miércoles, 22 de febrero de 2012

QUE SABEMOS DEL RESVERATROL?

Las afirmaciones sobre el resveratrol realizadas en revistas, en televisión y en internet son llamativas. Por ejemplo, "Investigadores de Harvard dicen que el resveratrol es el Santo Grial de la investigación sobre el envejecimiento". También son citadas a menudo investigaciones realizadas por otras instituciones prestigiosas tales como la Universidad Johns Hopkins, el Instituto Salk, y la Universidad de California, para respaldar la noción de que el resveratrol es casi un elixir de la juventud. Pero el tema es más complejo de lo que parece, y está envuelto en fuertes polémicas. Es verdad que muchos eminentes científicos están interesados en el resveratrol, y también que algunos hallazgos han sido muy prometedores.
Por ejemplo, David Sinclair, profesor de la Universidad de Harvard y especialista de fama mundial en el campo del antienvejecimiento, trabaja desde hace algunos años en la búsqueda de genes y fármacos que algún día retrasen con eficacia el proceso del envejecimiento. Y ha contribuido a popularizar esa idea de que el resveratrol tiene propiedades antienvejecimiento muy importantes. Sus estudios han demostrado que la molécula activa ciertas vías genéticas, o "genes reguladores" existentes en toda forma de vida, protegiendo a los organismos de un modo que los hace más sanos y que, probablemente, les prolonga la vida.
"Esas vías son como guardianes de nuestras células, conservándolas saludables y vivas durante más tiempo", declaró tiempo atrás Sinclair. "Creemos que, utilizando fármacos dirigidos a esos genes, podemos obtener amplios efectos, no sólo para una enfermedad a la vez, sino para muchas. Imagine una píldora contra la diabetes que también retrase el cáncer, la enfermedad cardiaca e incluso las cataratas".
La investigación de Sinclair ha demostrado un incremento del 30 por ciento en la duración media de la vida de ratones y células de levadura, y un 59 por ciento de incremento en cierto tipo de pez de vida corta. En humanos, él cree que un 30 por ciento de incremento en la duración de la vida no es inconcebible. La clave, matiza Sinclair, no es tanto el poder vivir más tiempo, sino el conseguir que cuando uno tenga 90 años de edad se sienta como si tuviera 60.
El resveratrol es una de las muchas sustancias químicas, llamadas polifenoles, que se forman de modo natural en vegetales. Se encuentra en uvas, maníes, moras, y arándanos, así como en piceas, eucaliptos, y otros vegetales (no todos comestibles). El vino tinto es rico en resveratrol, y el vino blanco también tiene cierta cantidad. Muchos artículos han presentado al resveratrol como el ingrediente en el vino que parece proteger de enfermedades cardiovasculares a quienes lo beben, la así llamada "Paradoja francesa". Esa paradoja consiste en que los franceses comen mucho queso y otros alimentos ricos en grasas, pero se mantienen más sanos de lo que cabría esperar, presumiblemente debido al vino tinto que beben.
Aislada por primera vez en 1940, la molécula de resveratrol ha sido sujeto de estudios científicos desde entonces. Y, de hecho, en los estudios de laboratorio es el equivalente de un gran circo. Bajo el microscopio, parece hacer casi cualquier cosa.
A continuación hay a algunos ejemplos:
- En algunos estudios, altas dosis de resveratrol han prolongado la vida de levaduras, ciertos gusanos, y otros organismos pequeños. Los ratones también viven más cuando se les suministra altas dosis de resveratrol. Estos hallazgos son los que sirvieron como punto de partida para la rotundidad en las afirmaciones sobre los efectos beneficiosos de ciertos suplementos antienvejecimiento introducidos en el mercado. Es un antioxidante. Algunos investigadores han propuesto que puede ayudar a proteger contra enfermedades cardiovasculares, pero esto no ha sido demostrado de manera clara. Es verdad que el vino, especialmente el vino tinto, parece tener algunos efectos beneficiosos para el corazón, pero no se sabe hasta qué punto el resveratrol está involucrado en esto.
- Por otro lado, algunos estudios han encontrado que el resveratrol, bajo ciertas circunstancias, puede actuar como un prooxidante, dañando así a las células. Algunos científicos han teorizado sobre el posible uso de esta propiedad para tratar el cáncer.
- Puede tener efectos antiinflamatorios y también actuar contra las prostaglandinas. Éstas son sustancias químicas implicadas en muchos procesos fisiológicos, incluyendo el dolor. En otras palabras, el resveratrol tiene algo en común con la aspirina y otros medicamentos antiinflamatorios no esteroideos, los cuales mitigan la inflamación y el dolor.
- Estudios de laboratorio sugieren que el resveratrol tiene propiedades neuroprotectoras. Si éstas pudieran ser aprovechadas de alguna forma, quizá podrían ayudar a prevenir algunas enfermedades degenerativas asociadas con el envejecimiento.
¿Nuestros nietos tomarán una cápsula de resveratrol cada mañana y vivirán hasta los 100 años de edad sin tener que ver a un médico? ¿Debería adquirir usted un frasco de píldoras de resveratrol y comenzar a tomarlas ya?
De lo primero, nadie sabe la respuesta. Pero de lo segundo, la respuesta según bastantes científicos es no. No se han llevado a cabo estudios apropiados sobre el resveratrol en humanos. Parece, hasta ahora, que su consumo no encierra riesgos para la salud, pero sus efectos a largo plazo son todavía un interrogante. Cualquier sustancia que parezca hacer casi cualquier cosa y que pueda desempeñar papeles químicos opuestos merece estudios cuidadosos antes de que nos podamos fiar de ella. ¿Es buena o mala? ¿O ambas cosas? ¿O ninguna? ¿Si es beneficiosa, qué dosis necesita usted? Nadie lo sabe todavía.
Quienes comercializan suplementos de resveratrol advierten que cuanto más tardemos en comenzar a consumir sus productos, más desastrosos serán los resultados para nuestra salud, y también dicen que las grandes compañías farmacéuticas venderán diez veces más caro el resveratrol algún día. Si esto último llega a suceder, las grandes compañías farmacéuticas al menos habrán tenido que demostrar primero la seguridad y la eficacia del producto mediante estudios en humanos. Éste no es el caso de los actuales suplementos dietéticos, sobre los cuales sus fabricantes o vendedores pueden hacer afirmaciones dudosas sobre sus efectos beneficiosos para la salud sin tener que demostrarlas con prueba alguna.
La ciencia no ignora al resveratrol. Muchas instituciones de investigación de diversas partes del mundo lo están probando como tratamiento para afecciones como la diabetes, el síndrome metabólico, y la enfermedad de Alzheimer, así como para prevenir el cáncer.
Muchos medicamentos modernos provienen de vegetales; la aspirina es quizás el mejor ejemplo conocido. A pesar de esto, no todos los remedios extraídos de plantas han sido exitosos. Además, muchos nutrientes y sustancias fitoquímicas actúan mejor como compañeros de equipo, no como productos aislados que se deban consumir en grandes dosis.

lunes, 23 de enero de 2012

Vida sana contra el cáncer

Muchos casos de cáncer podrían prevenirse si se modifican algunos hábitos cotidianos. Así lo indica un estudio reciente publicado en el British Journal of Cancer, que afirma que al menos un 40% de los cánceres diagnosticados en el Reino Unido están directamente relacionados al estilo de vida. Según el informe del Centro de Investigación del Cáncer del Reino Unido, de 14 variables evaluadas, el tabaquismo fue el factor más influyente, al ocasionar el 23% de los cánceres en hombres, el 16% en mujeres. Además, durante 2010 esta adicción fue responsable de 60 mil nuevos casos de este mal. Las otras causas más frecuentes de tumores malignos fueron la dieta con alto contenido de carnes y pobre en frutas, verduras y fibras, el alcoholismo en los hombres y, en las mujeres, la obesidad (por su efecto sobre el cáncer de mama) y el exceso de alcohol. Esta investigación –una de las más exhaustivas realizadas hasta la fecha– confirma que el cáncer es una enfermedad con múltiples factores de riesgo: no está determinado únicamente por cuestiones hereditarias y tampoco es un asunto del destino. Por el contrario, puede estar generado por los hábitos y costumbres cotidianos, o por factores ambientales. Modificarlos ayuda a prevenir nuevos casos.
Como el riesgo es distinto para las mujeres y los hombres, los autores del informe recomiendan a las primeras no fumar, evitar el sobrepeso y no beber alcohol en exceso, y a los varones, dejar el cigarrillo, aumentar el consumo de frutas y verduras y disminuir la ingesta de alcohol.
En los últimos 40 años, la probabilidad de fallecer antes de los 70 años de edad se redujo a la mitad, y podrá reducirse otro 50% si se evitan las causas prevenibles de las enfermedades. Hacer pequeños cambios en el estilo de vida disminuye de manera significativa el riesgo de sufrir problemas severos de salud.
Alcohol y cáncer
Otra investigación publicada en la revista British Medical Journal indica que el consumo de alcohol en Europa es responsable de uno de cada 10 cánceres en hombres y uno de cada 33 en mujeres. El estudio, que emplea datos obtenidos en Dinamarca, Alemania, Grecia, España, Francia, Italia, los Países Bajos y Reino Unido, indica que una parte importante de los cánceres atribuibles al alcohol (entre el 40 y el 98%) afectaron a individuos que consumían más de la cantidad diaria recomendada: dos unidades para los hombres y una para las mujeres. Si la bebida es vino, este límite se mide en copas.
En Europa el 6,5% de las muertes es consecuencia de enfermedades crónicas provocadas por el consumo de alcohol. La Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC) indica que los cánceres normalmente asociados a la bebida son de boca, faringe, laringe, esófago e hígado. En 2007 se añadieron a esta lista el de mama y el colorrectal.
Los datos analizados se obtuvieron mediante estimaciones de riesgo del estudio EPIC (“Estudio prospectivo europeo sobre cáncer, enfermedades crónicas, nutrición y estilo de vida”) e informaciones representativas sobre consumo de alcohol recopiladas por la Organización Mundial de la Salud.
EPIC evaluó durante al menos 10 años la incidencia de la enfermedad en 363.988 hombres y mujeres de entre 35 y 70 años al comienzo de la investigación. Los participantes, incorporados entre 1992 y 1999, respondieron cuestionarios que indagaban con detalle sobre su alimentación y estilo de vida, y sobre la cantidad, frecuencia y tipo de bebida alcohólica consumida a lo largo del estudio y en otros momentos de sus vidas.
Así se pudo calcular que, hasta 2008, el consumo de alcohol provocó en los hombres cerca de 57.600 casos de cáncer colorrectal, de hígado y de los tractos respiratorio y digestivo superior. De todos estos casos, 33 mil se produjeron por ingerir más de dos copas al día. En las mujeres, la bebida provocó 21.500 casos de cáncer colorrectal, de hígado y mama, y de los tractos respiratorio y digestivo superior; el 80% de estos tumores se debió al consumo de más de una unidad de cerveza, vino o licor al día.
Hasta ahora la recomendación de limitar el consumo de alcohol a dos unidades al día en hombres y a una en mujeres para reducir la incidencia de cáncer se basaba en suposiciones. Pero este estudio aporta datos cuantitativos que muestran que existe una relación entre la ingesta de bebidas espirituosas y el cáncer.
Los descubrimientos avalan la necesidad de reducir la ingesta de alcohol y los autores indican que estos hallazgos deberían tener un reflejo en las futuras políticas sanitarias europeas.
http://www.docsalud.com/articulo/3113/vida-sana-contra-el-cáncer

sábado, 29 de octubre de 2011

Bebedoras ocasionales sobreviven más a los infartos

Las mujeres que tomaban desde unas pocas bebidas alcohólicas al mes hasta más de tres copas a la semana durante el año previo a sufrir un ataque al corazón acabaron viviendo más que aquellas que nunca bebían alcohol, indica un estudio estadounidense.
Los resultados, que se centraron en más de 1.000 mujeres y fueron publicados en American Journal of Cardiology, se suman a la creciente evidencia de que el alcohol, independientemente del tipo de bebida, puede ser bueno para el corazón.
"Una cosa interesante fue que no vimos diferencias entre distintos tipos de bebidas", dijo Joshua Rosenbloom, estudiante de la Facultad de Medicina de Harvard que dirigió el estudio. "Esta última evidencia sugiere que es el alcohol en sí mismo el que es beneficioso", añadió.
Había un riesgo igualmente reducido de morir en el período de seguimiento si las mujeres bebían vino, cerveza o bebidas alcohólicas de alta graduación, según concluyeron Rosenbloom y sus colegas. "Una bebida al día es un objetivo realmente bueno, asumiendo que una persona pueda ser disciplinada al respecto", dijo James O'Keefe, cardiólogo del Sistema de Salud de St. Luke en Kansas City, Missouri, quien no participó en el estudio.
Los investigadores examinaron a más de 1.200 mujeres hospitalizadas por un ataque cardíaco. Les preguntaron cuántas bebidas alcohólicas consumían habitualmente, junto con otras preguntas sobre salud y estilo de vida. Después de al menos 10 años de seguimiento, el equipo descubrió que 44 de cada 100 mujeres que eran abstemias habían muerto, comparado con 25 de cada 100 bebedoras ocasionales y 18 de cada 100 consumidoras habituales de alcohol.
Esto se tradujo en una probabilidad aproximadamente un 35% menor de morir durante el período de seguimiento para las mujeres que bebían con respecto a las que no lo hacían.
En un estudio anterior que incluyó a hombres y mujeres, O'Keefe descubrió que la gente que seguía bebiendo moderadamente después de sufrir un ataque al corazón tenía mejor salud que la que era abstemia. "No es necesario asumir que la gente necesita dejar de beber una vez que desarrolla una enfermedad cardíaca", declaró.
"El problema es que el alcohol es un terreno resbaladizo, y aunque sabemos que un poco es bueno para nosotros, mucho es realmente malo", agregó O'Keefe. http://www.docsalud.com/articulo/2801/bebedoras-ocasionales-sobreviven-más-a-los-infartos

miércoles, 15 de junio de 2011

Afirman que es mejor beber con moderación que ser abstemio

El abstemio y el que bebe demasiado tienen mayores riesgos de muerte que quien bebe con moderación, sobre todo vino tinto, según un estudio publicado en The Lancet por los investigadores italianos Roberto Ferrari y Claudio Rapezzi.Un consumo razonable en dos semanas puede tener efectos inhibitorios del riesgo de trombosis (en el 50% de los casos inhibe la obstrucción del flujo sanguíneo que causa el trombo o masa de sangre coagulada) y aumentar el "colesterol bueno", que contrarresta la hipertensión.Según los estudios de la revista especializada, el consumidor de vino, comparado con quien prefiere la cerveza diariamente, tiene una dieta a menudo más saludable, que incluye pescado, aceite y cereales, y sigue los dictámenes de la dieta mediterránea.En la Toscana, donde la vid y la cultura enológica son patrimonio cultural de muchas familias, se realizó días pasados el primer seminario científico sobre el beber moderado en la dieta mediterránea y en el estilo de vida italiano.En Florencia, en los Estados Generales para el Chianti, el investigador Francesco Sofi recorrió para "Chianti y Salud" las investigaciones en favor del vino tinto desde 1972, año en que la literatura científica destacó la "paradoja francesa" con el máximo consumo de vino tinto y una baja incidencia de las enfermedades cardiovasculares, que en todo el mundo es la primera causa de mortalidad.Mientras, 15 universidades, seis entes de investigación, 32 grupos comprometidos a nivel internacional en estudios sobre los efectos del consumo moderado de alcohol, participaron en Siena, del seminario científico.Se trató de una iniciativa fruto de la colaboración entre el grupo "Umberto Pallotta Vino y Salud" de la Academia italiana de la vid y el vino, la Academia de Georgófilos, la Universidad Católica de Campobasso y las Universidades de Ancona y Siena, con el aporte de Enoteca Italiana y de Federvini. Fue patrocinada por los ministerios de Políticas Agrícolas, Alimentarias y Forestales, y de Salud, además de la Sociedad Italiana de Nutrición Humana.Los resultados del seminario, que serán publicados en un suplemento especial de la revista científica European Journal of Nutrition, "nos ayudarán a comunicar el mensaje que nuestro ente desde hace casi 80 años lleva adelante: el beber en forma moderada como parte de una alimentación correcta", dijo el presidente de Enoteca Italiana, Claudio Galletti."Desde hace tiempo estamos comprometidos en la promoción de modelos de consumos moderados y responsables a través del apoyo y la divulgación del estilo mediterráneo", agregó.Galletti destacó que "nos da mucho placer que el mundo de la investigación científica cree ocasiones de debates de alto nivel y nos involucre en un tema tan importante como el del rol de las bebidas alcohólicas dentro de la dieta mediterránea".Entre los mecanismos a través de los cuales las bebidas alcohólicas explican su efecto benéfico, particular interés despertó la teoría del hormesis presentada por Fulvio Ursini de la universidad de Padua.Según esa teoría, los efectos aparentemente contrastantes pueden ser observados en dosis moderadas o excesivas de sustancias nutrientes.Ello explicaría el efecto de protección de las bebidas alcohólicas en consumo moderado y su efecto tóxico en cantidades más elevadas.



jueves, 25 de noviembre de 2010

Mucho alcohol el fin de semana, peligroso para el corazón


Difundido por el British Medical Journal
El alcoholismo concentrado en el fin de semana duplica el riesgo de morir de un paro cardiaco respecto a un consumo repartido, según un estudio comparativo en Francia y en Irlanda del Norte, difundido en Internet por el British Medical Journal (BMJ).
El equipo de Jean-Bernard Ruidavets (Universidad de Toulouse) buscó averiguar si los modos de consumo de alcohol, muy diferentes en los dos países, podían estar vinculados con la disparidad de las tasas de mortalidad coronaria constatada en ambos.Las cifras de casos de insuficiencia coronaria aguda (infarto del miocardio y muerte coronaria) es dos veces más elevado en Belfast (Irlanda) que en Francia.
Los investigadores siguieron durante diez años a cerca de mil hombres de tres ciudades francesas (Lille, Estrasburgo, Toulouse) y de Belfast, de entre 50 y 59 años e indemnes de patologías cardiacas al lanzamiento del estudio en 1991. Encontraron que el volumen semanal de alcohol consumido por los bebedores regulares era prácticamente idéntico en la localidad irlandesa y en Francia.
En cambio los "modos de consumos eran radicalmente diferentes en los dos países: en Belfast, la ingesta de alcohol estaba más concentrada en un día del fin de semana (el sábado), cuando en los tres centros franceses estaba repartida de forma más regular sobre el conjunto de la semana".La preponderancia del "binge drinking", definido en el estudio como el consumo excesivo de alcohol (es decir cuatro o cinco vasos de vino) en una sola ocasión, era así casi 20 veces más elevado en Belfast que en Francia (9,4% de los hombres en Belfast frente al 0,5% en Francia). En paralelo, la incidencia anual de fallecimientos coronarios casi se duplicaba en Belfast (5,63 para 1.000) respecto a Francia (2,78)."Hemos tomado en consideración factores de riesgo clásicos que explican una parte de la variabilidad de 1 a 2 entre Francia e Irlanda del Norte, y hemos introducido el modo de ingesta y luego el consumo del vino", explicó uno de los responsables del estudio, Jean Ferrières (Universidad de Toulouse).
"De forma simétrica, está el hecho de consumir en una o dos veces grandes cantidades de alcohol, que da la mortalidad coronaria, y el hecho de consumir regularmente vino, que es protector para el corazón", indicó.
En Belfast, los hombres bebían principalmente cerveza (75,5%), seguido de licores (61,3%), el vino siendo poco consumido (27,4%). A cambio en Francia, el consumo de vino predominaba (91,8%).
”La ingesta de vino refleja comportamiento de vida diferentes respecto a la cerveza y está asociado a otros factores protectores cardiovasculares, como la alimentación", subrayó Ferrières.En un editorial publicado por el BMJ, Annie Britton (University College London) advierte en contra de los efectos nocivos del alcohol sobre otras patologías. "Hay que recordar a todos los grandes bebedores, sea cual sea su modo de consumo, que aumentan su riesgo de numerosas enfermedades, como la cirrosis del hígado, la pancreatitis crónica y varios tipos de cáncer", afirmó.
http://www.docsalud.com/articulo/1517/mucho-alcohol-el-fin-de-semana-peligroso-para-el-corazón

lunes, 18 de enero de 2010

El consumo de alcohol en jóvenes aumentó durante el 2009


Cifras del Ministerio de Desarrollo porteño revelan que creció un 6% entre los chicos de 19 y 24 años. En el SAME, atienden diariamente en la calle a 10 personas alcoholizadas
El número de jóvenes de la ciudad de Buenos Aires que consume alcohol desmedidamente se incrementó un seis por ciento el año pasado, según un informe del Observatorio de Adicciones del Ministerio de Desarrollo Social porteño.
El estudio, basado en la última encuesta de hogares del Sedronar de 2009, muestra que detrás de los jóvenes los adolescentes de entre 12 y 18 años lideran la lista de los mayores consumidores.
La cerveza es la bebida que más se ingiere, con 271.000 personas que hacen uso de ella cada fin de semana en la Ciudad. En cuanto a la cantidad, del 24,3% de la población porteña que reconoció tomar cerveza en exceso,el 14,3% dijo haber tomado un litro de cerveza durante un día; el 3,9%, dos litros, y el 6,1%, tres litros o más.
Detrás de la cerveza está el vino. Esta bebida es preferida en los adultos de entre 35 y 49 años (el 10,7%); luego los siguen los jóvenes de entre 19 y 24 años (el 9,4%).
En diálogo con Clarín, Roberto Canay, director del Observatorio de Adicciones porteño, se mostró “sorprendido” por el aumento del abuso de alcohol entre los jóvenes. “Esto da una pauta para diagramar las distintas políticas de gestión", dijo.
Por otro lado, el sondeo advierte también que el año pasado creció en la Capital Federal un 15% la asistencia en la calle de personas alcoholizadas. El SAME atendió un total de 300 personas mensuales, unas 10 por día. De ellos, más del 25% era menor de 24 años.
"Se incrementó el consumo de alcohol en jóvenes. Si esto no se atenúa, a fines de año se duplicará la cifra de asistencia callejera a personas ebrias. Los chicos se reúnen en las casas y beben alcohol; después, en los boliches, mezclan con otras bebidas y sus cuerpos colapsan", estimó Alberto Crescenti, director del SAME, al matutino.
http://www.infobae.com/general/495861-101096-0-El-consumo-alcohol-jóvenes-aumentó-el-2009

martes, 9 de diciembre de 2008

CONSUMO DE CERVEZA Y VINO EN ESTUDIANTES


Es frecuente el consumo de bebidas alcohólicas en estudiantes.
El objetivo de este trabajo fue conocer el consumo de cerveza y vino en estudiantes universitarios. A tal efecto, se realizó a 370 estudiantes (220 del sexo femenino y 150 del sexo masculino) de diferentes carreras de gestión estatal o privada (medicina, licenciatura en kinesiología, antropología), una encuesta anónima y voluntaria, a los que se les consultó sobre el tipo de bebida alcohólica que consumían, así como la frecuencia y el porqué del consumo. Del total, dijeron consumir cerveza 91,8% de las mujeres y 87,33% de los varones. En relación a la frecuencia la mayoría argumentó tomar un equivalente a 3 a 5 latas por noche los fines de semana. Si algún día en la semana se encuentran con algún amigo/a consumen 1 ó 2 porrones (equivalente a 3 latas de cerveza x cada porrón), siendo raro que beban en soledad y sí en compañía. La preferida es la cerveza blanca. A la cerveza negra la mayoría dijeron no haberla probado nunca y los pocos que la conocen dijeron no ser de su agrado y un grupo muy pequeño dijo a veces mezclarla con gaseosa de naranja. Ante la consulta de porqué cerveza y no gaseosa, la respuesta fue que la cerveza es una bebida que reúne, que sirve para compartir entre amigos, que además las propagandas de televisión te lo venden así y “es rica…bien helada es lo mejor”
En relación al consumo de vino, lo hace el 50,90% del sexo femenino, de ellas, el 58,03% prefieren vino blanco. En relación a los varones solo el 52% consume vino y de éstos el 56,9% prefiere tinto. Tanto vino blanco o tinto, lo prefieren solo o con hielo y muy pocos, mezclado con agua o soda. La mayoría toma 1 ó 2 veces por semana (entre 1 y 3 copas) generalmente en familia y en alguna cena o reunión de amigos, donde no tomen cerveza. El grado alcohólico de los vinos blancos tiene un promedio de 13º mientras que los vinos tintos de 14º y la cerveza de 4º a 6º como máximo.
En conclusión los estudiantes universitarios beben mayor cantidad de cerveza desplazando el consumo de vinos, influenciados por los medios de comunicación, por permitir más la interrelación con sus pares y al tener menor graduación alcohólica beben más.