Vistas de página en total

sábado, 16 de diciembre de 2017

5 hábitos que promueven la creación de neuronas

5 hábitos que promueven la creación de neuronas
Sandrine Thuret, neurocientífica del King’s College de Londres, es una de las principales investigadoras de la neurogénesis del mundo. Ella sostiene con contundencia que el hipocampo continúa generando neuronas fundamentales para los procesos de aprendizaje y memoria durante toda la vida.
Thuret apunta además, con sus estudios, a que estos procesos pueden reforzarse adoptando unos hábitos de vida saludables. Y sus conclusiones se cruzan con las de otros muchos análisis que profundizan en estas pautas:
5 hábitos que promueven la creación de neuronas
1. Ejercicio aeróbico
Científicos de la Universidad de Jyväskylä, en Finlandia, descubrieron que es una de las técnicas más adecuadas para aumentar la neurogénesis. La carrera o los ejercicios de resistencia se revelan como una práctica adecuada, aunque basta con “caminar a buen ritmo durante 30 minutos, cinco días a la semana”, le cuenta al periodista Alejandro Tovar del diario El País Pablo de España, Pablo Irimia, neurólogo de la Clínica Universidad de Navarra y vocal de la Sociedad Española de Neurología (SEN).
2. Alimentación
Apostar por la dieta mediterránea y por planes hipocalóricosparece ser, de nuevo, una decisión más que acertada. Aunque otros estudios dan un paso más, hablando de los flavonoides como alimentos que propician la neurogénesis adulta. Té verde, uvas rojas y, en definitiva, los alimentos ricos en antioxidantes, deben ser incluidos en la dieta habitual “por sus efectos positivos para evitar la degeneración celular”, apunta Irimia.
3. Sexo
El estudio publicado por la Us National Library of Medicinecomprobó que el hipocampo produce neuronas nuevas cuando el cuerpo queda expuesto a la práctica del sexo de forma continuada, mejorando así la función cognitiva. Pero avisan: “La experiencia sexual repetida puede estimular la neurogénesis adulta siempre que esta persista en el tiempo”. Le toca a cada uno fijar el calendario.
4. Estrés y ansiedad bajo control
Es, también, factor determinante para el correcto funcionamiento del cerebro, para el mantenimiento de la plasticidad neuronal y para el fomento de procesos de neurogénesis más relevantes. Así, científicos de la Universidad de Oregon apuntan a que la meditación, entendida como un ejercicio que controla y elimina la tensión, es una práctica desencadenante de la generación de nuevas neuronas en la edad adulta. En conclusión: unos minutos al día para dejar la mente en blanco ayudarán al cerebro tanto en el corto como en el medio y largo plazo.
5. Mente siempre activa
Se trata, quizá, del consejo más relevante: “El aprendizaje genera conexiones entre las diferentes zonas del cerebro, y por eso es clave para que este se pueda anteponer a su deterioro”, explica el neurólogo Irimia, que añade: “No se trata únicamente de leer mucho, sino también de mantener una interacción social habitual y estimular al cerebro constantemente”.
1.400 nuevas cada día
Ese es el número de neuronas que se crean por día, según la producción un equipo de expertos en el Instituto Médico Karonlinska, en Suecia, tras analizar la concentración de carbono 14 en el ADN de las neuronas presentes en el hipocampo de personas fallecidas. Con su estudio, publicado por la revista Cell, constataron que “las neuronas se generan también durante la edad adulta y que puede contribuir al buen funcionamiento del cerebro”.
Pero van más allá. Los autores avanzan que estas nuevas neuronas pueden tener un valor fundamental para futuras investigaciones relacionadas con el tratamiento de enfermedades neurodegenerativas. “Conocer esta realidad genera una expectativa. Se abre la puerta a desarrollar diferentes tratamientos que promuevan esta generación”, afirma Irimia, que añade: “Ahondando en estas investigaciones se podría, de algún modo, ofrecer expectativas en algunas enfermedades”. Afirma asimismo que estos procesos de neurogénesis adulta tienen un papel limitado, incapaz de corregir lesiones cerebrales serias, y que van mermando su efecto con la edad, pero que “nos dan pistas de que existe la posibilidad de inducir la aparición de neuronas a través de fármacos y tratamientos concretos”. El catedrático de Biología Celular de la Universidad de Valencia José Manuel García Verdugo, no obstante, circunscribe estos puntos intensos de neurogénesis adulta a los primeros años de vida: “Posiblemente, estos procesos se den únicamente hasta los 7 años, siendo especialmente activos en el primer año de vida”. Durante esa primera etapa, al patrón genético heredado de los padres se le suman otras neuronas que establecen nuevas redes y circuitos sinápticos, responsables de la asunción de nuevas habilidades. Por eso, García Verdugo habla más de trabajar por la plasticidad sináptica, “por fortalecer la capacidad exclusiva de las neuronas para cambiar y conectar distintos sentidos mediante el aprendizaje”, explica. Al final, se trata de cuidarlas. El alcohol y las drogas matan a las neuronas y varían la plasticidad sináptica. También el tabaco, la contaminación o cualquier elemento que afecte negativamente al sistema nervioso. Y la falta de ejercicio mental o la soledad. “Las neuronas no mueren por exceso de actividad, sino por justamente lo contrario, por inactividad”, confirma el experto García Verdugo.https://www.clarin.com/buena-vida/salud/habitos-promueven-creacion-neuronas_0_Hy7EZVxMf.html

lunes, 27 de noviembre de 2017

Advierten que la obesidad infantil es "muy grave" en el país

Regular la publicidad de los alimentos ricos en azúcar, grasas y sodio -que en muchos casos recurren a los personajes infantiles para atraer a los más chicos-; incorporar advertencias frontales en las etiquetas; aumentar el impuesto a las gaseosas, y promover ambientes escolares saludables a través de una oferta de mejor calidad nutricional en los quioscos y los comedores son los ingredientes de una receta infalible para revertir el aumento del sobrepeso y la obesidad infantiles en el país. En un documento conjunto, la Sociedad Argentina de Pediatría (SAP) y la oficina local de la Organización Panamericana de la Salud (OPS/OMS) instan a proteger el derecho de los chicos a acceder a una alimentación que no les provoque enfermedades crónicas como la obesidad o la diabetes. Ni durante la niñez ni en la adolescencia ni en el futuro. Además de intentar ser un llamado de atención para que los padres participen activamente en la selección de los productos que consumen sus hijos, ambas entidades coinciden en que el aumento de la obesidad infantil en el país "es muy grave" e instan a tomar medidas para revertir la tendencia. Pero esta batería de medidas que proponen la SAP y la OPS/OMS se anticipa aún más y recuerdan la importancia de la lactancia materna exclusiva hasta los seis meses de edad y la incorporación oportuna de la alimentación complementaria en la primera infancia para prevenir el sobrepeso y la obesidad.
Advierten que la obesidad infantil es "muy grave" en el país
Para ambas entidades, todo esto demanda atención "en momentos en los que la Argentina tiene una de las tasas más altas de sobrepeso infantil en América latina, lo que puede comprometer la salud de generaciones futuras". "El problema es muy grave. Se están viendo en chicos con enfermedades típicas de los adultos, como la diabetes tipo 2, que es la forma que está asociada con la obesidad. Esto es un problema que está en ascenso. Una prioridad sanitaria", dice Sebastián Laspiur, consultor nacional de la OPS/OMS para enfermedades no transmisibles. La presidenta de la SAP, Stella Maris Gil, explica: "Necesitamos que la población tome conciencia de la gravedad de este problema. No sólo está en juego la salud de los chicos ahora, sino también en la adolescencia y las futuras generaciones. Tenemos que actuar ya mismo, no esperar a que pasen los años". Ya desde el embarazo, como señala la pediatra, comienzan a influir factores que predisponen a las enfermedades crónicas en el futuro. "Sabemos cómo tenemos que pararnos ante este flagelo -afirma-. Y hay que hacerlo muy firmemente, no sólo desde el sector de la salud, sino también con la población, los legisladores y las empresas que producen alimentos. La obesidad y sus complicaciones insumen costos enormes en salud pública y productividad. Con este documento estamos mirando al futuro". http://www.lanacion.com.ar/2085995-advierten-que-la-obesidad-infantil-es-muy-grave-en-el-pais

jueves, 9 de noviembre de 2017

Aguas saborizadas: recetas que reemplazan a las gaseosas

Con la llegada del calor, hace falta tomar más líquidos y también mantener hidratados a los chicos. Lo sabemos: no hay nada como el agua. Pero es cierto que a veces tenemos ganas de sumar sabor y las preparaciones industrializadas tienen colorantes, saborizantes y, en algunos casos, muchísima azúcar.La opción, entonces, son las aguas saborizadas caseras. Saludables y ricas, además son fáciles de hacer y muy económicas.
Limón, pepino y menta
Es más suave que la limonada y súper refrescante.
Preparación
Colocar en una jarra con agua potable, medio limón exprimido y medio limón cortado en rodajas finas. Agregar medio pepino con cáscara cortado en rodajas, cinco hojas de menta o hierbabuena machacadas y un poco de hielo. Colocar en la heladera una hora para que los sabores se intensifiquen.
Aguas saborizadas: recetas que reemplazan a las gaseosas
Frutillas, limón y albahaca
Refrescante y con un sabor muy original.
Preparación
Colocar en una jarra con agua potable seis frutillas cortadas en láminas (si están en su punto justo serán bien sabrosas), un limón en rodajas, cinco hojas de albahaca machacadas para que liberen todo su sabor. Agregar hielo y llevar a la heladera.
Naranja, arándanos y jengibre
​Preparación
Colocar en una jarra agua potable, una naranja para jugo cortada en rodajas, un puñado de arándanos cortados en mitades, dos láminas de jengibre fresco (para hacer más intenso su sabor, se puede rallar y agregar en el momento). Añadir hielo y dejar reposar en la heladera una hora.
Manzana verde y canela
Esta opción requiere de un paso más en la preparación, pero es ideal para los fanáticos de la canela.
Preparación
Colocar en una olla un litro de agua potable junto a una ramita de canela, calentar unos minutos para que la canela libere todo su sabor. Una vez que esté fría el agua, colocarla en una jarra junto a una manzana verde con cáscara, cortada en rodajas. Agregar hielo y dejar reposar.
Cualquiera de estas opciones puede endulzarse a gusto o consumirse así.https://www.clarin.com/entremujeres/bienestar/aguas-saborizadas-recetas-reemplazan-gaseosas_0_B1Y04gAC-.html

La dieta es la clave para perder peso; el ejercicio es la clave para no recuperarlo

Es una pregunta que atormenta a todos los que luchan con su peso: ¿por qué algunos de nosotros no recuperamos los kilos perdidos, mientras otros rebotan?Ahora un estudio de 14 participantes del programa de televisión The Biggest Loser nos da una respuesta: es la actividad física, y mucha más de lo que las normas de salud sugieren. En promedio, aquellos que lograron mantener una importante pérdida de peso realizaban 80 minutos diarios de actividad moderada como caminar, o 35 minutos diarios de ejercicio vigoroso, como correr. En comparación, las normas de los Centros para la Prevención y el Control de Enfermedades señalan que al menos hay que realizar 150 minutos a la semana de ejercicio moderado, o 75 minutos a la semana de ejercicio vigoroso para adultos saludables.Aunque el estudio es muy pequeño y debe repetirse, dijo Kevin Hall, el autor principal y jefe de la Sección de Fisiología Integral del Instituto Nacional para la Diabetes y Enfermedades Digestivas y Hepáticas, es el primero que evalúa a la gente obesa varios años después de que perdieron peso con métodos vanguardistas y registra las calorías que han ingerido y la cantidad de ejercicio que han hecho.
DIETA
Los investigadores hicieron mediciones cuando los participantes fueron escogidos en el programa; los volvieron a medir después de seis semanas, de 30 semanas y finalmente luego de seis años de haber comenzado el concurso. “Los descubrimientos son importantes”, dijo Rena Wing, una profesora de psiquiatría en la Universidad de Brown y fundadora del Registro Nacional de Control de Peso. La comida ingerida “es la clave determinante de la pérdida de peso inicial. Y la actividad física es la clave para no recuperarlo”, dijo. El estudio también ayudó a explicar las razones. Una consecuencia de la pérdida de peso entre los participantes de The Biggest Loser era un metabolismo muy lento. Los participantes quemaban un promedio de 500 calorías al día menos de lo esperado, según descubrieron Hall y sus colegas. En resumen, sus cuerpos estaban luchando en contra de la pérdida de peso. Aquellos que no ganaron peso “contrarrestan la caída de su metabolismo con actividad física”, dijo Hall. El peso promedio de los concursantes al inicio del programa de televisión era de 150 kilos. Al final, era de 90; la pérdida fue de 58 kilos. Sin embargo, seis años después de que el estudio terminara, su peso promedio rebotó a 131 kilos, solo 17 menos que cuando empezaron.https://www.clarin.com/new-york-times-international-weekly/?url=/clarin/story/content/view/full/75838&

martes, 17 de octubre de 2017

Preocupa el aumento de la obesidad entre los jóvenes

El número de niños y adolescentes de edades comprendidas entre los cinco y los 19 años que presentan obesidad se ha multiplicado por 10 en el mundo en los cuatro últimos decenios. Las conclusiones de un nuevo estudio dirigido por el Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS) indican que, si se mantienen las tendencias actuales, en 2022 habrá más población infantil y adolescente con obesidad que con insuficiencia ponderal moderada o grave.
El estudio fue dirigido por el Imperial College de Londres y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En el estudio, que se publicó en la revista The Lancet antes del Día Mundial de la Obesidad celebrado el 11 de octubre, se analizaron el peso y la talla de cerca de 130 millones de individuos mayores de cinco años (31,5 millones de edades comprendidas entre los cinco y los 19 años y 97,4 millones de individuos de 20 años de edad o más), una cifra que lo convierte en el estudio epidemiológico que ha incluido al mayor número de personas. Además, más de 1000 colaboradores participaron en el estudio, en el que se analizó la evolución del índice de masa corporal y la obesidad desde 1975 hasta 2016, según el sitio de la OMS.Las tasas mundiales de obesidad de la población infantil y adolescente aumentaron desde menos de un 1 % (correspondiente a 5 millones de niñas y 6 millones de niños) en 1975 hasta casi un 6 % en las niñas (50 millones) y cerca de un 8 % en los niños (74 millones) en 2016. Estas cifras muestran que, conjuntamente, el número de individuos obesos de cinco a 19 años de edad se multiplicó por 10 a nivel mundial, pasando de los 11 millones de 1975 a los 124 millones de 2016. Además, 213 millones presentaban sobrepeso en 2016, si bien no llegaban al umbral de la obesidad.
En 2022, la obesidad en los niños y adolescentes de cinco a 19 años de edad será más frecuente que la insuficiencia ponderal
Los autores afirman que, si se mantienen las tendencias observadas desde 2000, los niveles mundiales de obesidad en la población infantil y adolescente superarán en 2022 a los de la insuficiencia ponderal moderada o grave en el mismo grupo de edad. En 2016 había en el mundo 75 millones de niñas y adolescentes y 117 millones de niños y adolescentes varones con bajo peso moderado o grave.Sin embargo, las elevadas cifras de insuficiencia ponderal moderada o grave en 2016 (75 millones de niñas y adolescentes 117 millones de niños y adolescentes varones) siguen representando un importante problema de salud pública, sobre todo en las regiones más pobres, y reflejan la amenaza que representa la malnutrición en todas sus formas, ya que en las mismas comunidades conviven niños y jóvenes con peso insuficiente con otros que presentan sobrepeso.En muchos países de ingresos medianos (por ejemplo, en Asia oriental, América Latina y el Caribe), los niños y los adolescentes han pasado rápidamente de tener predominantemente un peso demasiado bajo a presentar sobrepeso. Según los autores, este cambio podría ser consecuencia del mayor consumo de alimentos de alto contenido calórico, sobre todo de hidratos de carbono muy elaborados, que engordan y afectan al estado de salud durante toda la vida. https://www.rosario3.com/noticias/Preocupa-el-aumento-de-la-obesidad-entre-los-jovenes-20171016-0048.html

jueves, 12 de octubre de 2017

Argentina lidera el ranking de obesidad en Latinoamérica

Argentina es el país con más hombres adultos obesos de todo Latinoamérica y el Caribe, con un 26,7 % de su población masculina afectada por este desequilibrio que implica importantes riesgos para la salud, según un informe presentado este martes por la agencia de la ONU para la Alimentación y la Agricultura (FAO) y la Organización Panamericana de la Salud (OPS).
El relevamiento “Panorama de la Seguridad Alimentaria y Nutricional en América Latina y el Caribe” presentado en Santiago de Chile, muestra además que el hambre aumentó por primera vez el año pasado en la región, después de más de una década de retroceso, ubicándose un 6 % por encima de la medición anterior, según Télam.
Además, el hambre aumentó por primera vez el año pasado en la región, después de más de una década de retroceso.

Es que en seis de los 32 países medidos -entre los que se encuentra Argentina por una diferencia de sólo 0,2 puntos porcentuales- aumentó la desnutrición, que ya afecta a 42,5 millones de habitantes de la región, lo que representa un incremento de 2,4 millones de personas.https://www.rosario3.com/noticias/Argentina-lidera-el-ranking-de-obesidad-en-Latinoamerica-20171011-0074.html

lunes, 9 de octubre de 2017

El rol de la insulina en el hambre

Los investigadores generalmente están divididos sobre qué causa obesidad y por qué tenemos antojos.La creencia convencional es que la obesidad es causada por un exceso calórico. Le llaman trastorno de “equilibrio de energía” y el tratamiento consiste en consumir menos energía (menos calorías) y gastar más. Cuando no logramos hacer esto, se implica que carecemos de autodisciplina.
52a7f5ce-c7ce-4096-ac2c-88e242ab8dde.jpg
“Es visto como un problema psicológico o incluso una cuestión de carácter”, indicó David Ludwig, quien trata la obesidad en la Escuela de Medicina de la Universidad de Harvard.La posición minoritaria en este campo, una que Ludwig sostiene, es que la obesidad es un trastorno de regulación hormonal, y la hormona que domina este proceso es la insulina. Es el lazo entre lo que comemos y la acumulación de grasa en exceso y eso, a su vez, está ligado con los alimentos que se nos antojan y el hambre que experimentamos. Desde los 60 se ha sabido que la insulina envía señales a las células grasas para que acumulen grasa, mientras que a otras células en nuestro cuerpo les dice que quemen carbohidratos como combustible. Bajo este pensamiento, estos carbohidratos hacen engordar de manera singular.En vista de que los niveles de insulina después de una comida son determinados en gran parte por los carbohidratos que comemos —sobre todo granos y almidones de fácil digestión, conocidos como carbohidratos de alto índice glucémico, así como azúcares como sacarosa y jarabe de maíz de alta fructosa— las dietas que se basan en este enfoque se centran específicamente en estos carbohidratos. Si no queremos ser gordos o engordar, no los comemos.Este efecto de la insulina sobre el metabolismo de la grasa y los carbohidratos ofrece una explicación sobre por qué un pequeño “desliz”, como le llamarían los especialistas en adicción, podría llevar con tanta facilidad a un atracón de comida.Si los niveles de insulina se elevan aunque sea un poco, dijo Robert Lustig, endocrinólogo pediatra en la Universidad de California en San Francisco, el cuerpo hace el cambio de quemar grasa a quemar carbohidratos.“Entre más insulina se libere, más antojo hay de carbohidratos”, señaló Lustig. “Una vez que uno se expone a un poco de carbohidrato, y ello provoca una descarga de insulina, eso hace que las células de grasa reciban energía a la fuerza y priva a tus otras células de la energía que, por el contrario, habrían utilizado —en esencia, hambre. Así que uno lo compensa sintiendo hambre, en particular de más carbohidratos. Un alto nivel de insulina impulsa el antojo de carbohidratos”.El resultado es que incluso un bocado o una probadita de alimentos ricos en carbohidratos puede estimular la insulina y crear hambre —un antojo— de incluso más carbohidratos.El azúcar y los dulces son un problema específico debido a varias respuestas fisiológicas que podrían ser únicas del azúcar. Los antojos por azúcar parecen ser mediados a través del centro de recompensas del cerebro que es activado por otras sustancias adictivas. Tanto el azúcar como las sustancias adictivas estimulan la liberación de dopamina, lo que produce una sensación intensamente placentera.Los investigadores que promueven la restricción de carbohidratos creen que una persona puede minimizar su antojo de carbohidratos al reemplazarlas comiendo muchas grasas saludables en lugar de eso. La grasa da sensación de saciedad, indicó Ludwig, y es el único macronutriente que no estimula la secreción de insulina.Consumir alimentos ricos en grasas “ayuda a extinguir el comportamiento de atracón”, dijo Ludwig, “en lugar de los alimentos altos en carbohidratos, que la exacerban”.Las mismas técnicas que han ayudado a los drogadictos a evitar recaídas también deberían funcionar con los alimentos. Estos principios básicos han sido desarrollados durante décadas, dijo Laura Schmidt, especialista en adicciones en la Escuela de Medicina de la Universidad de California en San Francisco, quien ahora también estudia el azúcar. Pueden “funcionar para cualquiera que esté ahora sobrio y que quiera mantenerse así”.Cualquier dieta exitosa es un compromiso a largo plazo.“Es un sistema muy poderoso que tiene que revertirse, ya sea una adicción o enfermedad metabólica”, indicó Schmidt. “Se entreteje en el cuerpo y la mente durante años y volverse sano exige también adoptar una visión a largo plazo”.https://www.clarin.com/new-york-times-international-weekly/?url=/clarin/story/content/view/full/71593

miércoles, 27 de septiembre de 2017

Aprueban una droga que permite reprogramar las células que atacan a los tumores

La pesadilla de la familia Whitehead comenzó un día del 2010 cuando Emily, entonces de cinco años, recibió un diagnóstico devastador: sufría de leucemia linfoide aguda, el tipo más común entre niños y adolescentes, y cuya mortalidad es de 15 por cada 100 enfermos.
Emily tuvo dos ciclos de quimioterapia, pero a pesar del bombardeo químico la enfermedad no cedió. Los médicos dijeron entonces que la única salida era realizarle un trasplante de médula ósea. Pero la nena no pudo llegar a esa instancia porque la agresividad del cáncer había aumentado. A sus seis años, Emily parecía no tener salida.
Mientras tanto, en el Hospital Infantil de Filadelfia, un grupo de especialistas estaba probando un nuevo tratamiento experimental contra el mismo tipo de cáncer de que sufría la chica. Pese a que el fármaco no había sido probado en niños, Emily Whitehead fue aceptada. Una máquina removió parte de la sangre del cuerpo de la nena para extraer las células blancas (los leucocitos), que forman el ejército de defensa del organismo. Un virus de HIV modificado genéticamente reprogramó las células blancas para que comenzaran a atacar al cáncer. “Teníamos dos opciones: arriesgarnos o ir a casa y esperar a que el tiempo pasara”, dice el padre de la niña, Tom Whitehead. “Fue muy difícil asistir a todo eso. Los médicos afirmaban que mi hija tenía menos de una chance en mil de sobrevivir”. Emily sobrevivió y ahora entró en la historia de la medicina. La terapia que recibió la niña fue recientemente aprobada por la Agencia de Medicamentos y Alimentos de los Estados Unidos (la FDA, similar a nuestra ANMAT). “Estamos abriendo una nueva frontera de innovación médica, a partir de la posibilidad de reprogramar las células del mismo paciente para atacar a un cáncer mortal”, se entusiasma Scott Gottlieb, director de la FDA. El entusiasmo es contagioso: “Fue lo más excitante que ví en toda mi vida”, dice el oncólogo Tim Cripe, del Nationwide Children´s Hospital, uno de los centros de referencia en tratamientos infantiles en los Estados Unidos. El medicamento aprobado por la FDA fue desarrollado por el laboratorio suizo Novartis bajo el nombre comercial Kymriah, y es el primero de la terapia CAR-T. La aprobación fue concedida para el tratamiento de la leucemia linfoide aguda, la más común, responsable del 70% de las leucemias en niños y adolescentes. Pero los especialistas apuestan, en breve, a que la terapia celular de este tipo, una manera individual de tratar el cáncer, pueda ser aplicada para atacar otros tumores. En estos momentos hay cuarenta estudios que se están llevando a cabo para poner a prueba los efectos del tratamiento para los cánceres de riñón, próstata, intestinos, ovarios y páncreas, entre otros.
El núcleo
El tratamiento gira en torno a la técnica más nueva y disruptiva de la oncología actual. A partir de la reprogramación de las células de la sangre, el propio organismo del paciente se convierte en un remedio contra el cáncer, y ataca exclusivamente a las células enfermas, cuidando a las saludables. Es decir, lo contrario de lo que sucede durante las sesiones de quimioterapia convencionales.
El método, conocido como CART-T, comenzó a ser probado en el año 2012 y desde entonces los resultados han sido muy satisfactorios. En 52 de los 63 niños y jóvenes de entre 3 y 23 años que se sometieron al tratamiento (Emily, entre ellos) la leucemia desapareció. Todos los pacientes estaban desahuciados. Ya habían pasado por todos los tratamientos terapéuticos posibles, sin éxito.
La base de acción del tratamiento estriba en el sistema de defensa del organismo, una compleja orquesta compuestas por células y sustancias que defienden al cuerpo de virus, bacterias y tumores. Para poder crecer, los tumores necesitan hallar formas de derribar las defensas del organismo y bloquear su capacidad natural de luchar. Lo que hace el medicamento aprobado es ayudar al sistema inmunológico a reconocer el cáncer como una amenaza, y atacarlo.
El primer paso para comenzar el tratamiento es extraer una muestra de 200 mililitros de sangre del enfermo. De ese material, se separan los linfocitos T, las células que comandan la sinfonía del sistema inmunológico. En el laboratorio, los linfocitos T son alterados para que puedan recibir un receptor, el CAR, que es una partícula diseñada para dirigirse hacia un blanco específico. En el caso del Kymriah la molécula es la CD19, que se encuentra en la superficie de las células con leucemia linfoide aguda.
El segundo paso del tratamiento es lograr que los linfocitos T, ya con el CAR dentro, se multipliquen. Cuando son reinyectados en la corriente sanguínea del enfermo, los linfocitos T reconocen y matan a las células cancerígenas. El cáncer desaparece.
Los desafíos
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Hay más de un problema a resolver. El costo del tratamiento es uno. Es muy elevado, nada menos que 475 mil dólares. Y no se trata de un medicamento que se compre en una farmacia, el acceso se dará a través de hospitales.
El efecto colateral de la terapia no es leve. La respuesta exacerbada del sistema inmune puede causar fiebre muy alta, dificultad para respirar, baja abrupta de la presión e hinchazón de órganos. Los especialistas advierten que, teniendo en cuenta que las reacciones adversas pueden ser graves, el tratamiento deberá ser hecho acompañado de un monitoreo continuo.
Otro punto, que afecta directamente tanto sobre el precio como por sobre la disponibilidad del fármaco, es que su fabricación es absolutamente individual. Depende, por lo tanto, de un proceso muy complejo. Actualmente hay 32 centros especializados para el desarrollo de la droga.
El camino de CART-T comenzó en 1990, cuando el químico e inmunólogo Zelig Eshhar, del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel) se reunió con el estadounidense Steven Rosenberg, de los Instituto Nacionales de Salud (NIH, de los EE.UU.) para desarrollar las primeras células en laboratorio. Fueron necesarios veinte años para hacer que se multiplicasen de manera eficaz y, al mismo tiempo, disminuyeran los efectos colaterales.
La terapia actual está diseñada para ser absolutamente individual, y solo fue posible a partir de la combinación de conocimientos científicos sobre el sistema inmunológico, en particular por los avances en el campo de la manipulación genética.
El primer paso se dió en el año 2003, con la conclusión del Proyecto Genoma, cuando el ADN humano fue rastreado en su totalidad. Como el cáncer es una enfermedad que se desarrolla por alteraciones en el ADN, “la comprensión de los cambios en el origen de esas variaciones abrió la puerta para el advenimiento de la medicina personalizada”, explica Marcelo Crus, oncólogo clínico de la división de Hematología y Oncología de la Universidad Northwestern, en Chicago.
Hasta hace poco tiempo, los fundamentos para el tratamiento del cáncer se basaban en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Esas estrategias siguen siendo indispensables para la mayoría de los tumores. El problema allí es que la quimioterapia ataca también a las células saludables. Desarrolladas en la década del ’90, las llamadas terapias-blanco fueron las pioneras de los tratamientos direccionados. El medicamento que inauguró ese tipo de fármaco fue el trastuzumable, aprobado en los Estados Unidos en 1998 para tumores de mama.
La terapia-blanco está proyectada para bloquear el crecimiento y la diseminación de las células cancerígenas, evitando afectar a las saludables. La inmunoterapia, núcleo de la droga Kymriah, el apogeo del tratamiento personalizado, es la que hace que el propia sea el que se defienda, y es mucho más reciente: surgió en el año 2011. A pesar de lo impactante del anuncio sobre la aprobación de este medicamento, falta mucho para decir que se está delante de la bala de planta contra el cáncer. Las células tumorales, por la misma complejidad que plantea la enfermedad, continuarán planteando un enigma.
El núcleo
El tratamiento gira en torno a la técnica más nueva y disruptiva de la oncología actual. A partir de la reprogramación de las células de la sangre, el propio organismo del paciente se convierte en un remedio contra el cáncer, y ataca exclusivamente a las células enfermas, cuidando a las saludables. Es decir, lo contrario de lo que sucede durante las sesiones de quimioterapia convencionales.
El método, conocido como CART-T, comenzó a ser probado en el año 2012 y desde entonces los resultados han sido muy satisfactorios. En 52 de los 63 niños y jóvenes de entre 3 y 23 años que se sometieron al tratamiento (Emily, entre ellos) la leucemia desapareció. Todos los pacientes estaban desahuciados. Ya habían pasado por todos los tratamientos terapéuticos posibles, sin éxito.
La base de acción del tratamiento estriba en el sistema de defensa del organismo, una compleja orquesta compuestas por células y sustancias que defienden al cuerpo de virus, bacterias y tumores. Para poder crecer, los tumores necesitan hallar formas de derribar las defensas del organismo y bloquear su capacidad natural de luchar. Lo que hace el medicamento aprobado es ayudar al sistema inmunológico a reconocer el cáncer como una amenaza, y atacarlo.
El primer paso para comenzar el tratamiento es extraer una muestra de 200 mililitros de sangre del enfermo. De ese material, se separan los linfocitos T, las células que comandan la sinfonía del sistema inmunológico. En el laboratorio, los linfocitos T son alterados para que puedan recibir un receptor, el CAR, que es una partícula diseñada para dirigirse hacia un blanco específico. En el caso del Kymriah la molécula es la CD19, que se encuentra en la superficie de las células con leucemia linfoide aguda.
El segundo paso del tratamiento es lograr que los linfocitos T, ya con el CAR dentro, se multipliquen. Cuando son reinyectados en la corriente sanguínea del enfermo, los linfocitos T reconocen y matan a las células cancerígenas. El cáncer desaparece.
Los desafíos
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Hay más de un problema a resolver. El costo del tratamiento es uno. Es muy elevado, nada menos que 475 mil dólares. Y no se trata de un medicamento que se compre en una farmacia, el acceso se dará a través de hospitales.
El efecto colateral de la terapia no es leve. La respuesta exacerbada del sistema inmune puede causar fiebre muy alta, dificultad para respirar, baja abrupta de la presión e hinchazón de órganos. Los especialistas advierten que, teniendo en cuenta que las reacciones adversas pueden ser graves, el tratamiento deberá ser hecho acompañado de un monitoreo continuo.
Otro punto, que afecta directamente tanto sobre el precio como por sobre la disponibilidad del fármaco, es que su fabricación es absolutamente individual. Depende, por lo tanto, de un proceso muy complejo. Actualmente hay 32 centros especializados para el desarrollo de la droga.
El camino de CART-T comenzó en 1990, cuando el químico e inmunólogo Zelig Eshhar, del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel) se reunió con el estadounidense Steven Rosenberg, de los Instituto Nacionales de Salud (NIH, de los EE.UU.) para desarrollar las primeras células en laboratorio. Fueron necesarios veinte años para hacer que se multiplicasen de manera eficaz y, al mismo tiempo, disminuyeran los efectos colaterales.
La terapia actual está diseñada para ser absolutamente individual, y solo fue posible a partir de la combinación de conocimientos científicos sobre el sistema inmunológico, en particular por los avances en el campo de la manipulación genética.
El primer paso se dió en el año 2003, con la conclusión del Proyecto Genoma, cuando el ADN humano fue rastreado en su totalidad. Como el cáncer es una enfermedad que se desarrolla por alteraciones en el ADN, “la comprensión de los cambios en el origen de esas variaciones abrió la puerta para el advenimiento de la medicina personalizada”, explica Marcelo Crus, oncólogo clínico de la división de Hematología y Oncología de la Universidad Northwestern, en Chicago.
Hasta hace poco tiempo, los fundamentos para el tratamiento del cáncer se basaban en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Esas estrategias siguen siendo indispensables para la mayoría de los tumores. El problema allí es que la quimioterapia ataca también a las células saludables. Desarrolladas en la década del ’90, las llamadas terapias-blanco fueron las pioneras de los tratamientos direccionados. El medicamento que inauguró ese tipo de fármaco fue el trastuzumable, aprobado en los Estados Unidos en 1998 para tumores de mama.
La terapia-blanco está proyectada para bloquear el crecimiento y la diseminación de las células cancerígenas, evitando afectar a las saludables. La inmunoterapia, núcleo de la droga Kymriah, el apogeo del tratamiento personalizado, es la que hace que el propia sea el que se defienda, y es mucho más reciente: surgió en el año 2011. A pesar de lo impactante del anuncio sobre la aprobación de este medicamento, falta mucho para decir que se está delante de la bala de planta contra el cáncer. Las células tumorales, por la misma complejidad que plantea la enfermedad, continuarán planteando un enigma.
El núcleo
El tratamiento gira en torno a la técnica más nueva y disruptiva de la oncología actual. A partir de la reprogramación de las células de la sangre, el propio organismo del paciente se convierte en un remedio contra el cáncer, y ataca exclusivamente a las células enfermas, cuidando a las saludables. Es decir, lo contrario de lo que sucede durante las sesiones de quimioterapia convencionales. El método, conocido como CART-T, comenzó a ser probado en el año 2012 y desde entonces los resultados han sido muy satisfactorios. En 52 de los 63 niños y jóvenes de entre 3 y 23 años que se sometieron al tratamiento (Emily, entre ellos) la leucemia desapareció. Todos los pacientes estaban desahuciados. Ya habían pasado por todos los tratamientos terapéuticos posibles, sin éxito. La base de acción del tratamiento estriba en el sistema de defensa del organismo, una compleja orquesta compuestas por células y sustancias que defienden al cuerpo de virus, bacterias y tumores. Para poder crecer, los tumores necesitan hallar formas de derribar las defensas del organismo y bloquear su capacidad natural de luchar. Lo que hace el medicamento aprobado es ayudar al sistema inmunológico a reconocer el cáncer como una amenaza, y atacarlo. El primer paso para comenzar el tratamiento es extraer una muestra de 200 mililitros de sangre del enfermo. De ese material, se separan los linfocitos T, las células que comandan la sinfonía del sistema inmunológico. En el laboratorio, los linfocitos T son alterados para que puedan recibir un receptor, el CAR, que es una partícula diseñada para dirigirse hacia un blanco específico. En el caso del Kymriah la molécula es la CD19, que se encuentra en la superficie de las células con leucemia linfoide aguda. El segundo paso del tratamiento es lograr que los linfocitos T, ya con el CAR dentro, se multipliquen. Cuando son reinyectados en la corriente sanguínea del enfermo, los linfocitos T reconocen y matan a las células cancerígenas. El cáncer desaparece.
Los desafíos
Sin embargo, no todas son buenas noticias. Hay más de un problema a resolver. El costo del tratamiento es uno. Es muy elevado, nada menos que 475 mil dólares. Y no se trata de un medicamento que se compre en una farmacia, el acceso se dará a través de hospitales.
El efecto colateral de la terapia no es leve. La respuesta exacerbada del sistema inmune puede causar fiebre muy alta, dificultad para respirar, baja abrupta de la presión e hinchazón de órganos. Los especialistas advierten que, teniendo en cuenta que las reacciones adversas pueden ser graves, el tratamiento deberá ser hecho acompañado de un monitoreo continuo. Otro punto, que afecta directamente tanto sobre el precio como por sobre la disponibilidad del fármaco, es que su fabricación es absolutamente individual. Depende, por lo tanto, de un proceso muy complejo. Actualmente hay 32 centros especializados para el desarrollo de la droga. El camino de CART-T comenzó en 1990, cuando el químico e inmunólogo Zelig Eshhar, del Instituto de Ciencia Weizmann (Israel) se reunió con el estadounidense Steven Rosenberg, de los Instituto Nacionales de Salud (NIH, de los EE.UU.) para desarrollar las primeras células en laboratorio. Fueron necesarios veinte años para hacer que se multiplicasen de manera eficaz y, al mismo tiempo, disminuyeran los efectos colaterales. La terapia actual está diseñada para ser absolutamente individual, y solo fue posible a partir de la combinación de conocimientos científicos sobre el sistema inmunológico, en particular por los avances en el campo de la manipulación genética. El primer paso se dió en el año 2003, con la conclusión del Proyecto Genoma, cuando el ADN humano fue rastreado en su totalidad. Como el cáncer es una enfermedad que se desarrolla por alteraciones en el ADN, “la comprensión de los cambios en el origen de esas variaciones abrió la puerta para el advenimiento de la medicina personalizada”, explica Marcelo Crus, oncólogo clínico de la división de Hematología y Oncología de la Universidad Northwestern, en Chicago. Hasta hace poco tiempo, los fundamentos para el tratamiento del cáncer se basaban en tres pilares: cirugía, quimioterapia y radioterapia. Esas estrategias siguen siendo indispensables para la mayoría de los tumores. El problema allí es que la quimioterapia ataca también a las células saludables. Desarrolladas en la década del ’90, las llamadas terapias-blanco fueron las pioneras de los tratamientos direccionados. El medicamento que inauguró ese tipo de fármaco fue el trastuzumable, aprobado en los Estados Unidos en 1998 para tumores de mama. La terapia-blanco está proyectada para bloquear el crecimiento y la diseminación de las células cancerígenas, evitando afectar a las saludables. La inmunoterapia, núcleo de la droga Kymriah, el apogeo del tratamiento personalizado, es la que hace que el propia sea el que se defienda, y es mucho más reciente: surgió en el año 2011. A pesar de lo impactante del anuncio sobre la aprobación de este medicamento, falta mucho para decir que se está delante de la bala de planta contra el cáncer. Las células tumorales, por la misma complejidad que plantea la enfermedad, continuarán planteando un enigma.http://noticias.perfil.com/2017/09/25/aprueban-una-droga-que-permite-reprogramar-las-celulas-que-atacan-a-los-tumores/

martes, 26 de septiembre de 2017

Logran "despertar" la conciencia de un hombre en estado vegetativo

Investigadores dijeron el lunes que una técnica de estimulación nerviosa pudo haber incrementado el nivel de conciencia de un hombre de 35 años, que estuvo en estado vegetativo por años. El informe, publicado en la revista estadounidense Current Biology se basa en un solo paciente, pero los investigadores dijeron que planean expandir su trabajo a otros por los avances que han visto en este hombre, que quedó incapacitado en un accidente automovilístico hace 15 años."La plasticidad cerebral y la reparación cerebral son aún posibles aún cuando la esperanza parece haberse desvanecido", dijo la investigadora Angela Sirigu del Instituto de Ciencias Cognitivas Marc Jeannerod en Lyon, Francia. "Es posible mejorar la presencia de un paciente en el mundo", aseguró.El proceso incluye la utilización de un implante en el pecho para enviar pulsos eléctricos al nervio vago, que conecta el cerebro a otros órganos principales del cuerpo. La estimulación del nervio vago ya se usa para tratar a personas con epilepsia y depresión.
Logran "despertar" la conciencia de un hombre en estado vegetativo
El estudio
Según el estudio, el hombre mostró mejoras significativas en atención, movimiento y actividad cerebral después de un mes de estimulación de ese nervio.Comenzó a responder órdenes simples, como seguir un objeto con los ojos y voltear su cabeza. También parecía más alerta y era capaz de quedarse despierto mientras escuchaba a su terapista leer un libro.Y reaccionó a estímulos amenazantes de una forma en que no lo había hecho en años, abriendo mucho sus ojos cuando un examinador movía su cara repentinamente hacia el paciente.Sin embargo, el tratamiento no permitió devolver al paciente a su estado original y se considera que pasó de un estado vegetativo a "un estado de mínima conciencia", según las pruebas cerebrales. Esto significa que la "conciencia se mantiene severamente alterada pero, en contraste con el estado vegetativo, hay una mínima pero definitiva evidencia de conducta de conciencia personal o del contexto", explicó Tom Manly, experto en ciencias cerebrales de la Universidad de Cambridge.Manly, que no formó parte del estudio, lo describió como "potencialmente muy emocionante", pero pidió cautela para determinar "si este cambio en el paciente es realmente un cambio".https://www.clarin.com/sociedad/logran-despertar-conciencia-hombre-vegetativo_0_BkgGfkwjb.html

miércoles, 13 de septiembre de 2017

Cambiar de hábitos puede prevenir el síndrome metabólico

Síndrome Metabólico se define al conjunto de condiciones clínicas que actúan como factores de riesgo cardiovasculares cuya fisiopatología se relaciona con la resistencia insulínica que es la dificultad de mantener los niveles de glucemia dentro de parámetros saludables. Pueden incluir trastornos del manejo de la glucemia (azúcar en sangre), los lípidos, la obesidad y la hipertensión arterial. El síndrome metabólico duplica el riesgo de desarrollar enfermedad cardiovascular (arteriopatía coronaria, accidente cerebrovascular y diabetes tipo 2) En 1988, un grupo de trabajo sobre diabetes de la OMS (Organización Mundial de la Salud), proporcionó una definición del síndrome metabólico, la cual hace especial hincapié en la insulinorresistencia como factor causal y predominante del síndrome.En 2001, el ATP III (Panel número III de Tratamiento de Adultos del programa nacional de educación sobre el colesterol de los Estados Unidos) propuso un conjunto de criterios similar al de la OMS, diferenciándose en que en lugar de ser un componente central, la insulinorresistenia es uno más de cinco criterios, de los cuales debe haber por lo menos tres para diagnosticar la presencia del síndrome:
Obesidad central: – Perímetro de cintura Hombres > 102 cm
Perímetro de cintura Mujeres > 88 cm
Hipertrigliceridemia: – Triglicéridos > 150 mg/dl
HDL: – Hombres < 40 mg/dl Mujeres < 50 mg/dl Hipertensión arterial: – PA > 135/85
Hiperglucemia: – Glucemia > 110 mg/dl o Diabetes diagnosticada previamente
En abril del 2005, la Federación Internacional de Diabetes (IDF), propuso una nueva definición entendiendo que se había dado demasiada importancia a la diabetes y a la sensibilidad a la insulina en las definiciones anteriores y que el componente esencial del síndrome es la obesidad central, medida mediante el perímetro de cintura.
TRATAMIENTO:
Es de fundamental importancia la recomendación de cambios de estilo de vida:Bajar de peso con una restricción calórica moderada: la meta es perder un 10% del peso actual en el primer año, hasta alcanzar un IMC (índice de masa corporal menor a 25).Evitar el sedentarismo realizando ejercicio de intensidad moderada como caminar a paso ligero, durante treinta minutos al menos tres veces por semana.Disminuir el colesterol comiendo alimentos saludables (aumentar el consumo de frutas y verduras: 30 g de fibra/día, suprimir el alcohol, evitar alimentos y bebidas azucaradas e ingerir mínimamente dos litros de agua/día), bajando de peso y haciendo ejercicio. El consumo de grasas no debe ser superior al 35 % del consumo total diario de energía; el 10% de las grasas debería estar conformado por ácidos grasos monoinsatirados, como el aceite de oliva.Bajar la presión arterial consumiendo menos sal, bajando de peso y haciendo ejercicio.Abandonar el tabaquismo.Medicación: sólo cuando el médico la indique.Realizar un control de salud periódicamente.
http://rouge.perfil.com/2017-09-08-107943-cambiar-de-habitos-puede-prevenir-el-sindrome-metabolico/

jueves, 24 de agosto de 2017

Crearon una nanopartícula que activa células contra el cáncer

En un estudio publicado recientemente en la revista Nature Nanotechnology el equipo observó una reducción de 70 % a 80 % en el tamaño de los tumores en ratones a los que se les inyectó la nanopartícula. Lo más importante fue que los ratones tratados mostraron resistencia a la futura recurrencia del tumor, incluso después de exponerlos a células cancerosas un mes más tarde.Los resultados muestran que la nanopartícula provocó potentes respuestas inmunológicas contra el tumor del cáncer de mama HER2 positivo, que crece agresivamente y se disemina más rápido que otros tumores, según eltiempo."En este estudio prototipo, fue asombroso descubrir que los animales tratados con estas nanopartículas mostraron un efecto duradero contra el cáncer", comentó la doctora Betty Kim, investigadora principal del estudio, neurocirujana y neurocientífica especializada en tumores cerebrales de la sede de la Clínica Mayo en Florida.Expuso que a diferencia de las inmunoterapias anticancerígenas existentes que apuntan solo hacia una parte del sistema inmunitario, "este nanomaterial creado a medida se involucró activamente con todo el sistema para eliminar a las células cancerosas, lo que dio pie a que el cuerpo cree su propio sistema de recordación para minimizar la recurrencia"."Estas nanomedicinas pueden ampliarse para atacar diferentes tipos de cáncer y otras enfermedades de los humanos, incluidos trastornos neurodegenerativos y neurovasculares", amplió.
¿Cómo actúa?
La nanopartícula está recubierta de anticuerpos que apuntan contra el receptor del HER2, molécula común que se encuentra en 40 % del cáncer de mama.Las moléculas adheridas a la nanopartícula aceleran a las células encargadas de la limpieza del cuerpo, conocidas como macrófagos y fagocitos, pertenecientes al sistema inmunitario. El diseño de la nanopartícula provoca la presencia de un gran número de estas células que se deshacen de las células cancerosas.Luego, estas células de limpieza pueden informar sobre las células cancerosas a las altamente especializadas células T del sistema inmunitario a fin de que ayuden a erradicar a las células cancerosas restantes, y simultáneamente mantienen el recuerdo de esas células para evitar la recurrencia del cáncer.El establecimiento de un recuerdo de lucha contra la enfermedad en las células es lo que hace a la nanopartícula similar a una vacuna contra el cáncer, indicó el comunicado."Desarrollamos una nueva plataforma que alcanza a las células tumorales y al mismo tiempo recluta abundantes células de limpieza para obtener una potente respuesta inmunitaria", explicó la doctora Kim.https://www.rosario3.com/noticias/Crearon-una-nanoparticula-que-activa-celulas-contra-el-cancer-20170823-0060.html

martes, 22 de agosto de 2017

La Argentina sobremedicada

"Pastillas, la última esperanza negra: podés pedirle pastillas a tu suegra". Andrés Calamaro no fue metafórico en "Clonazepán y circo", aquella oda sobre una sociedad empastillada y decadente. Todo lo contrario: ¿o acaso no es cierto que ante cualquier dolencia se recurre con rapidez al pastillero de un familiar, amigo o amiga, compañero o compañera de trabajo antes que a una consulta médica? ¿O acaso no es común que cuando alguien acusa alguna dolencia, sea el lugar en el que esté, enseguida le llueven recomendaciones y ofrecimientos directos sobre qué pastilla tomar? ¿Tampoco es cierto que cuando se visita a un doctor ya se llega con el supuesto conocimiento del remedio necesitado y se le exige, con toda urgencia, una receta para poder comprarlo? Vivimos en una sociedad sobremedicada, dicen los que saben. El diagnóstico de los especialistas está fundado no solo en los números que arroja el mercado farmacéutico, sino en la percepción cotidiana que surge del contacto con pacientes altamente influenciados por incursiones publicitarias que nos enseñan, entre otras cosas, que podemos comer y tomar salvajemente y luego recurrir a un protector gástrico, prevenir infartos con una pastillita, curar contracturas musculares en forma instantánea y eliminar ese dolor que nos tortura como un martillo neumático la cabeza. Analgésicos, antiácidos, descongestivos nasales, antibióticos y psicofármacos forman parte de un cóctel al que se accede de manera cotidiana, muchas veces sin receta, sin control y, peligrosamente, sin información sobre los efectos secundarios y adversos que muchas de esas drogan conllevan. Un estudio del Hospital de Clínicas indica que tres de cada cuatro personas se automedican. Que el 75% de la población acuda a medicamentos sin prescripción no solo significa un gran negocio para la industria, que en 2016 vendió más de 700 millones de pastillas y facturó más de $9.000 millones, sino también un riesgo concreto para la salud: casi 22.000 personas mueren por año por el mal uso de las drogas que se autorrecetan, según revela un estudio del Instituto de Estudios sobre Políticas de Salud (IEPS). Cada argentino consume por año 17,5 medicamentos, tanto a través de recetas como de remedios de venta libre, que representan el 25% del mercado y el 10% de la facturación total. Son casi 200 millones de comprimidos que se llevan al bolsillo del caballero y a la cartera de la dama sin ningún tipo de seguimiento, ni mucho menos conocimiento sobre los riesgos de combinarlos con otras drogas, que incluso podrían desencadenar problemas más graves que la dolencia que se pretende atacar. Sin embargo, el dato más alarmante, resalta Noelia Pontello, neuróloga de la Fundación Favaloro y del Instituto de Neurología Cognitiva (Ineco), es que el 60% de quienes consumen psicofármacos lo hace sin receta. Este dato quizás explique, en parte, que la dispensa de antiepilépticos (con el clonazepam a la cabeza) haya aumentado un 128% en 10 años. Y, como todo tiene que ver con todo, la venta de antidepresivos subió, en el mismo período, un 105%. 
En el país, tres de cada cuatro personas se automedican. Solo en 2016 se vendieron más de 700 millones de pastillas, con los psicofármacos en sostenido ascenso. Entre el negocio de los laboratorios y la laxitud de algunos profesionales, por qué cada vez necesitamos más químicos para vivir.
Por eso, tampoco llamó tanto la atención de la academia cuando el Sindicato Argentino de Farmacéuticos y Bioquímicos reveló un crecimiento exponencial del consumo de píldoras para dormir, con las benzodiazepinas e hipnóticos como vedettes, también en los últimos años. Con todo ese combo en el pastillero, una píldora más por año por argentino (a razón de 42 millones de pastillas dispensadas anualmente) ingresa en el parámetro siempre discutible de la normalidad. Para Carlos Damin, jefe de cátedra de Toxicología de la UBA y director de la División de Toxicología del Hospital Fernández, nada de todo esto es sorprendente. "En la Argentina prevalece una alta medicalización, que combina una prescripción desmedida por parte de los médicos y una automedicación muy preocupante", dice. Desde 2011, en el Fernández llevan una estadística sobre los casos de personas que llegan con un cuadro de intoxicación. Siempre arrojó el mismo resultado: primero, alcohol; segundo, medicamentos. Damin ensaya una explicación: "Hay un sí fácil de los médicos, los farmacéuticos muchas veces venden sin receta (que para muchos medicamentos está archivada), y la gente pide y convida muchas de estas drogas con facilidad. En todos los estudios disponibles, la Ciudad de Buenos Aires y sus alrededores lideran el ranking de consumo de medicamentos, sobre todo de tranquilizantes. Ahí donde la vida y sus tensiones se elevan hasta el colapso, donde el ritmo frenético y desembozadamente agresivo se vuelve cultura, la pastilla está siempre a mano como un bálsamo de composición química. Y lo que entra por la boca suele irse por el inodoro: un estudio de la Facultad de Ciencias Exactas de la Universidad Nacional de La Plata encontró en el 100% de los efluentes cloacales la presencia de productos farmacéuticos. Los compuestos que encontraron los científicos fueron: cafeína, ibuprofeno, carbamazepina (ansiolítico), atenolol (para enfermedades cardiovasculares) y diclofenac. Dice el estudio que los "resultados fueron los esperados teniendo en cuenta la información aportada por las farmacias privadas y hospitalarias respecto de los volúmenes de comercialización locales". El pastillero negro Ahora bien, hasta aquí las consecuencias estadísticas y económicas (grandiosas para algunos, perniciosas para otros) de la cuestión. ¿Cuáles son los riesgos de este cóctel vendido con carita de emoticón feliz pero que esconde su cara más oscura en los prospectos escritos en miniatura? Pontello hace mucho hincapié en los psicofármacos, que generan una dependencia atroz y afectaciones a nivel cognitivo y fisiológico. La Administra­ción de Alimentos y Medicamentos de Estados Unidos (FDA por su sigla en inglés) habla de "cajas negras" en relación con este tipo de drogas y recomienda revisar la prescripción cada cuatro, ocho y 12 semanas, algo que muy rara vez sucede. "Hay riesgo de muerte súbita, suicidio, depresión prolongada -dice Pontello-. Al no revisar el tratamiento, muchas veces pasa que el médico prescribió, por ejemplo, un clonazepam hace cinco años y la persona lo sigue tomando sin ningún tipo de control". En el pastillero loco de la vida occidentalizada, las píldoras para dormir son un infaltable. Estas drogas tienen un efecto inmediato -ayudan, ni más ni menos, a conciliar el preciado sueño-, pero a la vez pueden producir una adicción escalonada siempre hacia un mayor consumo. Así lo explica Claudio Ucchino, director general del Colegio de Farmacéuticos y Bioquímicos: "Al producir acostumbramiento, hay que aumentar la dosis para generar el mismo efecto, es decir, dormir". Damin apunta que, en un mundo ideal, el tratamiento con benzodiazepinas e hipnóticos no debería durar más de tres meses, pero, lamentablemente, la gente suele continuar los tratamientos por años y años. "Este tipo de medicamentos producen alteraciones neurocognitivas, pérdida de memoria, dificultades de aprendizaje: son dañinos para la salud", señala. La afectación fisiológica es la más evidente: se convierte en antinatural una necesidad natural como dormir y se empieza a depender de un fármaco para poder cerrar los ojos y descansar. A diferencia de lo que se cree desde el sentido común, los medicamentos de venta libre quizá sean, a su manera, los más peligrosos porque la percepción del riesgo -al conseguirse con mayor facilidad- está totalmente ausente. "La ingesta de estas drogas elevan la posibilidad de in­toxicaciones y puede provocar, en algunos casos, la muerte", dice Uc­chino. ¿De qué estamos hablando entonces? "Un anties­pasmódico, por ejemplo, la Busca­pina, puede enmascarar un cuadro de apendicitis y derivar en una pe­ritonitis con riesgo de muerte. O la aspirina, que licúa la sangre y au­menta la hemorragia cerebral en quienes estén sufriendo un ACV". La FDA, de hecho, afir­ma que las aspirinas pueden provo­car "sangrado en el estómago y en el cerebro". La misma entidad norteamericana recomendó a los médicos que dejaran de recetar fármacos que contengan más de 325 mg de paracetamol por com­primido porque pueden dañar el hígado. Damin advierte sobre el consumo de aquellos medicamentos que se combinan y se venden como compuestos antigripales, que en muchos casos poseen sustancias peligrosas como la seudoefedrina. Esta sustancia, agrega, eleva la presión arterial y puede generar problemas insospechados en personas que no saben (de hecho, el 40% no lo sabe) que son hipertensas. Por último, el ibuprofeno, quizá la más difundida de las drogas de venta libre, se expende en comprimidos de hasta 600 mg, pero se exi­ge receta para dosis más elevadas. Los especialistas aseguran que muchas personas eluden el control tomando dos píldoras de 400 mg para acelerar los efectos. El exce­so de ibuprofeno y su uso prolon­gado puede provocar daños gás­tricos, hepáticos y renales. Estas malas conductas fueron estudiadas por la Confederación Farmacéutica Argentina (COFA), que corroboró, en una encuesta realizada en las ciudades de Buenos Aires y Córdoba, que el 55% toma medicamentos de venta libre sin averiguar el riesgo de las interacciones con otros remedios. La contundencia de los resultados desnuda la complejidad del problema: el 82% no hace ninguna consulta a la hora de consumir remedios de venta libre y un 18% acude a cualquier droga sin recurrir a un profesional: simplemente, lo hacen por recomendación de un familiar. Apenas el 37% tiene una receta. Pontello asegura que esta situación ocasiona un empobrecimiento del sistema de salud: "Si un paciente está con ocho medicaciones cuando podría estar con cuatro, genera un gasto importante tanto para los pacientes como para los efectores de salud". Además, sucede que muchas medicaciones se terminan prescribiendo para tratar efectos adversos de otras. La Fundación Conamed calculó que por cada peso gastado en medicamentos, se destinan otros 10 para neutralizar los efectos colaterales posteriores, a causa de una medicación errónea o de su consumo excesivo. "Tenemos una preocupante cultura de autoconsumo y consu­mo sin control profesional. Contrariamente a lo que difunden las publicidades, los medicamentos de venta libre no son inocuos, sino que tienen efectos adversos, ade­más de que interactúan con otros fármacos que la persona pudiera estar tomando", advierte la COFA. 
Lo recomiendan en la tele 
El señalamiento al mundo publicitario no es aleatorio. Una de las ra­zones de esa conducta es la ex­posición constante a campa­ñas publicitarias, muchas veces con mensajes engañosos que solo muestran los beneficios y no ofrecen ninguna información so­bre los riesgos o contraindicacio­nes. Damin sube la apuesta y pide que directamente se prohíban las publicidades de medicamentos: "La publicidad que tenemos es nociva porque no informa. Te ponen a modelos, actores y actrices, para decirte lo buena que es la vida y lo bomba que la podés pasar si te tomás una aspirina. Está mal. No es un bien de consumo, es un bien social". Si bien el mercado farmacéutico está regulado por la Ley 26.567, que autoriza la dispensa de medicamentos solo en las farmacias, el cumplimento -sabemos todos- es muy flaco. Algunas de estas pastillas se encuentran en kioscos y supermercados. Incluso está en discusión el modelo de farmacia que ha proliferado en las ciudades más populosas y que son una suerte de shopping donde lo que importa es el estímulo al consumo. En la Ciudad de Buenos Aires, donde el lobby de la Cámara de Medicamentos de Venta Libre tiene mayor injerencia, hubo distintas iniciativas para autorizar las farmacias góndola y el delivery de pastillas que, finalmente, tras debates intensos y medidas judiciales, no prosperaron. Dice Pontello que la apuesta de confundir la venta de otros artículos de consumo masivo con los medicamentos es parte del problema porque estimula la automedicación. "Que estén al alcance de la mano genera en quien los compra la falsa idea de que no pueden hacer ningún daño", asegura. Como indica Damin, los medicamentos no son bienes de con­sumo, "entonces no pueden estar en un su­permercado o en farmacias que parezcan supermercados. No puede haber góndolas y tampoco pueden vender golosinas porque entiendo que los kiosqueros se enojen. Un medicamento no es una golosina". La pregunta que sobrevuela es por qué sucede esto; por qué los argentinos, subsumidos en una cultura cada vez más frenética, recaemos en la ayuda farmacológica para superar los dolores de la vida. Una de las respuestas es que el ritmo avasallante de las ciudades posmodernas, el estrés cotidiano relacionado con las demandas laborales, los malos hábitos alimenticios, el consumo de alcohol en cantidades y los trastornos de ansiedad se combinan fatídicamente con un "sí" fácil de los médicos, que prescriben a mansalva estas píldoras. "Los pacientes esperan una solución para todo ya (una píldora mágica que cure todo, incluso «el dolor de vivir»). El buen médico ejerce con dos éticas: la de la ignorancia (compartir los límites) y la de la negativa, decir amablemente «no», con ciencia, con simpatía, con firmeza, tanto a pacientes como a colegas y superiores", dice el español Juan Gérvas, doctor en Medicina, investigador y docente, conocido por sus críticas a la industria de la medicina, a la que acusa de abusar del diagnóstico precoz para favorecer a las farmacéuticas. Para Gérvas, la población y los pacientes no son ajenos ("inocentes") respecto de esta medicina "descontrolada, soberbia y sin límites". Los pacientes y la población quieren todo, aquí y ahora. "Por ejemplo -continúa el médico español-, se aspira a la juventud eterna y se rechaza el envejecimiento y la muerte, y para conseguir tal imposible la población y los pacientes se someten y exigen una medicina omnipotente. No hay una píldora para cada problema e inconveniente de la vida". En ese marco, el médico siente la presión de tener que prescribir algo porque la gente llega con una demanda inmediata y quiere una solución rápida a la dolencia que no le permite seguir con la vida alocada que lleva día a día. "Y también uno como médico no sabe darles jerarquía a las prescripciones no farmacológicas: hacer dieta, psicoterapia, ejercicio. El médico debe empezar a prescribir eso", apunta Pontello. La neuróloga de la Fundación Favaloro quizá da en el clavo. Se tratan los síntomas y no las causas: es más fácil tomar un antidepresivo que indagar el porqué, ir en búsqueda de aquello que nos deposita en el malestar constante. Es más sencillo "borrar" el dolor en el cuello con un antiinflamatorio que corregir la postura corporal o empezar a hacer ejercicios que nos fortalezcan la espalda. Y, claro, es más fácil comer mal que bien. Sin embargo, como bien indicaron todos los especialistas hasta aquí citados, no existe la magia. Ninguna pastilla borrará el dolor. Solo mejoraremos con un cambio de hábito: comer más liviano, tomar menos alcohol, trabajar con técnicas de relajación naturales, hacer deporte, evitar conductas disruptivas como el uso del celular en la cama. Y no automedicarse. Dice Damin: "No es necesario ir al gimnasio, hay que caminar, vivir mejor es mucho más fácil de lo que uno cree". La desmitificación de la incidencia de los medicamentos en nuestra salud no está relacionada con la necesaria existencia de remedios que nos ayuden en casos que sí los requieran. Ni dioses ni diablos. Entender que las pastillas de la suegra, la esperanza negra cantada por Calamaro, son un camino hacia una dependencia aborrecible desde cualquier ángulo. Ninguna verdad se esconde detrás de ese parnaso narcotizado. Solo el negocio, la mentira y la decadencia. http://www.conexionbrando.com/2055048-la-argentina-sobremedicada